El altruismo tipifica a la Revolución Cubana (+ Video)

Hay personas en el mundo que demuestran amar a los demás como se aman así mismo. El altruismo de algunas de esas personas fue el tema puesto sobre la Mesa en ese espacio televisivo de este viernes 31 de marzo.

Por: Manuel Hernández Barrios

Fotos: Roberto Garaicoa

Emisión: 31/03/2017

Hay personas en el mundo que demuestran amar a los demás como se aman así mismo. El altruismo de algunas de esas personas fue el tema puesto sobre la Mesa en ese espacio televisivo de este viernes 31 de marzo.

Los 23 integrantes de la brigada médica Henry Reeve llegaron a Perú dispuestos a ofrecer su solidaridad a ese pueblo. Es muy alentador ver que 12 médicos y 11 licenciados en enfermería ponen en alto los sentimientos humanos de la Revolución Cubana. Esto es una muestra de altruismo, enfrentarse a problemas a través de la ayuda compartida sin ningún tipo de interés.

Respecto a la actualidad del tema de la Mesa Redonda, el master en ciencias Rodrigo Espina Prieto, vicedirector del Instituto Cubano de Investigación Cultural “Juan Marinello” relató que “tuve una madrina, tía abuela, muy religiosa que hizo promesa de sacrificarse en beneficio de otros. Tenía la llave del asilo de Santovenia, en el que entraba de madrugada a lavar y atender a los viejitos postrados que habían allí. Luego iba para la casa hacer bordados para los niños pequeños y recién nacidos.

“Esa siempre fue una actitud que me impactó y esos valores son los que siempre trato de inculcar en mis alumnos. Como antropólogo al evaluar otras culturas u otros grupos, hay que tener esos valores presentes, para no ver a los demás como subordinados, sino como iguales.

“Entiendo los valores como actitudes humanas que son aquilatadas y asentadas en la larga o corta historia de la humanidad. Son actitudes que los grupos determinan como el hacer. El altruismo es para unos, y para otros es el egoísmo. Uno pudiera entender el egoísmo como un antivalor. El individualismo y el enriquecimiento personal como principio es común hoy en muchos gobernantes, por ejemplo.

“El altruismo surge como palabra en el siglo XIX, pero es un valor que siempre ha estado presente en la lucha por el mejoramiento humano, una frase de José Martí. El valor, es un sacrificio y un anonimato, una total abnegación. Uno de los sinónimos es el holocausto, es decir, la entrega total, quemarme por el otro.

“Ahora se ha tratado de meter hasta en fórmulas matemáticas, una cosa que se puede cuestionar, porque nuestros médicos, nuestros héroes de la cotidianidad no utilizan el altruismo para salvar familiares ni a sí mismos.

“Hay hasta indagaciones que cuentan que el altruismo puede ser innato, pero los valores hay que cendrarlos, no pueden dejarse al simple desarrollo natural. Los valores hay que educarlos”.

Gerardo Hernández Nordelo, héroe de la República de Cuba y vicerrector del Instituto Superior de Relaciones Internacionales, alegó que “no son pocos los que piensan que el altruismo nace con la persona. Algunos se aventuran a decir que a partir del primer año de vida es que empiezan las tendencias definitorias. Otros dicen que el altruismo hay que inculcarlo.

“Uno vive en un mundo donde a diario ve tanto egoísmo, que a veces uno piensa que hay que inculcar y educar valores como el altruismo. En mi caso, recuerdo que era muy mal pelotero, y había dos muchachos que eran hermanos, que siempre decían que, sino pedían a Gerardito, no jugaban. Esas son cosas que marcan a uno. Después estuve averiguando, esos dos hermanos eran hijos de un médico de la columna del Che, un hombre que atendía a las personas desinteresadamente, y no aceptaba las gracias, siempre decía que ese era su deber.

“Esos son ejemplos que encontramos en la vida, además de los del Che, de Fidel, que fueron a la sierra dejándolo todo, jugándose la vida, poniendo en peligro la vida de sus familiares también. Que más ejemplo de altruismo que Patria es Humanidad. Es importante la educación y el inculcar esos valores.

“En una situación como la nuestra, a los cinco no nos quedó otra cosa que preguntarnos ¿qué es lo peor que nos puede pasar? Vimos la muerte muchas veces en la cárcel, y también pensamos que podíamos morirnos de viejo ahí. Mi último compañero de cuarto me decía que él también tenía dos cadenas perpetuas como yo, pero que él quería tener una causa como la tenía yo, para morirse ahí adentro”.

El doctor Yosvany Vera Jerez tiene 39 años, estuvo en Sierra Leona en el año 2014 como médico internacionalista, después estuvo en dominica y más recientemente en Haití. Sobre su experiencia cuenta que “en cualquiera de esos países las personas necesitaban asistencia médica, porque normalmente no la tenían. En Sierra Leona enfrentamos el virus del ébola, un virus letal que le arranca la vida a las personas. Una epidemia que estaba pasando a ser una pandemia y no había un recurso humano capaz de enfrentarse a ello para ayudar a esas personas a ayudar a recuperar su vida.

“La nuestra fue una tarea humana. Fuimos a salvar personas, a curar enfermos y a restablecer su salud. En el lugar solo podía entrar el equipo médico, el doctor con su enfermero. Es una fórmula ideal para tratar cualquier tipo de enfermedad. Esa pareja se funde para resolver cualquier tipo de situaciones.

“Si no sabías todos los procederes y no tenías todo el cuidado podíamos contaminarnos, porque es un virus que se transmite por todos los fluidos corporales. Otros médicos llegaron al lugar, pero la habilidad de canalizar venas que se necesitaba, de examinar un poco más a los pacientes, en ese sentido nuestros médicos tuvieron más protagonismo.

“En Haití parecía que había caído una bomba nuclear, solo faltaba la radiación. Aquello estaba devastado. Allí apareció una epidemia de cólera, de paludismo, varicela. Después del Mathew allí solo se ve destrucción, hambre, enfermedades”.

El licenciado en enfermería José Luis Sánchez Pérez, estuvo después del terremoto en Sierra Leona. Sobre el altruismo considera que “se aprende con la vida. Pero en el caso de los enfermeros nos lo enseñan durante la carrera. Porque la nuestra es una profesión sacrificada, que permanece junto al paciente. Con el tiempo vamos incorporando otros valores como la modestia, la sencillez, la capacidad del sentimiento humano de recuperar la felicidad en el paciente.

“En Ecuador trabajamos sin descanso para ayudar al pueblo de Ecuador a que se recuperara nuevamente. Luchar contra el ébola fue un gran reto. El éxito de nuestra misión fue la hermandad que nos unió a los 65 que estábamos en Sierra Leona y al resto de los que estaban en Guinea Conagri.

“Fue una decisión de la dirección del país que las siete mujeres que estaban en la misión permanente en África regresaran a Cuba, y se molestaron porque tenían que retornar a Cuba. La decisión se debía al estrés acumulado por esas mujeres, a la menstruación que facilitaba una posible infección.

“Estuve par de meses trabajando con niños. Uno de ellos, Emmanuel, lo recibí en el centro de salud en muy malas condiciones. Unos días después al entrar en el cetro rojo, no lo vi y pregunté por él. Me dicen que había fallecido, pero no lo había dicho en la entrega de guardia. En un momento en que voy hacia la salida del área roja, junto a mi pareja, un clínico de Santiago de Cuba, y el acompañante local que nos asistía con el cloro, siento que me dicen Joseph my father, y el local me dice que eso era conmigo. Yo tenía mi nombre en el traje. Cuando me viro, era Emmanuel.

“Emmanuel había perdido a toda su familia, e hizo una afinidad conmigo muy grande. Los locales me explicaban que él quería venir conmigo para Cuba. Pero era imposible, mis jefes me explicaron que eso no podía ser. Esos niños sin familia terminaron en un orfanato”.

Durante la epidemia del ébola, los médicos cubanos tuvieron que enfrentar creencias locales como la de aquellos que lavaban el cuerpo de los muertos y se tomaban esa agua. El doctor Yosvany Vera Jerez cuenta que “una vez entramos al área roja, donde se trataban directamente a los pacientes de ébola, una mujer se encontraba en el suelo, y dos compañeros nos indican que al parecer estaba muerta. Entonces, Ángel y yo la examinamos, y con tratamiento se salvó. Otro compañero, adolescente, recostado a un marco, trataba de hablarnos y nos pedía ayuda. Sangraba por los ojos, por la boca y por la nariz, incluso por sus partes. Y también lo salvamos. Ellos fueron de los que llegaron al árbol de la vida y amarraron su tirita.

“Ante las creencias locales tuvimos que inventar la iniciativa del Árbol de la vida. Amarrábamos una tirita en el árbol por cada vida salvada. Más de 400 personas fueron salvadas en el país, nosotros llegamos a salvar más de cien”.

José Luis Sánchez Pérez fue compañero de Reinaldo Villafranca, el enfermero de Los Palacios en Pinar del Río que muere en la misión. Cuenta que “Coqui, como cariñosamente se le llamaba, era el alma del grupo de los enfermeros. En cada actividad, o fecha histórica organizaba el evento. Siempre daba el paso al frente y protagonizaba con su sencillez. Era tan educado y apasionado que lo que él tenía lo daba. Compartía lo poco que tenía. Nos dolió perder a ese compañero, porque servir a la Patria y aportar su grano de arena siempre fue su anhelo.

“Debido a la muerte de Coqui nos enfrentamos a muchas provocaciones mediáticas. Nos decían que éramos conejillos de india. Después de su muerte los titulares decían: Ya están cayendo los que mandó Cuba a morirse en Sierra Leona. A nosotros nunca nadie nos dijo que íbamos obligados. Al final del año fuimos Premio Mundial de la Organización Mundial de la Salud, y fuimos personalidades del año en el New York Times.

“El 17 de diciembre izamos la bandera, cantamos el Himno de Bayamo. Celebramos esa otra victoria de Cuba. Solo sabíamos comentar que ya todos estaban en la Patria”.

El médico Yosvany Vera Jerez cuenta que “gracias al trabajo de esos compañeros que lucharon contra el terrorismo y que fueron liberados el 17 de diciembre y a nuestro aporte en el enfrentamiento contra el ébola, fue excluido nuestro país de la lista de países terroristas”.

Caridad Martínez, presidenta del club La tecla del duende del Periódico Juventud Rebelde en Holguín llamó para contar que “los primeros en donar, ropas, zapatos y juguetes a los afectados en el oriente del país, fueron los integrantes de la tecla del duende. Más de 600 artículo entregamos. Fidel nos enseñó ese camino”. Ricardo de Boyeros en el Wajay comenta que “en nuestro país hay muchas personas altruistas que han participado en el desarrollo de nuestro país, aportando con su esfuerzo y sacrificio a la Revolución, consolidándola. Altruistas fueron los Cinco Héroes”. Yasel Perdomo de Antilla define que “la posición altruista le da más respeto a Cuba en el plano internacional”.

Gerardo Hernández Nordelo relata que “tuve la oportunidad de comunicarme con varios de los médicos por correspondencia. En prisión tuvimos muchas batallas ideológicas sobre Cuba. Teníamos que defender la labor de nuestros médicos. Les hacía reflexionar: se imaginan si el país más rico del mundo que invierte tantos millones en armas, invirtiera en el bien de otras personas.

“Quizás el pueblo cubano sea el más altruista que existe, no solo por lo que hemos dado, sino porque somos el único pueblo que ha vivido más de medio siglo padeciendo un férreo bloqueo por parte de una potencia que se ha ensañado con nosotros. Aun así, compartimos lo que tenemos, como lo han hecho nuestros médicos.

“Me niego a pensar que en Cuba se han perdido esos valores. Es cierto que algunos se han erosionado, todos conocemos las razones. Pero hay mucho potencial, y caudal en nuestro pueblo. La educación que nos dio esta Revolución no se pueden borrar con facilidad. Algunas personas son egoístas porque tienen determinadas carencias”.

Despertar las ansias del corazón humano

Sor Fara González González de la orden Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, una orden premio Príncipe de las Asturias, de una consagración tremenda al servicio de los demás. Quizás el punto más remoto de enfermería en el mundo tiene que ver con la consagración de mujeres que integraban órdenes religiosas para atender a los más sufridos.

“Aprendí de las maestras que tuve en la primaria. Graduadas de la escuela Normal de Maestras, que eran maestras integrales, ejemplares. Después haciendo el bachillerato tuve contacto con la Fe Cristiana. Me di cuenta que aquella vocación de querer ser maestra le quedaba pequeño a consagrar mi vida a Dios, para servirle a los demás.

“Despertar la sonrisa en la cara de un niño, dar razones de esperanza al enfermo o al anciano que está en estado terminal. Transmitir el mensaje de que Dios nos ama a pesar de todo, un amor universal para todos los seres humanos. Lograr transmitir ese mensaje con gestos, produce una satisfacción que llena totalmente las ansias de cualquier corazón humano.

“He estado cerca de moribundos, de ancianos, de personas desesperadas, de niños sin amparo filial. He tratado de ser la mensajera de una palabra de aliento, de esperanza, de encontrarle sentido a la vida. Esa ha sido mi mayor compensación.

“No creo que el cubano se haya degenerado en ese sentido de la solidaridad y el altruismo. Que lo haga en razón de ideología o de ser bueno, demuestra que no se ha perdido ese valor que la familia debe recuperar y en el que la escuela debe insistir”.

Vea la Mesa Redonda

2 Comentarios »

  • Maria dijo:

    El altruismo no es cualquier palabra, en el concepto Revolución Fidel lo definio e indico el camino para lograrlo, no solo la escuela debe insistir en recuperar la educación de valores formada en el seno familiar, hoy la familia cubana esta llamada a esta formación, los maestros palabra muy sagrada y definida por nuestro José Marti como sublime profesión de amor debemos ser los primeros altruista en todo los momentos de la vida.

  • Lectora dijo:

    Cuando se intenta acceder al vídeo. dice que el mismo no existe.
    Estoy muy interesada en verlo, porque el viernes me lo perdí, pues no llegué a tiempo a casa.

    Por favor, ?Podrían rectificar el enlace?

    Gracias

Haga un comentario.

Deje su comentario. Usted también puede subscribirse a estos comentarios vía RSS.