Ana Frank es una de las víctimas más conocidas del Holocausto. Foto: Archivo.
El norteamericano Ryan Cooper donó las cartas que intercambió con el padre de Ana Frank (Otto Heinrich Frank) al Museo Conmemorativo del Holocausto en Washington, en saludo al aniversario 90 del nacimiento de la joven judía.
Cooper, un anticuario y artista, legó el epistolario y recuerdos que recibió de Otto para lograr una mayor compresión del hombre que dio a conocer a Ana, cuyo diario sobre la Segunda Guerra Mundial es considerado una de las obras más importantes del siglo XX.
Durante la década de los ´60 del pasado siglo, el californiano, entonces con 20 años, forjó una gran amistad con el padre de Ana a través de correspondencia y varias reuniones cara a cara, la cual duró hasta la muerte de este en 1980.
Nos conocimos en 1973, después de escribirle unos meses antes. “Experimentamos muchas cosas interesantes”, declaró Cooper a medios locales.
“Ponía sus esperanzas en la gente joven y se inspiró en las cartas que había recibido, la mayoría de jóvenes”, cuenta.
Del Diario de Ana Frank se conocen tres cuadernos conservados en la actualidad, escritos del 12 de junio de 1942 al 1 de agosto de 1944.
En el texto, la adolescente nacida el 12 de junio de 1929, relata los años que permaneció oculta de los nazis en Ámsterdam, con su familia alemana de origen judío, durante la Segunda Guerra Mundial.
(Con información de Prensa Latina)