Foto: Prensa Latina.
La victoria angoleña en Cuito Cuanavale 30 años atrás tiene ecos, un reconocimiento a los que ofrendaron su vida y la alegría de la transformación de la geoestrategia subregional.
Oradores y participantes en el acto por las tres décadas del fin de la batalla, que corrió del 15 de noviembre de 1987 al 23 de marzo de 1988, reconocieron el significado de su desenlace pues acercó la paz definitiva en Angola, dio la independencia a Namibia y dictó el principio del fin del régimen segregacionista del apartheid.
"Este día los namibios lo consideramos el punto de viraje decisivo, porque forzó al régimen del apartheid aceptar la resolución 435 del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para la independencia de Namibia", expresó la embajadora de Windhoek en Angola, Claudia Grace Uushona.
No fue una pelea fácil y muchos angoleños, namibios y cubanos cayeron, recordó la diplomática al margen del acto por la efeméride la víspera en el memorial a la batalla de Cuito Cuanavale, en ese territorio a unos mil 200 kilómetros al sur de Luanda.
De honor calificó la embajadora cubana Esther Armenteros su presencia en la que consideró tierra heroica, donde angoleños, cubanos y namibios regaron su sangre.
"Cuba está contenta por haberlos acompañado en esa epopeya, de la misma forma que nos honra acompañarlos en la paz y en el desarrollo con médicos y profesores que ayudan al pueblo", remarcó Armenteros, quien colocó una ofrenda floral en memoria de los caídos.
Foto: Prensa Latina.
Entretanto, el presidente Joao Lourenzo rindió un profundo homenaje a los heroicos combatientes de la contienda, en particular a los que sacrificaron sus existencias.
Una nota de la Secretaría para Asuntos de Comunicación Institucional y Prensa del Presidente de la República recordó que los participantes combatieron día y noche para proteger la integridad de la nación.
Ese triunfo conducirá a los angoleños a nuevas victorias en el esfuerzo colectivo de edificar una sociedad de prosperidad, justicia social e inclusión, dijo la fuente en alusión a palabras del mandatario.
Desde septiembre del año pasado, en una superficie de 3,5 hectáreas, se encuentra el Memorial a la victoria en la batalla de Cuito Cuanavale que homenajea a los combatientes angoleños y cubanos que defendieron la integridad territorial del país africano.
Integran además el conjunto una estatua de dos soldados -uno angoleño y otro cubano- que levantan la bandera nacional, y dos espejos de agua que simbolizan los ríos Cuito y Cuanavale. En una pieza de vidrio podrán depositarse flores en honor a los caídos.
En otras fases se edificarán un centro de conferencias, una biblioteca y un museo, en el que quedará equipamiento militar empleado por los protagonistas de los combates.
Foto: Prensa Latina.
Seguidamente se construirá una villa turística con 120 apartamentos, una piscina, dos restaurantes, centros comerciales. También se levantarán 12 residencias protocolares.
El desenlace de la batalla obligó al entonces régimen sudafricano firmar los acuerdos de paz en Nueva York en 1988 a cuatro bandas: Angola, Cuba, Sudáfrica y Estados Unidos. Con este cambió la historia en la zona austral del continente al conseguirse la independencia de Namibia y comenzar el desmontaje del apartheid.
Es bueno visitar o revisitar Cuito Cuanavale con la esperanza de que la guerra no vuelva, afirmó el ministro de Estado y jefe de la Casa Civil del Presidente de la República, Pedro Sebastiao.
Honrar a los que cayeron aquí significa cumplir nuestras obligaciones tanto como ciudadanos como militares, y forma parte ahora de nuestra lucha contra la corrupción.
Foto: Prensa Latina.
(Información de Prensa Latina)