Las nuevas medidas contenidas en la Resolución 54/2018 para la protección al consumidor han impactado en la provincia de Santiago de Cuba, donde las opiniones coinciden en que deben influir para prestar un mejor servicio y eliminar irregularidades y violaciones.
Dependienta de farmacia durante 26 años, Sandra Diez Aguilera, considera que esa es otra muestra de la política social de la Revolución que va más allá de la defensa del derecho de las personas a acceder a los servicios de salud, educación y seguridad social, entre otras cuestiones esenciales en la vida.
Estas medidas benefician a todos y desde el puesto en que nos desempeñemos debemos esmerarnos para que se cumplan, si tenemos en cuenta el concepto de que todos somos consumidores, señala quien fuera dirigente de la Central de Trabajadores de Cuba por varios años en el territorio.
Conozco bien lo que plantea la Resolución, dijo, y pienso que las administraciones de los centros tienen una alta responsabilidad para que se cumpla, ya que deben garantizar las condiciones para que el trabajador pueda ofrecer un buen servicio y proteger al consumidor.
Por ejemplo, hay que exigir por el manteniendo de las pesas en buen estado, que casi todas están obsoletas o deterioradas por el reiterado uso, y asegurar monedas fraccionarias para devolver al cliente, que son dos de los aspectos más cuestionados e irritantes en bodegas, agro y otros sitios donde se prestan servicios, agregó.
Alberto Barroso Caballero, dependiente por 24 años de bodega en el supermercado de Micro 3, en el Centro Urbano Abel Santamaría, de esta ciudad, coincide en el papel que deben desempeñar las administraciones para ellos poder proteger al consumidor y darle el servicio que merece.
Sé de la Resolución a través de los medios de comunicación y considero que debe discutirse en los colectivos que prestan servicios, ya que el consumidor está en su derecho de reclamar por la falta de calidad o de mal pesaje del producto que compra, pero todo debe hacerse con ética, respeto y decencia.
Barroso Caballero, quien es diligente y todo un caballero en su puesto de labor, según criterio generalizado de sus clientes, insistió en la urgencia de arreglar las pesas, que tengan su sello de calidad, y asegurar menudo para el cambio.
Nora Rodríguez y Elbis Ramírez, consumidoras de esa misma comunidad, alabaron las nuevas medidas para la protección al consumidor como una vía segura para evitar irregularidades y violaciones que se dan sobre todo en carnicerías y mercados agropecuarios, añadieron.
Para Nelia Arzola Ramírez, cuentapropista de productos agropecuarios, la calidad debe prevaler como garantía de respeto al pueblo, y en su caso le satisface servirle bien, pues cuando su mercancía merma o se deteriora por el tiempo, le baja el precio, para que el cliente se marche complacido.
Si la Resolución aboga por el respeto y la calidad del servicio que prestamos yo la aplaudo y la cumpliré al pie de la letra, pues soy una trabajadora de ley y de compromiso, subraya.
(Con información de ACN)