Dos suicidas atacaron una concurrida iglesia cristiana en el suroeste de Pakistán el domingo, matando al menos a ocho personas e hiriendo a otras 45 más antes de que uno de ellos se inmolase y otro fuera mortalmente abatido por la policía.
En un ataque que se autoatribuyó el Estado Islámico, los hombres, que llevaban chalecos con explosivos, irrumpieron en la iglesia de la ciudad de Quetta al poco de iniciarse los servicios del domingo, haciendo explotar un chaleco y disparando contra los fieles, dijo Sarfraz Bugti, responsable de Interior en la provincia de Baluchistán.
Los guardias que se encontraban en la iglesia intercambiaron disparos con los atacantes, impidiéndoles entrar en el santuario principal, dijo el jefe policial de la provincia, Moazzam Jah. Entre los fallecidos había dos mujeres.
“Había casi 400 personas en el interior de la iglesia, pero los atacantes no pudieron entrar el lugar donde se estaban realizando los servicios. Matamos a uno de ellos y el otro se inmoló después de que la policía le hiriera”, dijo Jah.
La iglesia metodista tenía guardias porque los lugares de oración cristianos son a menudo objeto de atentados islamistas.
Grupos talibanes, islamistas suníes y otros grupos vinculados con Al Qaeda y el Estado Islámico operan también en la estratégica región, fronteriza con Irán y Afganistán.
La violencia ha alimentado la preocupación por la seguridad para proyectos en el corredor económico China-Pakistán -valorado en 57 mil millones de dólares-, un nexo energético y de transporte que se prevé vaya del oeste de China al puerto paquistaní de Gwadar.
(Información de Reuters)