Manchester by the sea, el dolor y la sobrevida

Cuando Manchester by the sea (Manchester frente al mar) llega a su final, uno tiene que tomar dos minutos para reaccionar luego de tan tremendo golpe. Melodramática sin apelar a la lágrima fácil ni a los excesos, de un ritmo lento por necesidad y centrada en un tema tan complicado como la muerte, la más reciente entrega de Kenneth Lonergan tiene la virtud del diálogo constante con su público y la capacidad de convertir una historia de vida en un relato universal. “Si esto me ocurriera a mí, ¿qué haría?”, parece ser la pregunta suspendida sobre cada espectador durante las más de dos horas de metraje.

Ambientada en un pueblo real ubicado al norte del estado de Massachusetts, esta película cuenta la historia de Lee Chandler, un amargado conserje que debe retornar a su ciudad natal para asumir los trámites relacionados con los funerales de su hermano y la custodia de su sobrino. Este forzado regreso lo obliga a reencontrarse con su pasado y con viejos rencores de los cuales nunca ha podido escapar. Un argumento sencillo contado de manera extraordinaria, he allí un mérito incuestionable.

A partir de recurrentes flash-black y apoyada en una excelente banda sonora, esta película resulta un ejercicio narrativo articulado en dos direcciones fundamentales. Durante casi toda la primera hora, el público descubre a un hombre sin ningún interés por vivir e irremediablemente se pregunta qué le sucedió para terminar así. En ese instante comienzan los saltos temporales a un pasado depositario de todas las respuestas, pero también con nuevas reflexiones acerca de la aceptación, la tristeza y la necesidad de todo ser humano de reconciliarse consigo mismo.

Para ello, la fotografía se erige en columna esencial para la melancolía del filme. Los paisajes fríos son mucho más que una simple característica del ambiente y recuerdan la constante angustia de unos seres golpeados por el destino. Entre ellos se mueve la cámara de Lonergan, incapaz de juzgar u obviar algo. Con una mesura inigualable, cada plano coloca al espectador frente al drama y la desgracia, pero lo hace de un modo natural, como un simple observador de las penas ajenas.

Aun cuando algunos pudieran señalar la pausada cadencia de la narración o el poco aprovechamiento de personajes idóneos para ofrecer mayor profundidad a la trama, tal parece que esas cuestiones funcionan como parte de las estrategias empleadas por Kenneth Lonergan para lograr su objetivo. Todas las herramientas son válidas para mostrar paso a paso la descomposición espiritual en la que vive Lee Chandler, magistralmente encarnado por Casey Affleck.

En este sentido, resulta difícil encontrar una interpretación más sobria que la suya, alejada de los gestos y las posturas exageradas y con una destreza inigualable para suprimir cualquier sentimiento. Todo el tiempo un espectador acostumbrado a los finales felices esperará la actitud más correcta, la del típico héroe del melodrama capaz de dejarlo todo por cumplir su papel, pero no. El heroísmo de este conserje divorciado, aplastado por sus propios errores y frustrado con su vida radica en otro sitio, quizás en el simple acto de sobrevivir cuando el destino invita al hundimiento.

De hecho, el naufragio significa una característica común para cada uno de los personajes de esta historia. A su manera, todos tienen deudas afectivas e intentan subsistir más allá de los fracasos vitales. La pérdida física y espiritual resulta el signo regente, porque no es un relato sobre la muerte, sino también acerca del dolor, el quebranto y las distintas formas en que cada persona sobrelleva sus sentimientos de culpa.

Manchester by the sea es una película dura, difícil de enfrentar precisamente porque la tristeza no deja resquicios sin explorar. Aun cuando uno no la comprenda del todo hasta pasados unos instantes de la última toma, vale la pena enfrentarse a su crudeza y compartir su dolor. Más enfocada a los sentimientos que a los hechos capaces de desencadenarlos, con actuaciones sobresalientes, un sólido guion y una sencillez propia del mejor cine, esta obra diserta en torno a los temores más básicos de los hombres y habla sobre cuán difícil resulta la sobrevida para aquellos que lo perdieron todo por el camino.

Título original: Manchester by the Sea
Año: 2016
Duración: 135 minutos
País: Estados Unidos
Director: Kenneth Lonergan
Guion: Kenneth Lonergan
Música: Lesley Barber
Fotografía: Jody Lee Lipes
Reparto: Casey Affleck, Michelle Williams, Kyle Chandler, Lucas Hedges, Tate Donovan, Erica McDermott, Matthew Broderick, Gretchen Mol, Kara Hayward, Susan Pourfar, Christian J. Mallen, Frankie Imbergamo, Shawn Fitzgibbon, Richard Donelly, Mark Burzenski, Mary Mallen
Productora: Amazon Studios / K Period Media / B Story / CMP / Pearl Street Films
Género: Drama / Familia. Cine independiente USA

Calificación

IMDb: 8/10
Film Affinity: 7.3/10
Rotten Tomatoes: 8.9/10

Premios

2016: Premios Oscar: Mejor actor (Casey Affleck) y guión original

2016: Globos de Oro: Mejor actor drama (Affleck). 5 nominaciones inc. mejor película

2016: Premios BAFTA: Mejor guion original y actor (Affleck). 6 nominaciones

2016: Premios César: Nominada a Mejor película extranjera

2016: American Film Institute (AFI): Top 10 - Mejores películas del año

2016: Premios Independent Spirit: Mejor actor (Casey Affleck)

2016: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor guión, actor y actriz secundaria

2016: Críticos de Los Angeles: Nominada a mejor guión, actor y actriz sec.

2016: National Board of Review (NBR): 4 premios incl. mejor película y actor (Affleck)

2016: Premios Gotham: Mejor actor (Affleck). 4 nominaciones

2016: 3 Critics Choice Awards: Guión original, actor (Affleck) actor joven (Hedges)

2016: Sindicato de Productores (PGA): Nominada a Mejor película

2016: Sindicato de Directores (DGA): Nominada a mejor director/película

2016: Sindicato de Guionistas (WGA): Nominada a Mejor guión original

2016: Sindicato de Actores (SAG): 4 nominaciones inc. mejor reparto y actor (Affleck)

2016: British Independent Film Awards (BIFA): nom. mejor película intern. independiente

2016: Festival de Gijón: Mejor actor (Affleck) y Premio Especial del Jurado

2016: Satellite Awards: Mejor película (ex-aequo) y director. 7 nominaciones

Críticas