Tom Marino. Foto tomada de marino.house.gov.
El mandatario norteamericano, Donald Trump, publicó en horas de la mañana en su cuenta en la red social Twitter, que el congresista Tom Marino, su candidato para dirigir la Administración para Control de Drogas (DEA), decidió retirarse de esa nominación luego de varias revelaciones relativas a su posición sobre el tema.
"El representante Tom Marino me ha informado que está retirando su nombre de la consideración para zar antidrogas. ¡Tom es un buen hombre y un gran congresista!", escribió el mandatario en Twitter.
La noticia de este martes sigue a reportes de prensa de que el legislador republicano por Pensilvania jugó un papel clave en la aprobación de un proyecto de ley para debilitar la autoridad del gobierno federal a la hora de impedir que las compañías distribuyan opiáceos.
De acuerdo con el diario The Washington Post y la cadena CBS, Marino fue líder en el aval de esa normativa el año pasado, la cual hizo más difícil que la DEA detenga los envíos sospechosos de drogas.
La industria farmacéutica presionó fuertemente por la aprobación de esa ley y a cambio dio a Marino contribuciones de la campaña, según los medios estadounidenses.
Preguntado ayer sobre ese asunto durante una comparecencia ante los medios en la Casa Blanca, Trump sostuvo que revisaría la nominación de su zar antidrogas a raíz de esas informaciones.
Marino me apoyó desde muy temprano y es un gran tipo, dijo en ese momento sobre el congresista, a quien propuso en septiembre para el cargo, pero cuyo proceso de confirmación aún no había iniciado en el Senado.
El presidente agregó que si se determinaba que el trabajo del legislador era contrario al objetivo de combatir la adicción a los opioides, haría un cambio.
Tras difundirse los reportes sobre el papel desempeñado por el representante republicano, el líder de la minoría demócrata en la Cámara alta, Chuck Schumer, estimó que colocarlo al frente de la DEA era como 'poner al lobo a cuidar el rebaño'.
Ayer Trump también informó a los periodistas que la semana próxima hará oficialmente una declaración nacional de emergencia para combatir la epidemia de opiáceos, medida a la que catalogó como un 'gran anuncio'.
En agosto el gobernante se comprometió a declarar el tema como emergencia, pero hasta el momento esa afirmación no se ha respaldado con un anuncio oficial, lo que según la cadena CNN priva a los estados y las agencias federales de más recursos y poder para hacer frente a la crisis con esas sustancias.
Trump hizo del combate al abuso de opiáceos una plataforma clave en su campaña de 2016, especialmente en los estados más afectados por el problema.
Un panel creado por la Casa Blanca indicó hace dos meses que de 2000 a 2015 más de 500 mil personas murieron por sobredosis de drogas en el país, y los opiáceos representan la mayoría de las sustancias consumidas.
(Con información de Prensa Latina)