Selección de fútbol e Siria. Foto: AFP.
Pese a las heridas que ha dejado la guerra y a tener que encarar cada juego fuera de su país, los integrantes de la selección de fútbol de Siria mantienen vivas sus esperanzas de clasificar al Mundial de Rusia 2018.
Luego de vencer a Uzbekistán por 1-0 en Kuala Lumpur, con gol de penal de Omar Khribin, en el sexto partido de la clasificación asiática al venidero torneo del orbe, el once sirio sigue con posibilidades de clasificar a la siguiente ronda de las eliminatorias de Asia, porque está a un punto de los uzbekos, terceros en puesto en los playoffs, y a dos unidades de Corea del Sur, segunda y con boleto de acceso al Mundial de Rusia 2018.
El próximo enfrentamiento de Siria será el martes 28 de marzo en Corea del Sur, equipo con el que empató 0-0 en el partido de ida en el estadio Tuanku Abdul Rahman, también en Malasia.
Amplia repercusión ha tenido lo acontecido en la pasada conferencia de prensa donde el DT sirio, Ayman Hakeem, lloró tras el triunfo de su equipo ante Uzbekistán.
El entrenador destacó la importancia del duelo y se mostró emocionado por la entrega de sus jugadores, mientras el país sufre el ataque de grupos armados opositores y el Estado Islámico.
Siria está obligada a jugar los partidos de "local" fuera de su país y en su anterior choque, se trasladó siete mil 200 kilómetros para recibir a Uzbekistán, en Malasia, en el sudeste asiático y no en Medio Oriente, al otro lado del continente.
El capitán del equipo, Abdulrazak Al Husein, comentó que no es bueno jugar tan lejos de casa y que a veces jugar prácticamente solos, es un golpe duro.
“Al final del día sabemos las cosas que pasan en Siria. Seas cristiano, musulmán o de cualquier sector del Islam, somos todos una gran familia, todos jugamos por un equipo, por un país. Nosotros jugamos por nuestro país, esperamos que vuelva a ser lo que era. Lo mejor que podemos hacer es unir a la gente de Siria” , remarcó Al Husein.
(Tomado de TeleSur)