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Instalan cajeros de agua para combatir la sequía en Kenia

Foto: Europa Press.

Las dificultades para el acceso al agua es un problema con el que los habitantes de las zonas áridas y semiáridas del norte de Kenia se han acostumbrado a vivir, pero la grave sequía que ha golpeado en los últimos tiempos el condado de Wajir ha tenido un impacto mayor a nada que los residentes recuerden.

Dado que gran parte de la población se dedica al pastoreo, depende de sus animales tanto para la ingesta de carne y leche como fuente de ingresos. Con la sequía, los hombres han tenido que desplazarse junto con sus animales en busca de pastos y agua, dejando a mujeres, niños y ancianos detrás sin muchos medios para subsistir.

"Aquí no hay pasto así que todos los animales han sido trasladados y están en la frontera entre Kenia y Etiopía", cuenta a Oxfam Samey, una mujer de 50 años cuyo marido e hijos se marcharon hace casi dos años y de los que hace tiempo que no tiene noticias. "Hasta que llueva y haya pastos no volverán", añade.

Foto: Europa Press.

"Mi vida es muy difícil", comenta. "No tengo un salario y mi ganado está lejos", señala, subrayando que su familia suele vender el sobrante de leche de sus animales para obtener ingresos, además de consumir su carne y su leche.

"Nunca había experimentado una sequía como esta", reconoce Ibadha, que a sus 38 años vive igualmente en Hadado junto con sus ocho hijos. "Como no llovió el año pasado y no ha llovido este no hay animales aquí", explica, incidiendo en que en sequías anteriores "no había agua" mientras que ahora lo que no tienen son animales.

Tanto Ibadha como Samey se benefician de un novedoso sistema de 'cajeros' de agua promovido por Oxfam junto con la empresa de agua y saneamiento de Wajir (WAJWASCO) que busca ayudar a que mujeres como ellas y sus familias no tengan que caminar largas distancias en busca de agua, si es que la hay, y puedan adquirla por un precio asequible.

Ya no hay que ir a la presa.

Como cuentan ambas mujeres, hasta ahora tenían que recoger el agua de una gran presa, pero eso suponía un gran trabajo para ellas, ya que había que transportar los bidones de agua una gran distancia. "Regresábamos sudando y si enviábamos a los niños a por agua volvían muy cansados", recuerda Ibadha.

Además, existían kioscos en los que se vendía agua, pero estos no siempre estaban abiertos y eran numerosas las peleas y los altercados entre quienes esperaban para comprar el agua. Ahora, gracias a los 'cajeros' de agua el proceso es más sencillo y más justo para todos los que necesitan del preciado líquido.

Foto: Europa Press.

Para poder adquirir el agua, los clientes deben presentar su tarjeta a un agente de Equity Bank, quien procede a retirar de la misma el precio de la cantidad de agua que se desea adquirir. Este a su vez les entrega un ficha como prueba de compra que se introduce en el dispensador de agua para recibir la cantidad deseada.

Lo bueno de este sistema es que hay un precio fijo de 2,5 chelines kenianos (unos 21 céntimos de euro) por cada 20 litros, el tamaño que suelen tener los bidones usados en la zona. Actualmente hay quince de estos cajeros en Hadado y Griftu y su principal ventaja es que nunca cierran ni se quedan sin agua, ya que están conectados directamente con pozos mediante tuberías, resalta Oxfam, que realiza transferencias monetarias a las familias más vulnerables. El objetivo de la ONG es que hasta 450.000 personas se beneficien de este proyecto.

Quienes ya lo hacen han notado la diferencia. "Estamos muy agradecidos a este proyecto. Ahora podemos conseguir agua en cuanto nos despertamos", subraya Samey. "Antes teníamos que ir hasta la gran presa, ahora el agua está mucho más cerca", celebra Bishara, quien cuida de 30 hijos y nietos.

Foto: Europa Press.

Por su parte Ibadha, que anteriormente regentaba un kiosco de agua y ahora está a cargo de uno de estos 'cajeros', resalta que se evitan conflictos y engaños. "Antes la gente me solía engañar con el dinero", explica, ya que al no saber escribir no era capaz de seguir las cuentas de quienes se comprometían a acudir otro día a saldar su deuda.

El agua está a la puerta de casa.

"Con los cajeros de agua, no se pierde dinero. Si tu ficha no ha sido recargada no puedes usarla para recoger agua. Si la cargas con 50 chelines, te entregan 50 chelines de agua", incide, aunque tiene claro que sin duda la mayor ventaja es que "el agua está cerca, en la puerta de casa".

Natasha también se encarga de gestionar uno de los 'cajeros'. "Solo tengo que abrir el control de la válvula, no hago nada más", explica, aunque reconoce que también tiene que vigilar que los niños no provoquen daños en la instalación. "Los 'cajeros' de agua son útiles para los habitantes de esta localidad", asegura. "Sin agua nadie puede funcionar. Cocinamos con agua, la usamos para lavar la ropa y para bañarnos y todo lo demás", subraya.

Foto: Europa Press.

"Solíamos coger agua de la presa tres o cuatro veces al día y como la presa está lejos, como a unos 5 kilómetros, nos llevaba tres horas", añade Kadija. Desde que existe el cajero "apenas cogemos agua de la presa" y "hemos experimentado un gran cambio", admite esta mujer, que tiene siete hijos y a quien su marido abandonó.

A sus 25 años, Amina tiene ocho hijos. En su caso, aunque se muestra contenta con que gracias a los cajeros ahora hay agua en su localidad, tiene claro que el hecho de que los animales hayan tenido que ser llevados a otros lugares en busca de pasto es el principal problema. "No podemos vivir sin carne y leche porque son alimentos nutritivos. No hay sustituto para ellos", resalta.

"Incluso cuando tenemos verduras, a menos que las combinemos con carne no son suficientes" para la alimentación, incide Amina. "El mayor problema es la falta de leche", que tratan de suplir con el uso de leche en polvo con el te.

(Con información de Europa Press)