Rafael Viñales fue el héroe del partido . Foto: Boris Luis Cabrera / Cubadebate
Rafael Viñales conectó una potente línea que picó en terreno de nadie con las almohadillas repletas de Leñadores y Las Tunas dejó tendidos en el césped a los Cocodrilos matanceros con pizarra final de 5-4, en un choque donde impusieron su casta de campeones nacionales a pesar de producir menos imparables y cometer dos errores más en el campo de juego.
Paciente, esperó el inicialista oriundo de Manatí durante todo el partido el efecto de un amuleto que le colocaron en el pecho al bautizar a su niño pequeño en horas de la mañana y después de fallar tres veces consecutivas cazó el primer lanzamiento del relevista Miguel Lahera para convertirse en el héroe del desafío ante el entusiasmo incontrolable de más de 15 almas reunidas en el estadio Julio Antonio Mella.
Desde el mismo primer episodio la tropa de Pablo Civil tomó el mando de las acciones y le marcó dos rayitas al zurdo Yoanni Yera al combinar un pelotazo, un doblete remolcador de Yordan Manduley y un elevado de sacrificio de Danel Castro, de vuelta a su tercer puesto en la alineación.
Un triple de Yosvani Alarcón a la altura del sexto capítulo y un movimiento ilegal del yumurino en el montículo, le abrió las puertas del plato a la tercera anotación de los anfitriones, quienes volverían a marcar una entrada más tarde por dobletes consecutivos de Carlos Benítez y Yasniel González para dinamitarle el box a su letal adversario.
Mientras tanto las huestes matanceras, a pesar de dejar fríos en las almohadas a diez corredores durante todo el choque, fueron fabricando una por una sus anotaciones apoyados en los errores de sus contrarios y en un bambinazo en solitario de Yasiel Santoya, y lograron empatar el play a la hora de recoger los bates y las pelotas frente a los envíos del “samurái” Raidel Martínez.
Un indetenible César Prieto siempre robándose el show, disparó un doblete saludando sin respeto al estelar lanzador pinareño (su cuarto imparable de la jornada) y después de un controvertido sacrificio de Raico Santos y un pelotazo al peligroso Yurisbel Gracial, el máscara tunero cometió un pass ball que le abrió de par en par las puertas del home-plate al cienfueguero y provocó un silencio denso por algunos minutos los graderíos.
El veterano Jonder Martínez no pudo hacerse justicia en el final de la novena entrada y se fue a las duchas dejando un fuego abrasador sobre el campo después de bolear a un rival, permitir un tubey de Benítez y regalarle un pasaporte intencional a Dailer Peña, escena que no pudo controlar el bombero artemiseño.
Otra vez hay que aplaudir una apertura de Carlos Juan Viera, quien no permitió carreras limpias en cinco episodios laborados mientras liquidaba a siete por la vía amarga y la sapiencia de Civil que supo mover sus piezas para lograr estrategias productivas.
Ahora los Cocodrilos, con su potente nómina y sus fantasmas a cuestas, tendrán que salir este domingo a la grama en busca de una victoria que los empareje en el duelo y le demuestre a su fanaticada que esta versión matancera ha logrado despojar todos los maleficios que los han atacado durante años en este tipo de enfrentamientos cruciales.
