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"No olvidaremos", recordatorio inquebrantable del legado racista en Estados Unidos

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El Museo del Legado: de la Esclavitud al Encarcelamiento en Masa, Montgomery, Alabama (EE.UU.). Foto: Bob Miller/ Gettyimages.

El famoso artista de hip-hop Kanye West generó controversia esta semana al afirmar en una entrevista con el medio TMZ, un sitio web de noticias sobre las celebridades: “Cuando oyes hablar de que la esclavitud duró 400 años… ¿400 años? Parece una elección”.

Un productor de TMZ llamado Van Lathan enfrentó de inmediato a West fuera de cámaras:

“Creo que lo que estás haciendo ahora mismo es no pensar. Y el motivo por el que creo esto, Kanye, es porque tienes todo el derecho a opinar, tienes todo el derecho a creer lo que quieras, pero existe un mundo real, hay hechos y consecuencias reales detrás de todo lo que acabas de decir. Mientras tú haces música, eres un artista y vives la vida que te has ganado por ser un genio, el resto de nosotros en la sociedad tenemos que enfrentar amenazas contra nuestras vidas. Debemos enfrentar la marginación que proviene de esos 400 años de esclavitud que, en tu opinión, fueron una elección de nuestro pueblo. Sinceramente, estoy decepcionado, estoy consternado y, hermano, creo que me siento extremadamente herido por el hecho de que te hayas convertido en algo que, para mí, no es real”.

El destacado activista del movimiento Black Lives Matter DeRay Mckesson también respondió a Kanye West en TMZ , y le aconsejó:

“Kanye, cálmate. Encuentra un lugar donde puedas aprender y leer, donde tus ideas sean cuestionadas y donde otras personas puedan expresar sus ideas. De momento no creo que ese lugar sea el espacio público. Necesitas tomarte el tiempo para reflexionar e informarte mejor antes de realizar declaraciones públicas”.

Hay un lugar en el centro de Alabama que podría ser el lugar al que Kanye West podría ir a reflexionar acerca de la esclavitud: el recientemente inaugurado Monumento Nacional por la Paz y la Justicia ubicado en Montgomery. El monumento, ubicado en un terreno de 2,5 hectáreas, es una profunda y solemne conmemoración del horror de la esclavitud y el linchamiento en Estados Unidos. En el centro del monumento se erige un amplio pabellón con cientos de monolitos de acero colgados del techo que representan, cada uno de ellos, a los condados donde ocurrieron linchamientos, con los nombres de las víctimas.

El monumento es el resultado de la labor de Bryan Stevenson y de la organización que él dirige, Equal Justice Initiative (Iniciativa por la justicia igualitaria, en español), una organización sin fines de lucro con sede en Montgomery. Stevenson es un abogado que ha representado a prisioneros condenados a pena de muerte en el sur profundo durante varias décadas. En 2015, la Iniciativa por la justicia igualitaria publicó un amplio informe sobre la historia de los linchamientos en Estados Unidos, en el que se documentan más de 4.400 víctimas entre 1877 y 1950.

Bryan Stevenson aspira a que este monumento conmemorativo, junto con el nuevo museo de la organización, ubicado en el centro de Montgomery y llamado “Museo del Legado: de la esclavitud al encarcelamiento masivo”, pondrán en cuestión lo que él considera que es el “relato de las diferencias raciales en Estados Unidos, esta historia de desigualdad racial que nos ha vuelto tolerantes a la intolerancia y la discriminación”.

Stevenson contó en DemocracyNow!:

“Hace alrededor de diez años comenzamos a trabajar en un proyecto para cambiar ese relato. Comenzamos este trabajo de investigación sobre la esclavitud, los linchamientos y la segregación. Publicamos informes. Comenzamos a colocar recordatorios públicos, porque nuestro paisaje está repleto de iconografía de la Confederación. (…) Considero que hablar sobre la esclavitud, hablar sobre los linchamientos, hablar sobre la segregación, hablar sobre nuestra historia de desigualdad racial es fundamental para generar una consciencia que nos permita avanzar hacia la justicia y la igualdad. No creo que hayamos hecho eso con éxito en este país”.

El monumento y museo ya han dado lugar a una seria reflexión en el periódico local de la capital de Alabama, el Montgomery Advertiser, fundado en 1829. Una sección del periódico, denominada “El legado de los linchamientos: la vergonzosa historia del terrorismo racial en Estados Unidos”, incluye artículos en los que se detallan las propias fallas del periódico en la cobertura periodística de los linchamientos. Cualquier noticia sobre el tema, informa el periodista Brian Lyman, “era minimizada por la constante suposición del periódico de que las víctimas de linchamientos eran culpables de algún delito, sin importar los hechos. Esas suposiciones se basaban a menudo en opiniones racistas acerca de los afroestadounidenses”.

El consejo editorial del periódico inició su artículo con la frase “Nos equivocamos”, y añadió:

“Apoyamos las mentiras del siglo 19 y comienzos del siglo 20 de que los afroestadounidenses eran inferiores. Hemos propagado una visión del mundo arraigada en el racismo y en el repugnante mito de la superioridad racial”.

Si bien el monumento y el museo se centran en el pasado, en los 400 años de racismo contra los africanos y afroestadounidenses, Stevenson también se interesa por el presente:

“Hay una vía directa de la escuela a la cárcel. Existen cárceles y prisiones repletas de personas que no representan una amenaza a la seguridad pública. Las personas negras y de color están siendo amenazadas y perseguidas por la policía. Hay una red de debates políticos que siempre excluyen a las personas de color. Y hasta que no enfrentemos esos espacios y cuestionemos esos lugares, no podremos lograr el tipo de justicia que la mayoría de nosotros perseguimos. Ese es mi desafío. Allí tengo puesto mi corazón”.

En un muro interior del Monumento Nacional por la Paz y la Justicia está grabada la siguiente promesa:

“Por los ahorcados y golpeados, Por los fusilados, ahogados y quemados, Por los torturados, atormentados y aterrorizados, Por los abandonados por el Estado de derecho, No olvidaremos”.

En 2005, Kanye West sorprendió al país y a la Casa Blanca al pronunciar las siguientes palabras en un programa de televisión a beneficio de las víctimas del huracán Katrina: “A George Bush no le importan las personas negras”. Recientemente, Kanye West volvió a sorprender a muchos al expresar admiración por el Presidente Donald Trump y ahora afirmó que la esclavitud fue “una elección”. Kanye debería visitar el monumento erigido en Montgomery y llevar al presidente con él.

El Museo del Legado: de la Esclavitud al Encarcelamiento en Masa, Montgomery, Alabama (EE.UU.). Foto: Bob Miller/ Gettyimages.

El Museo del Legado: de la Esclavitud al Encarcelamiento en Masa, Montgomery, Alabama (EE.UU.). Foto: Bob Miller/ Gettyimages.

Museo del Legado: de la Esclavitud al Encarcelamiento en Masa, Montgomery, Alabama. Foto: The Washington Post/ Gettyimages.

Museo del Legado: de la Esclavitud al Encarcelamiento en Masa, Montgomery, Alabama. Foto: Bob Miller/ Gettyimages.

Se han publicado 7 comentarios



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  • burundanga dijo:

    Sólo una finísima capa celular de las 5 que tiene la epidermis nos diferencia (palabra que no me gusta usar). El racismo es repugnante, la xenofobia es repugnanate, la homofobia es repugnante, toda disciminación es repugnante.

  • Jose R Oro dijo:

    El racismo es una de las muy variadas formas de discriminación, probablemente la principal y más maligna. El racismo en Estados Unidos se ha manifestado (y lo sigue haciendo), principalmente entre los blancos anglosajones, generalmente protestantes (conocidos por las siglas en Ingles WASP por White, Anglosajón and Protestant) casi en el 100% de los casos estadounidenses de nacimiento (pero también algunos canadienses, australianos, británicos y últimamente sudafricanos blancos que son un purgante); contra los afroamericanos, nativos americanos, irlandeses y más recientemente contra chinos, japoneses, latinoamericanos, judíos, musulmanes, hispanos e inmigrantes en general. Este es un fenómeno muy grave en EE.UU. y dondequiera.
    Pero no solo son los anglosajones, se puede ver como las “aristocracias latinas” que viven en los EE.UU. tienen en muchas ocasiones actitudes de desprecio hacia otros latinoamericanos sobre todo si son negros, indios o mestizos. También se observa que afro-estadounidenses ricos o de altos estudios, lo primero que hacen es mudarse a un vecindario blanco, lo hacen porque se sienten más seguros, porque sus niños se codean en la escuela con niños blancos muchas veces de familias pudientes, etc., en fin discriminación dentro del propio grupo. No es tan simple, ni tan en "blanco" y "negro".
    Yo personalmente encuentro a los judíos más tolerantes con otros grupos sociales (en EE.UU., no en Gaza naturalmente). El jueves con mi esposa fuimos a cenar a casa de un vecino oriundo de Bangladesh, y estaba un pastor protestante nacido en Gales, un ghanés, un yugoslavo, un uzbeko, y una familia cubano-americana judía, y la pasamos muy bien. Personalmente, en muy raras ocasiones he percibido mal intención racista hacia mí, y las pocas veces, de gente de muy bajo nivel cultural, los así llamados “red necks” que es un término peyorativo hacia blancos incultos. Creo que el racismo por lo general es un fenómeno que se expresa mas intensamente hacia un grupo, no hacia un individuo.
    Creo que el racismo es una de las peores manifestaciones de lo malo en el ser humano. Con el presidente Obama había perdido un poco de intensidad, pero con DT el racismo, como todo el resto del estiércol social ha reflotado bastante. El que el pueblo estadounidense haya elegido a Obama dos veces su presidente fue un gran paso adelante, pero como se ve, no el fin del racismo. Si sale una mujer presidente en elección futuras también será un gran paso adelante, pero no el fin de la discriminación contra la mujer.
    Creo que EE.UU. progresa socialmente y que la tendencia es cada día ser una sociedad más tolerante como un todo, a pesar del reflujo que acompaña a DT contra minorías (mas agresivo contra los mexicanos que contra los afroamericanos). Perduran gravísimos problemas, pero cada día más, en vez de ser el racismo aquí en EE.UU. algo organizado, de grandes grupos, va pasando a ser de minorías y de individuos enajenados cada vez más aislados, pero más violentos últimamente.
    Por otra parte, hay muchas gentes que se desgarran las vestiduras, protestando contra el racismo en EE.UU., les propongo que también presten atención al racismo en sus propios países. Con declarar que no hay racismo, no se elimina el racismo del todo. Facta non verba.

  • Andrés dijo:

    Muy de acuerdo con su comentario amigo José. Definitivamente el racismo es una de las más repugnantes aberraciones de la humanidad. Y su eliminación lleva más que palabras. El caso particular de la esclavitud en los Estados Unidos (pero también en Latinoamérica y el Caribe, incluyendo Cuba) es bien ilustrativo. Creo que este monumento es un justo recordatorio del impacto real de esta tragedia. Creo, además, que tiene un valor simbólico innegable y su mensaje continúa más que vigente.

    También reconozco que hay que ir más allá del valor simbólico de la representación y llevar a cabo cambios estructurales reales. En mi opinión, los símbolos serán importantes siempre y cuando no se dejen en manos aquellos demasiado obsesionados con ellos. Es triste, por ejemplo, ver como en la discusión sobre racismo en el mundo occidental industrializado se ha convertido en una obsesión con introducir algunos miembros de grupos discriminados en el poder, a despecho de la gran mayoría. Esto es lo que se ha interpretado como progreso. Pero este progreso, naturalmente, no es más que la versión edulcorada y distorsionada de la igualdad. En cuanto estos pocos miembros llegan al poder se les permite comportarse de la misma forma en que se han comportado las aristocracias blancas tradicionales. Esto no es progreso real. No se debe confundir el símbolo con la esencia. Por ejemplo, el primer líder negro de un partido político de peso en Holanda, Joao Varela, fue un emigrante de Cabo Verde con ideas reaccionarias. De hecho, el partido que milita es uno de los partidos anti-inmigrante en Holanda. Ben Carson, un eminente cirujano negro que trabaja en la administración Trump, tiene ideas horripilantes sobre los inmigrantes. No se debe identificar nada de esto con progreso. Ver esto como progreso es el tipo de ingenuidad progresista que la derecha siempre aprovecha oportunistamente.

    Por supuesto, estas personas representan, en cierta medida, un avance. Muchos de estos exitosos no se liberan del racismo por sus millones. Además, traen un set de experiencias, que incluye historias de discriminación y pobreza familiar, que difícilmente posean los que han nacido en privilegio, en términos raciales o de clase. Esto ayuda a entender la complejidad de la discriminación.Pero, de cualquier modo, la diversidad no debe ser vista como un fin en si misma sino como un medio para acabar con la desigualdad. Sin embargo, la construcción de aristocracias no blancas no ayuda, es más bien parte del problema. No me sorprende mucho encontrarme europeos o norteamericanos blancos racistas, pero duele encontrarse a un hindú banquero tratándote con el mismo despecho. Pero no debería sorprender pues el hecho es que en la discusión sobre racismo en el occidente industrializado no se habla nunca de clase. Y esto sucede por que el poder blanco, a ambos lados del espectro ideológico (conservador y progresista), ha sido quién ha cooptado la lucha contra el racismo. Figuras como Luther King, que en vida fueron odiados y temidos por su radicalidad socialista, han sido reinterpretadas de modo que no asuste a nadie. Pero mientras el elemento "clase" no se introduzca en la ecuación no se podrá tener una discusión útil sobre las formas de erradicar la discriminación.

  • wicho dijo:

    Keyne West tiene el sindrome Kardashian y se esta volviendo loco, ella es de una belleza que te lleva a la locura y unas costumbres que provocan demencia, es lo unico que puede alegar este Sr West, para no declararlo culpable por desconocimiento, y sobretodo que esas ideas salgan de un afrodescendiente es peligroso, porque parece que el lavado de cerebro funciona.

  • Hugo Andrés Govín Díaz dijo:

    Bueno, el SISTEMA imperante en Estados Unidos ha desarrollado a través de bien estructurados mecanismos toda la infraestructura necesaria para llegar a las mentes de muchas personas en diferentes grupos sociales, (dentro y fuera del país) que con sus formas de actuar se convierten en "tablas de salvación" del propio sistema.
    Las excentricidades de algunos artistas y deportistas son bienvenidas. Mientras más enajenados y desconectados de las realidades se encuentren esas personas, mejor le servirán para sus propósitos.
    Totalmente de acuerdo con el Ing. R Oro, sobre todo con los últimos 4 renglones de su acertadísimo comentario, en donde se refiere al racismo nuestro de cada día en muchísimos países. Acá no somos excepción.

  • DE CUBA CON ♠ dijo:

    La discriminación racial no se la creen ni quienes la defienden con las teorias que pregonan.

    La que subyase y se esconde en todas las sociedades humanas representadas en Naciones Unidas, lo que tapan por verguenza que ellos mismos sienten cuando se disfrazan de racistas es, la discriminacion económica.

  • Romeu dijo:

    Por naturaleza el humano siempre se ha sentido atraído, y es explorador de todo lo desconocido, sintiendo especial inclinación por su sustancialidad social a acercarse a semejantes, máxime si poseen rasgos distintivos, aspecto que le cautiva.
    Procediendo siempre con curiosidad a lo desconocido el humano le ha atribuido a toda cosa y seres poderes o características…pero hasta ahí bien. Los que han ejercido y ejercen el mando –algo visto desde las, aun sobrevivientes, tribus, hasta esta parte de la sociedad llamada civilizada en forma despreciativa en relación con los signados como inciviles- han utilizado estas superficiales diferencias para construir obscenas teorías que impuestas, bien edulcoradas, en las mentes de sus propios pueblos y luego al resto de la humanidad, sirven para que todos entre todos y contra todos se dividan, se saqueen, y asesinen a favor del grupo decretado como superior que evidentemente será el perteneciente a los que mandan; estos actos justificados por dichas teorías aberradas (múltiples y para cada época y sistema sociocultural) han sido incentivo psicológico para lanzar multitudes a guerras y demás masacres. De modo que los poderosos utilizan las diferencias aparentes para sembrar e inventar las diferencias socio-políticas-económicas y de toda índole.
    Es por ello que vemos que cuando todos son físicamente iguales se dividen por credos religiosos, si de igual religión, por diferentes formas de interpretación y creencia de la misma (ejemplo: chiitas-sunitas; católicos-cristianos-protestantes, etc.; si creyeran en lo mismo, entonces por nacionalidades; por etnias; árabes: israelíes contra palestinos, en su momento Irak contra Irán; pero cuando todos son lo más parecido posible entonces ricos contra pobres; hombres avasallan mujeres hasta lo increíble; los adultos disponen de los niños como vulgar mercancía; en el sur de Sahara la gran masacre entre tutsis y hutus vemos todos africanos, todos negros; en Europa Hitler llevó a la máxima expresión del racismo en esa zona puesto que los únicos blancos y por tanto humanos, eran ellos y el resto era merecedor de ser sus sirvientes y luego de agotada la nómina a incinerar la humanidad (parece un mero cuento) pero ese gen está inoculado en la mentalidad de muchos judíos quienes hablan en secreto públicamente conocido que la tierra prometida es la TIERRA; también por asuntos políticos es decir de dominación.
    Así vemos que casi todos somos presa de una u otra forma de un discurso perniciosamente discriminatorio, nacista, fascistoide, racista, estúpidamente machista, e inhumano.
    Sin percatarnos hacemos valoraciones a través de todo ese instrumental conceptual recibido muchas veces hasta en universidades, lo peor del caso es la aceptación del despreciado quien llega a humillarse queriendo parecerse a quien por lógica, física, matemática, genética, y espiritualmente no es, y jamás será. He ahí los latinos queriendo ser anglos, y europeos rechazando familiares consanguíneos, operándose, tiñéndose, alistándose en la armada de su colonizador como si fueran… a pesar que los propios colonos le recuerdan siempre que no son ni serán iguales. Muchos afros se hacen ecos del supuesto adelanto de la raza cuando lo adelantado que tiene el humano entre los otros seres terrícolas es precisamente su cerebro creador de maravillas, y un alma capaz de elevarse en virtudes.
    El fenómeno de discriminación se ha venido instrumentado desde los centros de poder colonialistas a través de políticas socioculturales en el más amplio sentido de la palabra que se evidencia en declaraciones como las del afamado artista de hip-hop Kanye Westa quien ha perdido un poco su referente histórico desensibilizado por el egoísmo de la sociedad en la que fue formado, y un poco del propio vemos que se desentiende de la situación ya no de sus iguales sino de la propia para poder llegar a su presente. Me abstengo de juzgar a quien, como millones como él, le precede una historia de duro bregar, y un presente retocado, pero tan difícil como aquel, en el mismo lugar contra iguales ideas, y casi con las mismas gentes.
    Vean como asimilamos tranquilamente cuando nos dan noticias sobre cosas horribles ocurridas en contra de una “minoría”, este propio termino no es casual, despierta la sensación de menor desgracia, suaviza el drama, puede ser un segmento social minoría en un lugar, pero cuando usted suma (pj: latinos: son millones claro en EU son minorías, pero… ¿es que acaso la relación numérica de individuos los pone en desventaja conceptual, moral, y humana, para considerarlo precisamente tan humanos como cualquiera?). Cuando el hecho afecta a los considerados perteneciente a la clase, grupo o casta hegemónica nos informan sobre una hecatombe mundial… ¡y nos lo creemos!
    Todos los actos que se hagan a favor del respeto a los derechos humanos son pocos. Todos podemos desde nuestras posiciones resistirnos mediante la omisión total de participar de una forma u otra en actos denigrantes de nuestra propia condición humana, resistirnos a comportarnos como seres despreciables, no se trata solamente de una simple omisión a no participar, es sobre todo acción, denuncia, es encarar con carácter la injusticia.

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Amy Goodman

Amy Goodman

Periodista norteamericana, directora de la radio-televisora alternativa Democracy Now!

Denis Moynihan

Denis Moynihan

Cofundador de Democracy Now!

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