La empresa agroindustrial Ceballos.Los mangos avileños que recientemente llegaron a Europa fueron apenas un coqueteo con un mercado que este año no recibirá más de 20 toneladas. Las perspectivas del polo exportador van en otra dirección y las noticias más sustentables siguen siendo las inversiones que realizan para asegurar la calidad de otras exportaciones y diversificar la cartera de productos.
Así lo confirma Wilver Bringas Fernández, director general de la Empresa Agroindustrial Ceballos, cuando anuncia dos nuevas líneas que deben quedar montadas en el mes de julio. Una estará destinada al procesamiento de la piña en rodajas, segmentos, jugos y concentrado, y dichos productos podrán envasarse tanto en latas y en bolsas doypack como en pomos. La otra permitirá que parte de la producción del combinado citrícola terminen en bolsas doypack de 3,2 kilogramos, lo que permitirá destinar los deficientes envases (las denominadas latas #10 de 3,2 kg) a otras producciones que ahora podrían ser más visibles en el mercado.
Tales propósitos respaldan los planes de exportación que, después del carbón vegetal, con más de 24 000 toneladas este año, corresponden a las pulpas y los jugos, muy distantes aún de las cifras carboneras, pues, dentro de ese acápite, sobresale el puré de mango, con 700 toneladas apenas.
A pesar de que seis toneladas de mango equivalen a una de pulpa —la tonelada de fruto fresco se cotiza sobre los 900.00 dólares y la de la pulpa sobre los 700.00 (con precios, ambas, muy variables)— Domingo Escalante Pérez, director de Comercio Exterior en la Agroindustrial, asegura que, en las condiciones actuales, se hace muy difícil sostener las exportaciones del fruto; no solo porque los envíos son en avión, sino por todas las atenciones que implica el proceso y por el fuerte mercado competitivo que ya tiene en la región.
“Igual nos pasa con los platanitos de La Cuba, estamos previendo exportarlo como pulpa y aprovechar las capacidades y calidad fabril de la industria, sin renunciar a pequeños intentos por introducirnos en el renglón de los frescos.”
El hecho de que solo cinco empresas del país (pertenecientes al Grupo Agrícola) dispongan de las licencias para exportar, implica que hasta Ceballos lleguen mangos desde Camagüey o Trinidad, y carbón desde Granma, por ejemplo. Asimismo, otras empresas del territorio avileño tienen que dirigir sus exportaciones por ese canal, sin que ello, asegura Wilver, suponga perjuicios a la economía de dichas entidades.
“Este año se incrementó el porciento que retienen las empresas por cada dólar que ingresen al país; pasó de de 0.17 centavos a 0.24 y, aunque se considera todavía insuficiente, ese dinero va íntegro a las empresas de donde proviene el producto. En calidad de ‘intermediarios’, no nos beneficiamos y lo creo justo”, agrega.
Aun cuando para los productores, o la industria, las exportaciones no representen jugosas finanzas y el ingreso se revierta, prácticamente, en insumos para sostener dichas exportaciones, en términos macro el llamado a captar ingresos respalda tal política. En ese sentido, las entidades avileñas se han integrado, incluso, con proyectos para potenciar los Cultivos Varios (malanga y boniato). Mientras, los departamentos agrícolas de Suelo y Sanidad Vegetal (que integran también el polo) ya tienen confeccionados mapas que muestran las áreas idóneas para plantar los productos exportables y certifican hectáreas ecológicas, de cara al mercado foráneo.
Asimismo, declara Domingo que se perfeccionan los diseños del envase y envoltura de las barras de guayaba, con la idea de aprovechar esas millonarias producciones en el Caribe, que hoy no degusta el producto líder de la Industria.
Por ello, tanto Wilver como Domingo consideran que las noticias más alentadoras para el polo, que este año exportará valores por encima de los 8 millones de dólares, están todavía por venir. Pero ya se gestan.
(Tomado del Invasor)