Pedro Sánchez. Foto tomada de infoLibre.
En debate previo a las primarias del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), su exlíder Pedro Sánchez, apostó hoy por un giro a la izquierda si ganaba los comicios.
El próximo domingo, los militantes socialistas escogerán a su nuevo secretario general entre su exlíder, Susana Díaz y Patxi López.
Los tres celebraron este lunes en la sede del partido en Madrid el único debate de cara a estas elecciones primarias, marcado por el futuro decantamiento del partido hacia el centro o a la izquierda y el declive de la socialdemocracia en Europa.
"La socialdemocracia en Europa y en España se enfrenta ante una encrucijada vital, trascendental", dijo Sánchez.
"'U optamos por la vía portuguesa, liderando a la izquierda y derrotando a la derecha, u optamos por la abstención, por unirnos a la derecha, por ser una fuerza subalterna a la derecha", afirmó Sánchez, partidario de buscar un acercamiento con la izquierda radical de Podemos (tercera fuerza a nivel nacional).
A ello se muestra muy reacia Susana Díaz, la presidenta regional de Andalucía y candidata de buena parte del aparato del partido, que en octubre promovió una revuelta para apartar a Sánchez, facilitar un gobierno conservador y evitar unas nuevas elecciones.
"Tu problema no soy yo, tu problema eres tú", se defendió Díaz, acusada por Sánchez de supuesta deslealtad.
"La decisión de la abstención fue difícil y dolorosa pero (...) en esta situación estamos porque ese Partido Popular (PP, de Rajoy) tóxico e infame nos ha provocado la mayor debacle electoral de los últimos años", dijo Díaz.
Las legislativas de junio de 2016 dejaron al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con sus peores resultados de la historia, con 85 diputados sobre 350 y muy lejos de los 137 cosechados por el conservador Partido Popular.
A raíz de ello, se desencadenó una guerra interna entre el sector de Sánchez y aquellos que apostaban por facilitar un gobierno conservador, como la propia Díaz y los expresidentes de gobierno Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.
Entre estos dos frentes intenta situarse el tercer candidato en liza, el expresidente regional vasco Patxi López, contrario a la abstención pero partidario de pasar página al conflicto interno.
"En vez de defender un proyecto claro de izquierdas, nos hemos dedicado a atacarnos entre nosotros", terció López, proponiendo una amplia batería de medidas sociales para "gobernar la economía y ponerla al servicio de la sociedad".
(Con información de AFP)