Cubadebate

El presidente Cyril Ramaphosa afirmó hoy que este es un momento definitorio en la historia de Sudáfrica para conseguir el futuro anhelado, con acciones que conformen la sociedad por la que tantos han luchado y sacrificado.

En su primer discurso como nuevo Presidente de esta nación de África Austral, el mandatario expresó que los sudafricanos quieren acciones y no palabras y promesas, y recordó que han transcurrido 25 años desde que Nelson Mandela se convirtió en el primer presidente de la Sudáfrica democrática.

En este período nuestra tierra ha conocido temporadas de abundancia y de escaseces, nuestro pueblo ha sentido el calor de abrazar la libertad, se han regocijado en la afirmación de su humanidad esencial e igualitaria, han encontrado amparo y sustento, han encontrado oportunidades y propósitos, señaló.

Pero también, dijo Ramaphosa, los sudafricanos han tenido momentos de dudas y han sentido la sombra de un pasado cruel que en ocasiones ha amenazado con eclipsar cada logro de su dura ganada libertad.

El Presidente apuntó que pese a los serios esfuerzos, muchos sudafricanos padecen hambre, enferman de males que pueden ser tratados y muchos viven con grandes privaciones.

En tiempos recientes, agregó, nuestro pueblo ha observado que aquellos en que habían confiado cayeron tentados por el poder y la riqueza, y han visto que algunas de las propias instituciones de la democracia fueron erosionadas y sus recursos saqueados.

Ramaphosa señaló que los desafíos que se enfrentan son reales pero no insuperables y “pueden ser resueltos y nosotros los solucionaremos”.

Al referirse a la fiera campaña electoral en que participaron 48 partidos políticos, el Presidente opinó que “pese a nuestras diferencias, conflictos, divisiones y amarguras pasadas, compartimos las mismas esperanzas y temores, los mismas ansiedades y aspiraciones”.

Todos queremos que nuestros hijos tengan un futuro mejor, tener trabajos dignos y gratificantes, estamos unidos en nuestra determinación de que “nunca más las adversidades del pasado visiten nuevamente al pueblo de esta tierra”.

Los sudafricanos anhelan una sociedad definida por la igualdad, la solidaridad y la humanidad compartida, donde nuestro valor esté determinado por el valor que le damos a los otros. Como nación no podemos tolerar la gran disparidad de riquezas y oportunidades que definieron nuestro pasado y amenazan con poner en peligro nuestro futuro, aseveró.

Al respecto Ramaphosa apuntó que la voluntad y responsabilidad compartida es la de construir una sociedad sin privilegios ni desventajas, donde todos estén dispuestos a compartir con los que tienen menos; donde cada persona, sin distinción de raza, sexo o circunstantes, puede disfrutar de una vida decorosa y digna.

En su discurso que cerró la ceremonia de juramento de su cargo, Ramaphosa agradeció a los mandatarios de este continente que escogieron celebrar en su país en Día de África, que reconoce la transformación de Sudáfrica de Estado paria a un miembro pleno de la familia de las naciones africanas.

El Presidente reconoció también con aprecio a países de otros continentes presentes en la ceremonia y agradeció a todos sus gobiernos y pueblos los sacrificios y contribuciones ofrecidas durante el proceso de liberación de Sudáfrica.