Cubadebate

Los medios de comunicación atienden las necesidades informativas de las personas acatando cuarentena obligatoria en numerosos países para evitar que el coronavirus siga expandiéndose y cobrando vidas.

El servicio público del periodismo en situaciones excepcionales como esta es tremendamente valioso. Pero los medios empiezan a ser asfixiados por el descenso en la pauta publicitaria debido a la parálisis de la economía y las medidas de emergencia que acatan las empresas y la ciudadanía.

En España, las asociaciones de editores, las radios y la televisión privada ya han dado la alerta sobre sus situación, de acuerdo con El País de España. No se sabe por cuánto tiempo los medios de comunicación podrán seguir sosteniendo sus planillas.

Por eso piden al Gobierno establecer medidas de apoyo para sostener su actividad, como créditos blandos para las empresas de medios y una bonificación en las cuotas de seguridad social.

“Si no se articulan ayudas, va a ser un tsunami y una tragedia para la democracia”, sentencia Fernando Yarza, presidente de la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA). Para Yarza, la crisis llegó en el peor momento: en medio de la presentación de modelos de sucripción.

“[El sector] ya pasó por ajustes muy dolorosos, y hemos llegado hasta aquí muy tocados y sin ayuda”, sentenció.

“Nos enfrentamos a algo inédito: el desplome de ingresos cuando tenemos menos capacidad financiera que en la anterior crisis”, aseveró Antonio Fernández-Galiano, presidente de la Asociación de Medios de Información (AMI), que agrupa a las principales cabeceras de prensa de España.

La AMI ya presentó al Gobierno sus propuestas en un documento que alerta: “Para evitar que a la salida de la pandemia el deterioro de las empresas de medios se traduzca en una nueva destrucción de puestos de trabajo y en pérdida del pluralismo informativo como sostén de la democracia, urge la adopción por parte del Gobierno de un plan específico que remedie la situación, en tanto persista la casi ausencia de publicidad en un momento de emergencia nacional”.

El coronavirus está asfixiando el la industria informativa por su lado más débil: sus ingresos por publicidad. Y sucede justo cuando aumenta cada día la búsqueda de todo lo referente al virus ya presente en varias partes del mundo y que ha cobrado la vida de centenares de ciudadanos europeos.

Pese al aumento en las cifras de audiencia, la inversión en publicidad sigue cayendo. “Los anuncios han desaparecido prácticamente de los periódicos”, refirió a El País de España Fabrizio Carotti, director general de la Federación Italiana de Editores de Periódicos (FIEG).

“La mayoría de los productos que se anunciaban ya no pueden venderse y todos los eventos están suspendidos”, agrega y estima un desplome de la publicidad de entre el 25 y el 30% en la primera mitad del año. De acuerdo con el portal Data Media Hub, las marcas no quieren asociar su publicidad a la epidemia.

Para mitigar los efectos de esta crisis publicitaria en los medios, el Gobierno italiano aprobó una serie de ayudas al sector, como incluir a los periódicos en la categoría de bienes esenciales. Por eso los quioscos continúan abiertos en la región; para el Ejecutivo, los diarios y las revistas son un bien de primera necesidad que garantizan el acceso al derecho a la información.

A diferencia de algunas plantas de producción consideradas no imprescindibles, toda la cadena del sector de la prensa sigue funcionando con normalidad, y los empleados, en su mayoría, trabaja desde casa.

El Gobierno aprobó también una medida que permitirá a las empresas desgravar el 30% de todas las inversiones en publicidad del año 2020 en diarios y medios digitales, además de televisiones y radios locales. Ya estaba en marcha una norma que permitía a las empresas obtener beneficios fiscales por ampliar su volumen de publicidad respecto al año que pasó. Desde ahora, todas las campañas de este año podrán optar por la reducción del impuesto.

Los quiosqueros, por su parte, podrán desgravar hasta 4,350 dólares en costes como el alquiler o las facturas de luz, teléfono o Internet y también los gastos de envío a domicilio.

De acuerdo con Carotti, se necesita entre 60 y 80 millones de euros para llevar a la práctica las medidas. También han pedido al Ejecutivo ayudas para subsidiar los costes en la compra del papel.

La Federación Nacional de Prensa Italiana (FNSI) también ha pedido que se incluya a los periodistas entre las categorías de riesgo, como el personal sanitario. Se busca que los reporteros realicen con total seguridad su trabajo en los hospitales y otras zonas de cobertura.