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SNB 58: ¿Por qué tantas bases por bolas intencionales?

Imagen: Cubadebate.

Las bases por bolas intencionales se han convertido en una tendencia en nuestro béisbol como una vez sucedió con el famoso toque de bola de sacrificio. Una epidemia que poco a poco ha ido contagiando a no pocos directores, y que pese a sus estériles resultados, cada día se usa más como única estrategia para tratar que el equipo al campo salga ileso de una situación de peligro.

Los estrategas, con ésta acción, corren el riesgo de colocar una carrera potencial en bases pero supuestamente truecan en el home-plate a un bateador poderoso por uno de menos categoría, con el plus de ocupar la primera almohadilla y facilitar una posible doble matanza en el campo o un out forzado en cualquiera de las otras bases.

El riego es bastante si tenemos en cuenta que el factor psicológico en el deporte tiene un papel determinante. El bateador que vendrá a empuñar (con bases llenas o corredores en primera y segunda) multiplica en solo segundos su nivel de peligrosidad, herido en su orgullo y con sus sentidos agudizados, convirtiéndose en un ente difícil de dominar como se ha demostrado en múltiples ocasiones.

Pero esto, no es siquiera lo más importante cuando hablamos de ésta estrategia utilizada en demasía en nuestro país. El acumular más corredores en bases, teniendo en cuenta las deficiencias al campo que abundan en nuestro campeonato de casa y el alarmante descontrol de nuestros lanzadores, más que un riesgo, se puede convertir en una decisión disparatada.

En esta segunda fase ya se han jugado 99 partidos, la defensa ha errado un total de 243 veces provocando 161 carreras sucias (1.24 por juego) y los lanzadores han cometido 123 wild picht, otorgando 693 bases por bolas (7 por encuentro), casi el 20% de ellas de manera intencional (131).

Con estos truenos, ¿cómo es posible que se siga abusando de ésta estrategia muchas veces en el primer tercio de juego, sin valorar en ocasiones la verdadera calidad de los implicados y sin analizar a fondo estadísticas personales o colectivas?

Esto no quiere decir que la base por bolas intencional sea una mala estrategia. Como otras tantas, tiene su momento y se debe ordenar bajo ciertas condiciones de juego, muchas veces inevitables, aunque nunca perderá su nivel de riesgo y su toque de instinto. Nos vemos en el estadio.