Cubadebate

Con su triunfo Kaliema Antomarchi se mantiene entre las mejores del ranking mundial en los 78 kg. Foto: Archivo.

Aunque en la primera fecha del Grand Slam de París el judo cubano se despidió sin preseas, este domingo Iván Silva (90 kg), Andy Granda (+100 kg) y Kaliema Antomarchi (78 kg) se encargaron de mejorar ese resultado y le dieron a Cuba tres medallas de bronce, un resultado que dejó a la Mayor de Las Antillas como el mejor país de América.

La primera bronceada del día para Cuba fue la santiaguera Kaliema Antomarchi —cuarta preclasificada del torneo y del ranking olímpico—, y vencedora de la local Audrey Tcheumeo, una de las rivales más difíciles de la división. En el pleito por el tercer lugar la criolla derrotó a la europea por wazari y consiguió su segundo triunfo al hilo sobre la varias veces medallista mundial.

Antomarchi terminó bye en la primera ronda y abrió sus acciones con victoria ante la ucraniana Anastasiya Turchyn, un resultado que ya la colocó en los cuartos de final. No obstante, en esa fase cedió por ippon ante la local Fanny Estelle Posvite, ganadora del World Master de Qingdao a finales de 2019 y plateada ahora en la capital gala. Luego, Kaliema salió airosa en el repechaje ante la polaca Beata Pacut.

Iván Silva consiguió una buena medalla de bronce. Foto: Archivo.

Mientras tanto, Iván Silva no tuvo problemas para llegar a la discusión del primer puesto del grupo D, pues en el inicio terminó por ippon su pleito ante el húngaro Roland Goz y con wazari el duelo frente al sudcoreano Hongkyu Lee. Sin embargo, luego se topó con el japonés Kenta Nagasawa y aunque ambos llevaron el combate a poco más de cinco minutos, en definitiva el criollo recibió la tercera penalización y vio cómo su rival seguía adelante.

Al subtitular mundial de 2018 no le quedó más remedio que ir al repechaje, una instancia donde apenas necesitó un minuto para derribar al polaco Piotr Kuczera y acceder a la discusión de la medalla de bronce. Allí, venció al complicado azerí Mammadali Mehdiyev, con un ippon a los cinco minutos y medio de combate.

Andy Granda empezó bien el año. Foto: Archivo.

Por su parte, el superpesado Andy Granda se encargó de redondear la cosecha antillana y fue mejor que el brasileño Rafael Silva en la discusión de uno de los terceros lugares de la justa.

Granda abrió su camino con sucesivos éxitos frente al alemán Johannes Frey y al israelí Or Sasson, dos judocas mejor ubicados que él en el ranking mundial. Al primero lo derrotó por hansoku make (acumulación de penalizaciones), mientras que al segundo lo sorprendió con ippon en tiempo extra.

Luego, el titular de Lima 2019 dominó igualmente en punto de oro al egipcio Ahmed Wahid, pero no pudo frente al holandés Henk Grol. El repechaje lo puso ante otro rival de los Países Bajos, pero entonces el cubano no le dio muchas opciones a Roy Meyer y lo venció en apenas minuto y medio de combate.

Esta categoría dio la gran noticia de la fecha para el judo mundial, pues el astro francés Teddy Riner, triple campeón olímpico y varias veces titular mundial, perdió una cadena de 154 victorias consecutivas en la última década. El japonés Kokoro Kogeura fue el encargado de ponerle fin a una de las rachas más impresionantes del deporte en todo el orbe.

El francés vio rota una cadena de diez años invicto. Foto: IJF.

Los otros cubanos que compitieron este domingo en París fueron Daile Ojeda (+78 kg) y el inexperto Heriberto Rivero (100 kg), un hombre sin resultados en escenarios internacionales y que ahora debutó con éxito frente al judoca de Seychelles Dominick Dugasse. En su siguiente pleito ante el serbio Bojan Dosen el antillano también salió delante por wazari, pero luego recibió una tercera amonestación y vio escapar sus opciones de seguir con vida.

Ojeda, por su parte, le propinó ippon en su salida inicial a la veterana rusa Kseniia Chibisova, pero luego cayó por esa misma vía ante la turca Kayra Sayit, en definitiva séptimo lugar de una división que no inscribió ni a la cubana Idalys Ortiz ni a la japonesa Akira Sone, las dos principales candidatas al oro olímpico.

En la jornada del sábado —la primera del Grand Slam— ninguno de los cinco cubanos en competencia logró acceder a la discusión de medallas. Así, en los 66 kg el jovencito Orlando Polanco cayó en su primera salida ante el ruso Murad Chopanov, en un match decidido por acumulación de penalizaciones luego de casi nueve minutos.

Por su parte, Magdiel Estrada (73 kg) dominó en el inicio al gambiano Faye Njie, pero enseguida perdió por ippon frente al turco Bilal Ciloglu, uno de los sembrados en el organigrama y a la postre quinto lugar de la competencia.

Mientras tanto, entre las cubanas que concurrieron en la primera jornada a los tatamis franceses el mayor avance lo aportó Maylín del Toro (63 kg), aunque por debajo de las opciones de una mujer que llegó aquí como séptima del ranking universal. La criolla ganó su primer combate ante la local Cloe Yvin, pero luego no pudo con la sudcoreana Hee Ju Han y quedó a las puertas de los cuartos de final.

Las otras antillanas con acción durante la primera fecha del Grand Slam de París fueron las jovencitas Nahomys Acosta y Arnaes Odelín, ambas en los 57 kg y con destinos similares. La primera perdió por ippon en regla de oro ante la austriaca Sabrina Filzmoser, mientras que la segunda recibió tres penalizaciones durante su pleito con la sudcoreana Jandi Kim y también se despidió temprano.

El Grand Slam de París es el primer gran torneo puntuable del ranking mundial y olímpico y reunió a 680 judocas de 115 naciones. Con sus tres bronces Cuba se ubicó en el decimoctavo puesto del medallero, una lista encabezada por Japón (3-5-5), Francia (3-1-2) y Corea del Sur (1-1-0).