Primer debate en España: Los candidatos no se confiesan
Fue un debate previsible, formalista y un tanto encorsetado. Los cuatro candidatos a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo iglesias (Unidas Podemos) no se salieron del guión de los mensajes que llevan lanzando toda la campaña y, salvo momentos muy puntuales, casi fue un debate de guante blanco.
Así, el mensaje que prevaleció en Sánchez fue apelar al voto del miedo a la ultraderecha y a que se repita el Gobierno de Andalucía; mientras que Casado y Rivera explotaron el otro voto del miedo, de que Sánchez repita un Gobierno con los independentistas y "batasunos", como repitieron en numerosas ocasiones. Iglesias, en lo que es su línea de campaña, denunció todos los incumplimientos de preceptos constitucionales.
Lo que no aclaró este primer debate son los pactos postelectorales. Iglesias preguntó en más de tres ocasiones a Sánchez si entraba en su planes pactar con Ciudadanos si sumaban mayoría absoluta, y el candidato socialista no contestó ni una sola vez. "Muchos ciudadanos tomarán nota de su silencio"; dijo el líder del partido morado.
Pero, a su vez, Rivera se ofreció varias veces a Casado para pactar una mayoría para "echar" a Sánchez de La Moncloa, y el líder del PP en ningún momento habló de hacer un Gobierno conjunto. Lo más que dijo es que Ciudadanos no era su adversario político.
Casado, más moderado; y Rivera, más incisivo y con palabras más gruesas, intentaron acorralar a Sánchez por su llegada a La Moncloa con los votos de los independentistas, y su supuesto pacto con Quim Torra en Pedralbes. Insistiendo una y otra vez en que volverá a hacerlo y será el camino que marque la futura independencia de Catalunya. "La unidad de España está en riesgo si sigue Sánchez en el Gobierno", llegó a decir el líder del PP.
Sánchez negó una y otra vez estas acusaciones, se refugió en su "no es no" a la independencia, al referéndum y la autodeterminación, pero indicó que su objetivo seguirá siendo el diálogo. Aquí el candidato socialista tuvo el apoyo de Iglesias, quien dijo que esta situación sólo se resuelve dialogando, y pidió a PP y Ciudadanos que dejen de utilizar "determinados lenguajes" para referirse a este conflicto.
Como estaba previsto, Rivera y Casado instaron a Sánchez a que contestase sobre los posibles indultos, y el presidente recordó que no hay precedentes de que ningún presidente antes de una sentencia en firme diga qué va a hacer, "no puede haber un indulto preventivo ni puede haber negación preventiva del indulto", dijo. Iglesias pidió respeto al trabajo de la Justicia.
Pero Sánchez, sobre todo, se defendió del tema territorial atacando a la corrupción del PP, y recordó que la moción de censura había sido por la sentencia de la Gürtel y nada que tuviera que ver con Catalunya.
Las "cloacas"
Otro aspecto relevante del debate fue cuando apareció el asunto de las "cloacas del Estado". Hasta entonces, el intercambio de palabras entre Sánchez e Iglesias fue de cordialidad e, incluso, el presidente del Gobierno dio las gracias a Unidas Podemos por el apoyo prestado durante su mandato.
Sin embargo, Iglesias no quiso dejar pasar la actuación del PSOE con las cloacas del Estado y le recordó que el "número dos" de la Secretaría de Estado de Comunicación de La Moncloa tuvo que dimitir por estar implicado en el escándalo de espionaje a esta formación y, actualmente, está imputado; y también le reprochó que los socialistas impidieran la comparecencia del comisario Villarejo en el Congreso. Sánchez, incómodo, contestó que "la moción de censura acabó con las cloacas".
El resto del contenido del debate siguió por los cauces previstos. Cada candidato colocó sus propuestas, menos Sánchez, que se dedicó más a relatar las medidas tomadas por su Gobierno en estos últimos diez meses. Y se visualizó claramente la diferencia de planteamientos en los económico y en los social entre PSOE y Unidas Podemos frente a PP y Ciudadanos. Los dos bloques políticos se plasmaron con total nitidez, así como la clara alianza entre las "dos derechas".
Acabado el debate, todos se apresuraron a mostrarse satisfechos y a darse como vencedores. Casado, Rivera e Iglesias hicieron las primeras valoraciones desde las propias instalaciones de RTVE, mientras que Sánchez decidió hacerlas en Ferraz. Eso sí, todos eran perfectamente consciente que hoy martes les queda el partido de vuelta, el segundo y último rifirrafe.
(Tomado de Público)
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Fue una verdadera demostración de democracia. Representados todos los sectores de la sociedad. El ciudadano puede escoger entre quienes le ofrecen un mejor programa de gobierno. Tienes oportunidad aunque seas minoria.
la cara de Pablo Iglesias lo dice todo.
Fue una fantochada, una pelea de niños, casado, sanchez y sobre todo ribera convirtieron el debate en una pelea de patio de colegio, con insultos infatiles, interrupciones continuas y una mala educación digna.... bueno digna de nada. Lastima de pais españa si estos son sun lideres. Increiblemente la mesura la aporto Iglesias y poco más que eso aporto, mesura y educación, porque en todo el debate la politica no participo, estuvo de vacaciones. Creo que el debate estuvo más cerca de una emisión de Salvame que de un agora donde se debatía el estadismo.