Conocemos que en otras latitudes la denominación de "Guapo(a)" señala hacia lo hermoso y lo galán, pero en nuestra querida isla el término está casi absolutamente destinado a los personajes que supuestamente echan valor hasta por los codos, preferiblemente aquellos que utilizan la guapería un poco más como alarde de valentía que como real disposición a la pelea.
Nunca olvido el antológico personaje "Cheo Malanga" de San Nicolás del Peladero (protagonizado por el insuperable humorista Enrique Arredondo) que era un fiel retrato de ese tipo de gente. Creo que esa modalidad criolla del "belicoso de solar" se puede encontrar en toda Cuba, salvo en Yateras donde según afirma la canción, se acabaron los guapos.
La peor parte del asunto es cuando el guapo la emprende con los más débiles pasando a ser, además de lo anterior, un abusador consumado, incluso algunos hasta la cogen con los objetos inanimados; como Gilberto "Rompe Búcaros" de la Rosa, un vecino del barrio que descargaba su ira contra los adornos florales de su pobre mujer. Es también muy notable el caso de un tipejo ridículo que se dedica, en plena ciudad de Miami, a pasarle por arriba con una planadora a los indefensos discos de cualquier músico que se le ocurra actuar en nuestra isla, esa es la típica "guapería guanajo – simbólica"
Están también los del genero "No me sujeten" que después de amenazas, improperios y puños al aire esperan a que algún mediador de ocasión se decida a interponerse entre ellos y el posible rival, para armar tremenda perreta pidiendo que los suelten en aras de liquidar al otro, cuando en realidad sucede que muchas veces es una tímida y solitaria mano la que apenas se interpone en el camino de la anunciada pelea.
Luego vienen los "Guapos etílicos" por lo general dotados de una doble personalidad asombrosa que los lleva de silenciosos y dóciles caballeros a verdaderos trogloditas dispuestos a darle candela a Troya con el caballo incluido.
Muy común es la que podría catalogarse como "Guapería Vía Satélite" que es la preferida de aquellos que te mandan desde la lejanía cualquier cantidad de amenazas y juramentos respecto al estado final en que debe quedar tu rostro cuando te pongan las manos encima, aunque difícilmente materialicen sus promesas en la corta distancia.
Los cubanos conocemos además otro tipo de guapería que podría ser denominada como "Guapería mediática" dentro de la cual a cada rato pretenden sacar pecho algunos personajillos, que rodeados de una camarilla de reporteros y fotógrafos ávidos de mentiras, desparraman amenazas y planes descabellados contra la Revolución, aunque a la hora de los mameyes es muy probable que salgan como el perro que tumbó la olla.
(Tomado de La Bicicleta)