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Andrés Iniesta y Fernando Torres se despiden del fútbol español

Iniesta, en el momento de ser sustituido. Foto: AFP.

Una leyenda como Andrés Iniesta no podía tener una despedida cualquiera. Aprovechando los festejos por el doblete, el Barça rindió homenaje por todo lo alto la figura del manchego, que este domingo disputó sus últimos minutos como jugador azulgrana.

Aunque oficialmente los festejos no empezaron hasta después del encuentro contra la Real Sociedad, lo cierto es que el homenaje arrancó desde antes del partido. Desde el mosaico con el mensaje de Infinito Iniesta, pasando por el tifo que se desplegó durante el partido con el mensaje "Gracias por tanto", hasta los cánticos dirigidos al manchego.

De hecho, llamó la atención que la grada de animación no paró de corear el nombre de Iniesta desde que abandonó el terreno de juego (minuto 81), hasta el final del partido. Mientras, el de Fuentealbilla lloraba desconsolado en el banquillo. Ley de vida.

Una vez terminado el trámite contra la Real, arrancó una fiesta que duró cerca de una hora. Música alta, efectos especiales, despliegue pirotécnico y muchas muestras de cariño a Iniesta. Todos los jugadores regresaron al terreno de juego portando las camisetas del 8.

Con todos los protagonistas sobre el terreno de juego, Luis Rubiales hizo entrega del trofeo que acredita al Barça como campeón de LaLiga Santander 17-18. A diferencia de otras temporadas, este curso sí se pudo entregar en el último partido de la temporada, como se hace en otras competiciones. Sería bueno que se convirtiera en la norma y no en la excepción.

Una vez recibido el trofeo, llegaron los momentos más emotivos de la noche. Primero recibió de su mujer y su hija una camiseta de recuerdo. Y después Iniesta agarró el micrófono y dedicó sus últimas palabras a la que ha sido su afición durante más de dos décadas. Entre lágrimas, el manchego agradeció el cariño y el respeto que ha recibido en todo este tiempo.

"Han sido 22 años maravillosos. Ha sido un orgullo y un placer defender y representar este escudo, para mí, el mejor del mundo".

Finalmente, prometió amor eterno al club de su vida.

"Gracias a vosotos, mi afición, por todo el cariño y por todo el respeto que me habéis hecho sentir desde el día que llegué, como un niño. Me voy como un hombre. Gracias por este mes, en el que me habéis pedido que me quedara. Sólo os puedo decir que os llevaré en mi corazón para siempre", dijo.

Aún con el nudo en la garganta, el equipo procedió a dar la vuelta de honor al estadio tras mantear a su capitán. La última con Iniesta.

El Niño: "Nunca necesité títulos para sentirme el jugador más querido del mundo"

Fernando Torres celebra su doblete ante el Eibar en el último partido como colchonero. Foto: Getty Images.

Fue decretar el final del partido Álvarez Izquierdo y desatarse la fiesta. El 'Fernando Torres, lo lo lo lo' que había atronado durante todo el partido sonó con más fuerza mientras sus compañeros, cuerpo técnico y auxiliares se disponían a prepararle un pasillo con el que el 9, que se había ido a los vestuarios, volvería al césped. Tras atravesarlo, pura emoción. Con el Niño sólo en el centro del campo, un vídeo sobre su vida se proyectaba en las pantallas del estadio, siendo interrumpido por aplausos en repetidas ocasiones.

Más cánticos ("Torres es el Atleti"), más lágrimas a ras de césped así como por toda la grada y un regalo de toda la plantilla: un cuadro con su camiseta enmarcada entregado por Gabi. Después de la foto de familia, el 14 tomó la palabra para contestar la pregunta que siempre se había hecho Fernando cuando regresó al club de qué había hecho él para ser recibido por 45.000 aficionados en un Calderón a rebosar. El capitán -ayer lo fue Torres-, fue contundente: "¿Y qué hemos hecho nosotros para merecer que esté aquí el máximo exponente del Atlético en el mundo?"

Tampoco podían faltar Manuel Briñas y Manolo Rangel, los dos primeros que no dudaron de que Torres debía ingresar en el Atlético cuando hizo la prueba de acceso a la cantera. Su regalo, tras unas emotivas palabras, fue la primera ficha de federado que tuvo como rojiblanco.

A continuación se darían la mano dos mitos, pues Gárate saltaba al césped para entregarle una réplica de la placa que al mismo tiempo se colocaba en el paseo de Leyendas acreditándole sus 404 encuentros oficiales en la entidad.

Por último, 40 socios elegidos por sorteo entre todos los abonados que han asistido a todos los partidos de esta temporada al Wanda Metropolitano, le obsequiaban con la camiseta gigante que durante todo el día habían firmado y dedicado todos los aficionados que han querido dejarle por escrito el tributo por sus 17 años de leyenda.

Enrique Cerezo, recibido entre pitos, puso el punto final homenaje acompañado por Adelardo, el futbolista con más presencia en 115 años de historia y el vicepresidente Lázaro Albarracín. Tras la imposición de la insignia de oro y brillantes, una enorme tela que representaba el dorso de la camiseta de Torres, elevada sobre un globo, daba la vuelta de honor mientras la familia de Fernando irrumpía sobre el verde.

El abrazo con sus hijos, el beso con su mujer Olalla, sus padres y su hermano precedieron las palabras más esperadas:

"Me gustaría dar un mensaje de agradecimiento a mucha gente, perdón a los que me deje. Me gustaría empezar por todos los que están en el tercer anfiteatro -en alusión a los fallecidos- , en especial a Luis Aragonés, que me enseñó el camino que ahora muchos años después este grupo está recogiendo el testigo. También a mi abuelo -mientras rompía a llorar- que me dio el regalo más grande que se le puede hacer a un niño, hacerme del Atlético. También agradecer a mi familia, a mi madre por su gran sacrificio, a mi padre por su consejo, no perderse ningún partido y enseñarme los valores que luego el Atlético me reforzó, a mis hermanos que se gastaban sus ahorros para comprarme camisetas y por ir a verme siempre, a mi mujer, que ha sido un pilar en mi vida, siempre estuvo en los peores momentos, a mi lado y me ha dado estos tres niños que son un tesoro. Por supuesto, tres atléticos más para toda la vida".

"Dar las gracias a todos los que estuvieron a mi lado enseñándome, a mis compañeros, cuerpo técnico, médico y toda esa gente que hay allí. Estos tres años y medio han sido magníficos, los que estaban y los que llegaron han sabido lo que representa el Atlético, estoy muy orgulloso de todos ellos. Ahora os dejo solos, pero seguro que vais a conseguir lo que todos sabemos que el fútbol nos debe. Este grupo ha ganado mucho menos de lo que merece y os toca ganarlo. Por último a toda la familia atlética, nunca necesité títulos para sentirme el jugador más querido del mundo. Siempre he tenido la certeza de que hiciera lo que hiciera nunca podría devolver tanto y hoy lo he reafirmado. Una semana antes de debutar estaba con vosotros y ahora han pasado 404 partidos. Es muy duro que sea el final. Me gustaría que recordarais siempre cómo nos sentimos ahora. Cuando nos preguntan por qué somos del Atlético, recordar la felicidad de ahora, el orgullo y los sentimientos de pertenecer a una gran familia cuando vengan malos momentos o quieran dividirnos desde fuera. En esos momentos, sentiros como ahora por estos colores, eso es ser del Atleti. No me queda nada más, sólo deciros que ha sido un orgullo, un honor y un privilegio vestir esta camiseta y jugar con estos jugadores que se han dejado la vida en cada partido. De corazón, me habéis hecho sentir la persona más feliz del mundo. Por último, pedir a mis compañeros y mi familia que me acompañen en una vuelta de honor y una última cosa, que mientras tanto cantéis nuestro himno, que es lo más bonito del mundo".

Tras entonar el himno toda la grada, y volver a repetirse todos los cánticos en honor a Fernando Torres, entonces sí, llegó el definitivo adiós.

(Tomado de Marca)