En las manos de este pequeño niño italiano se agita la bandera cubana, en tiempos donde los médicos cubanos ayudan a salvar vidas en esa nación, ante la crisis sanitaria generada por el nuevo coronavirus.
No hay mejor símbolo de dónde debe empezar a anidar el valor de la solidaridad. Si la humanidad comienza en las manos de los niños, el mundo está a salvo.