Jóvenes cubanos que apuestan por la ciencia (+ Video)

Por Manuel Alejandro Hernández Barrios

Fotos: Roberto Garaicoa

Emisión: 24/04/2017

Pareciera que abril fuera el mes de los jóvenes, y de las celebraciones de los jóvenes. Al reconocimiento a los más jóvenes hacedores de ciencia en Cuba por parte del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), estuvo dedicado el espacio televisivo Mesa Redonda del martes 25 de abril.

Sobre la importancia que tiene el reconocimiento entregado a los jóvenes hacedores de ciencia por parte del CITMA la master en ciencias Dayamy González Cruz, directora de Recursos Humanos de ese ministerio refirió que “este es un premio anual del CITMA que se entrega a estudiantes y jóvenes investigadores y a jóvenes tecnólogos. Surge en 2001 a partir de un reclamo de la Sociedad Científica del país. En 2004 se hace oficial mediante un acuerdo del comité ejecutivo del Consejo de Ministro. La de este año es la oncena edición de este premio.

“El premio reconoce a los jóvenes que desde la etapa estudiantil y hasta su vida laboral se han destacado en actividades de investigación como en actividades tecnológicas como tal. Es para menores de 35 años de edad. Se lanza la convocatoria en el mes de junio de cada año y hasta el mes de diciembre se reciben los expedientes.

“Se crean nueve categorías en las cuales el tribunal designado debe revisar cada expediente. En este proceso participan el Ministerio de Educación Superior, Ministerio de Educación, el Ministerio de Agricultura, el de Salud Pública y el INDER, así como las BTJ, UJC, FEU y el sindicato nacional de trabajadores de la ciencia.

“En esta oncena edición se presentaron más de doscientas propuestas. Se otorgaron 17 premios y 29 menciones. En el caso de los jóvenes investigadores, 15 son doctores en ciencias y cinco con master en ciencias. El premio se otorga en el paraninfo de la Academia de Ciencias de Cuba el pasado 15 de abril.

“Entre las actividades colaterales al premio estuvo la visita a la Sierra del Rosario donde tuvieron un contacto con el trabajo de una Reserva Ecológica, el cuidado del Medio Ambiente.

“En esta oportunidad la universidad de Pinar del Río y la universidad de Holguín fueron las dos que más se destacaron durante el proceso por ser las que más premio recibieron del total de propuestas presentadas por ellas.

“En el caso de los estudiantes les damos un seguimiento a través de las delegaciones territoriales de CITMA a la ubicación futura después de graduados. En el caso de los ya graduados los seguís en el tema de la capacitación, el vínculo con nuestro ministerio, con sus organismos”.

No hay mejor agradecimiento que la sonrisa de un niño

Una de las jóvenes estudiantes investigadoras que fue premiada en esta ocasión por el CITMA fue la joven Raima González Benítez, estudiante de cuarto año de la carrera Pedagogía Sicológica en la Sede Pedagógica Rafael María de Mendive de la Universidad de Pinar del Río, quien sobre sus esfuerzos investigativos comentó que “la orientación familiar es el tema que siempre me ha apasionado. Comencé presentándome con trabajos extracurriculares en diferentes eventos. Participé en Sociedades Científicas en todos los niveles, Fórum de ciencia y técnica, eventos de sicopedagogos, encuentros de cátedras honoríficas. Tuve la oportunidad de participar en el 28 Fórum Nacional de Ciencias Pedagógicas celebrado en Villa Clara.

“En todos esos eventos he obtenido resultados satisfactorios. Eso es lo que me ha llevado a obtener una mención nacional en este premio que otorga el CITMA. Confieso que lo consideraba una utopía.

“Agradezco mucho a mis profesores del departamento de sicopedagogía, porque ellos fueron los que creyeron desde un principio que yo contara con las condiciones para recibir este premio. Este recibimiento se traduce en compromiso. Ahora estoy comprometida con mis compañeros, y con la continuación de mis investigaciones y profundizando en esta labor.

“Ahora mismo estoy realizando un programa de orientación dirigido a los padres de los niños y las niñas en edad preescolar, que tiene el propósito de brindarles todas las herramientas necesarias para dirigir el proceso educativo desde el hogar. Es una forma no convencional de dirigir la orientación familiar.

“La implementación de esta propuesta se realizará desde la Radio provincial Guamá. Se encuentra en la etapa de diseño. Trata los logros que deben alcanzar los niños en la etapa preescolar, las actividades que garantizan estos logros, el rol que deben desarrollar los adultos para alcanzarlos y los métodos como la utilización de la recompensa o la sanción, siempre desde el punto de vista constructivo.

“Se escoge la Radio porque tiene muchas vías de retroalimentación como son las llamadas telefónicas, el correo electrónico, el correo postal. Con el garantizaremos que el nucleo familiar fortalezca sus lazos afectivos, que supere sus temores sobre todo desde una relación dialéctica y de compromiso.

“La familia es considerada la base fundamental de la sociedad. Los padres don los primeros educadores de sus hijos. Es en el medio familiar donde se condiciona la conducta. Es en esa primera comunicación donde se forman los hábitos de conducta, los valores.

“Tal vez, los niños no expresan su agradecimiento, pero una lo siente. Un niño que ayer no sonreía, hoy participa activamente con su grupo. No hay mejor agradecimiento que la sonrisa de un niño”.

Un experimentado joven neuroquímico

Javier González Argote, interno de medicina de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, es un apasionado de la bioquímica. Sobre su vocación y pasiones profesionales cuenta que “antes de estudiar medicina fui concursante de biología en el IPVCE Félix Varela. Desde el primer año me vinculé a una beca de creación ofrecida por un centro de investigación tecnológica adscripto a nuestra facultad y así me abrí el paso a las ciencias.

“Vengo del Hospital Miguel Enrique y ahora estoy en el Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón. Este traslado me ha conllevado a un cambio de mentalidad. Es una experiencia novedosa. Todos los profesores que me acompañan son muy experimentados y la ayuda de ellos me abre el camino.

“Para llegar a lograr el desarrollo de determinada vacuna primero hay que realizar una serie de pruebas preclínicas de experimentación en animales de laboratorio para después llevarla a ensayos clínicos.

“Dentro de la Bioquímica lo que más me gusta es la neuroquímica, el desarrollo y estudio del Sistema Nervioso Central. Recientemente la Academia Americana de Neuroquímica me otorgó el premio Joven Neuroquímico Latinoamericano por el trabajo investigativo que desarrollo en Neuroquímica.

“Una de las oportunidades que tiene este internado vertical de ciencias básicas es la vinculación que tenemos con el trabajo de laboratorio. Estamos trabajando en el neurodesarrollo en ratas y la vinculación con la investigación de dos enfermedades abundante en la actualidad, la obesidad y la diabetes mellitus.

“Una de las estrategias que se le ha propuesto al CITMA es la creación de una Red de Jóvenes Investigadores, tomando como experiencia la red que tenemos en las Ciencias Médicas para el desarrollo de estudios colaborativos, mantener y fomentar los contactos.

“Las ciencias básicas son el pilar fundamental para el desarrollo del pensamiento, sino entendemos los procesos fisiológicos y fisiopatológicos desde las células y las moléculas, y la dinámica que hay en el organismo, después sería imposible entender los síntomas que presente el paciente.

“Experimentados profesores como Rolando Hernández, Agustín Vicedo, Sonia Crapé y otros nos pueden transmitir sus conocimientos y así podemos llenar esos vacíos generacionales que tenemos en el Instituto de Ciencias Básicas. En el internado damos dos módulos importantes que son Pedagogía y Didáctica especial de la Bioquímica para introducirnos al campo de la enseñanza técnica”.

De tecnóloga a Máster

La master en ciencias Yurileydi Aldama Casas, investigadora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) cuenta que “al graduarme de técnico medio en la escuela Girón estaba en busca de superarme como profesional y dedicarme a la vida científica. Llegué al CIGB como técnico medio en la dirección de control y calidad en el laboratorio de inmunoquímica. Allí comencé a formarme para estudiar en la Universidad. Gracias a la ayuda de mis compañeros y profesores del CIGB pude estudiar Ingeniería Industrial. Fue un alto reto el de trabajar y estudiar a la vez.

“Comencé a trabajar específicamente en el desarrollo e investigación de métodos analíticos para poder demostrar la calidad de todos esos productos que salen desde el proceso de investigación, que luego transitan por la investigación en desarrollo y una vez que están materializados es necesario demostrar que tienen toda la calidad requerida.

“El CIGB se caracteriza por tener mucho personal joven y capacitado. Cuenta con todo el ciclo productivo, parte desde la investigación, la investigación desarrollo, la calidad, y la venta de los productos.

“Nuestra responsabilidad es demostrar la calidad que tiene el producto. Tenemos que mantener en alto el estándar de todas las muestras bajo el requisito regulatorio porque la ciencia es muy rica y amplia, pero hay que cumplir para poder introducirnos en altos mercados que son las metas que tenemos hoy con productos como el Heberprot.

“En todos estos centros que hoy forman parte del complejo del Polo científico hay potencialidades para brindarle a los jóvenes la posibilidad de poder superarse y desarrollarse y de poder brindar ese conocimiento y retribuirlo en trabajo dentro de la misma institución.

“La ciencia cubana necesita del esfuerzo que hacemos los jóvenes de levantarnos temprano, estar allí para dar respuestas, y responder a lo que decía nuestro Comandante que el futuro de Cuba era de hombres de ciencias”.

Para la ciencia el tiempo nunca alcanza

Con apenas 30 años Ramón Santana Fernández se hizo Doctor en ciencias técnicas, y hoy es uno de los expertos en biometría que tiene la Universidad de Ciencias Informáticas. Sobre los aportes de la UCI al desarrollo investigativo en el país y sobre su especialidad específicamente, el investigador explicó que “la biometría es la ciencia que estudia la forma de identificar a cada una de las personas, utilizando rasgos distintivos como el iris, el rostro, las huellas dactilares, la forma de caminar, la voz, y otros rasgos conductuales o físicos.

“La biometría es utilizada para realizar controles de acceso, para las ciencias forenses, para descubrir personas que han cometido delitos porque han dejado marcas dentro de su actuar delictivo.

“El Centro de Identificación y Seguridad digital, una de las ramas que tiene en la investigación es el estudio de los rasgos biométricos faciales y dactilares. En quinto año realicé mi tesis sobre la generación de huellas dactilares artificiales, las cuales permiten o facilitan el proceso de pruebas y algoritmos geométricos del proceso de pruebas y comparación de huellas dactilares.

“En 2014 conocí del programa especial de investigación de ciencias informáticas, un programa que nutre el programa doctoral de la UCI, el cual está siendo acreditado por la Junta de Acreditación Nacional. Este programa me llevó por el camino de las ciencias y aprender a preguntarme el porqué de cada una de las cosas.

“Doy clases a dos grupos de segundo año de programación II, y actualmente clases de Programación III que tiene una estructura de datos un poco más avanzada.

“En la actualidad soy el subdirector del Centro de Identificación y Seguridad digital, atiendo el posgrado y la investigación. Tengo estudiantes de maestrías, de doctorado, y de pregrado.

“Me apasiona mucho la investigación y en particular me apasiona la biometría. El tiempo siempre es corto, nunca alcanza. El mayor fuerte de la investigación lo realizo por las noches en casa porque mis responsabilidades en el centro me impiden adentrarme más en mi interés profesional. La investigación es el pilar que me mueve a encontrar nuevas soluciones, más eficientes para cada proceso y problema que se me presenten en la ciencia.

“El premio lo recibí con muchísima alegría. Realicé el expediente para optar por el premio, pero era algo que no esperaba. Lo realicé porque me llamó muchísimo la atención la convocatoria.

“En Cuba existe más especializado en biometría el Centro de Tecnología de Avanzada, el cual visité hace poco. Cuando llegué allí el personal que me recibió fue en su mayoría joven. Ahora entre los dos centros tenemos puntos de contacto.

“En la actualidad el país nos da todas las herramientas que necesitamos para investigar. La UCI tiene mucha tecnología, disponemos de la bibliografía necesaria para investigar cada tema que se estudie en la universidad. Con el impacto de nuestras investigaciones podemos resolver muchos problemas y mejorar la calidad de vida de la sociedad”.

En fotos la Mesa Redonda

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