El taller científico “Los años del Che” estuvo dividido en cinco mesas de debates.
Durante dos días el Instituto Cubano de Investigación Cultural (ICIC) “Juan Marinello” sirvió de escenario para extensos y profundos debates acerca de la figura de Ernesto Che Guevara y su rol durante los primeros años de la Revolución cubana.
El evento, organizado por la Cátedra de Estudios “Antonio Gramsci” de la institución académica, tenía entre sus objetivos mostrar con más claridad el papel del Guerrillero Heroico como dirigente económico. Sin dudas, esta es una faceta del médico argentino-cubano menos analizada que sus posturas como internacionalista, guerrillero o humanista.
La cita investigativa abordó ideas del Che sobre campos específicos como la innovación, la calidad o la contabilidad. Estas visiones fueron desarrolladas desde su puesto como titular del Ministerio de Industria. En aquella época era una prioridad industrializar al país y al mismo tiempo formar a nuevos hombres y mujeres.
El taller científico “Los años del Che” estuvo dividido en cinco mesas de debates. La primera de ellas reflejó aproximaciones generales relacionadas con el legado del Guerrillero Heroico como ministro de Industria. En el panel intervinieron Marta Pérez Rolo, vicepresidenta de la Cátedra Che Guevara de la Universidad de La Habana, y Marcos Portal, antiguo titular de Industria Básica.
Luis Emilio Aybar, investigador del ICIC “Juan Marinello” y organizador del evento, discursó acerca de las relaciones laborales durante el paso de Ernesto Guevara por el citado órgano gubernamental cubano.
En otro momento de la primera jornada de trabajo, los expertos intercambiaron acerca de áreas fundacionales del ideario guevariano en torno al trabajo y el desarrollo socialista en el país. El trabajo voluntario, la participación obrera, la formación de fuerza calificada, la innovación y la planificación fueron las principales temáticas analizadas. En los debates participaron representantes de diferentes áreas y entidades investigativas.
La última jornada estuvo inicialmente dedicada a testimonios relacionados con experiencias labores de obreros durante los primeros años de la Revolución. Fueron invitadas personas que vivieron el proceso para compartir con el público asistente acerca de sus anécdotas personales y los proyectos profesionales en lo que estuvieron involucrados.
Destacó la ponencia de Juan P. Vázquez, quien fuera administrador de la fábrica de Níquel de Moa entre 1963 y 1966. El dirigente obrero relató, entre otras experiencias, como fue necesario crear un acueducto que abasteciera la industria y a las personas que vivían en los alrededores. Esto generó un profundo debate sobre el rol que se otorgó al desarrollo local en los primeros años tras el triunfo revolucionario y cómo en la actualidad el país debe irse adentrando cada vez más en esta práctica.
También se debatió sobre otras aristas como los sectores industriales eléctrico y minero. Estas presentaciones fueron una demostración de cómo tener un archivo histórico, debidamente conseguido, puede ayudar a desarrollar un mayor entendimiento acerca del movimiento obrero del país.
Una de las ideas más sostenidas en el taller fue la necesidad de continuar realizando eventos de este tipo, así como involucrar mucho más a las jóvenes generaciones. A decir de los participantes, este ejercicio académico es una forma más de acercar la figura de Ernesto Guevara a la construcción socialista de la Cuba actual.