Juegos Caribe en su 50 aniversario: ¿Una carrera ganada?

Hace casi cuatro semanas comenzó la 50  edición de los Juegos Caribe de la Universidad de La Habana (UH). La Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de conjunto con los profesores, se hacen partícipes de esta competencia que anualmente alberga el estadio Juan Abrantes, o el SEDER, como lo conocemos todos.

A pesar de que los Juegos cumplen medio siglo de vida, está edición no ha estado exenta de dificultades y problemas que atentan contra la realización del evento.

Según los datos recogidos sobre los resultados de los últimos tres años, la mayoría de las facultades han disminuido paulatinamente sus puntos. Entonces, es necesario analizar el porqué de esta situación. ¿Acaso hemos perdido en calidad o en cantidad?

Un dato curioso es que en la presente edición de los Caribe la participación ha incrementado en algunos deportes, pero en otros ha descendido a causa de la poca motivación de los estudiantes, tal como aseguró Jacqueline Sansó Paneque, jefa del departamento docente metodológico del SEDER.

No obstante, el espíritu competitivo entre facultades se mantiene intacto, evidencia del deseo por asir la copa: “Todas las facultades se están preparando mejor, e incluso algunas que en ediciones pasadas habían ocupado lugares cimeros han sido relegadas por otras que han priorizado su preparación en aras de obtener buenos resultados”, puntualizó Sansó.

Claudia Jáuregui Izquierdo, presidenta de la FEU de la facultad de Economía, opinó que la poca masividad en estos juegos es debido a la desmotivación generalizada y generacional de los estudiantes universitarios, cada vez menos interesados en realizar tareas fuera del estudio.

Algunas problemáticas

En una encuesta realizada a los estudiantes de la UH salieron a relucir temas importantes, que influyen en la participación de los atletas como son la coincidencia de los horarios entre las clases y los juegos y la falta de información con respecto al calendario.

"Todos sabemos que la mayoría de los competidores no son atletas preparados ni de alto rendimiento, participan en los diferentes deportes para representar a las facultades, y casi siempre son los que se arriesgan a perder clases. Si se ajustara el calendario en horarios no docentes, la realidad de los Caribe fuera otra", afirmó Senén Alonso, estudiante de Letras.

A decir de Juan Pablo Cabrera, secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas en la UH y miembro de la comisión organizadora de los Juegos, la divulgación ha sido efímera. La tabla de resultados ya no se publica en la página web de la Universidad y se evidencia, como confirma Cabrera, una ruptura entre la FEU y el SEDER, lo cual afecta la organización del evento y ha provocado algunas desavenencias.

Para enfrentar la falta de datos sobre la puntuación este año se colocó una tabla, que se fue actualizando a medida que se cerraban los diferentes deportes: "Las publicaciones diarias propiciaron claridad en los resultados", aseguró Anel Ruiz Mederos, secretaria de deporte de la casa de altos estudios.

Según el reglamento del evento se pretende ante todo potenciar la participación sana de los estudiantes universitarios.

Como premisa se encuentra la inclusión, buscando que cada uno aporte a su facultad, aunque también debemos velar por la calidad de nuestro deporte universitario, consideró la atleta Denisis Pérez Hernández, de quinto año de Lenguas Extranjeras.

En ese sentido, Juan Pablo Cabrera agregó que hemos regresado a la fase competitiva de los Caribe, en la cual se obvia que la participación es lo más importante por los beneficios que tiene para la salud y se va a la banalidad de la puntuación en cada uno de los deportes.

Shirley Cruz, de Comunicación, piensa diferente. Para ella la competitividad en los juegos exige un mayor esfuerzo en los participantes, y así, facultades como Turismo pueden demostrar que la Copa de deportes puede ser una realidad asequible, al contrario de lo que muchos creen.

Más allá del SEDER...

Muchas barreras en la realización de los Juegos no dependen de los directivos de la Universidad ni de los miembros de la FEU. “Hemos presentado problemas  en lo que respecta a las instalaciones que nos prestan”, enfatizó Jacqueline Sansó.

“A veces solicitamos esas instalaciones y nos dicen que no puede ser porque hay entrenamientos de los equipos nacionales. En esos casos se hacen los reajustes y aunque otro día se realizan las competencias, eso es lo más importante”, añadió.

Otro de los hándicaps es la falta de implementos deportivos que existe en el SEDER, porque en la industria tampoco los hay y aun teniendo el presupuesto para adquirirlos no se encuentran.

En cuanto a la escasez del equipamiento, Cabrera puntualizó que han sido los deportes colectivos los mayores afectados: “En el fútbol sala, jugamos con una sola pelota y, para colmo, prestada. Lo trasmitimos a los directivos de la Universidad pero no tuvimos solución”.

Uno de los obstáculos más alarmantes es la llegada tardía del SIUM en algunas competencias. La mayoría de los deportes son peligrosos y necesitan de supervisión especializada, por ende la presencia de los médicos es indispensable para la realización de los eventos. “Este es un problema que se ha repetido en casi todas las jornadas de los Caribe”, comentó Ruiz Mederos.

“Otra barrera a superar ha sido la mala preparación de los árbitros en casi todas las disciplinas deportivas. Sus actuaciones, en la mayoría de los casos, generan problemas, pues son muy tolerantes y a veces las equivocaciones perjudican a algunos de los competidores”, refirió el deportista Ronniel Tellez sobre la labor de los encargados de impartir justicia.

Al respecto, opinó Claudia Jáuregui Izquierdo. “Tener jueces especializados realmente sería mucho más transparente pues serían incuestionables para los atletas. El fútbol once, por ejemplo, lo arbitran especialistas de la Federación Internacional de Fútbol Amateur”.

Asimismo, Eleanis González, miembro del secretariado de la FEU, consideró que a pesar de que el estadio universitario en todo momento colabora con esta tarea, falta personal calificado en cada modalidad deportiva. "Yo creo que eso debería ser una tarea a cumplir para los próximos Caribe", recalcó.

Muchas serían las dificultades a mencionar, pero aún así, con altibajos, hoy concluyen los 50 Juegos Interfacultades Caribe, que han dejado tragos amargos para algunos, pero en general han potenciado el deporte universitario en su más alto nivel. La cuestión está en reconocer las dificultades para no repetirlas en las venideras ediciones.

Pocas veces se habla de la importancia que reviste el deporte universitario en la situación del deporte a escala nacional. Es, en efecto, cantera inacabable de atletas, jóvenes figuras que en muchos casos logran por su talento incluirse en la cúspide del mundo del músculo.

Quizás por ello sea criticable la desprotección de la que muchas veces son víctimas eventos de enorme trascendencia en la rutina universitaria como los históricos Juegos Caribe, que por demás constituyen espacio propicio para desarrollar las habilidades físicas de muchos estudiantes y desvelar talentos desconocidos que mucho podrían aportar al sistema deportivo cubano.

*Los resultados del año 2017 están actualizados hasta el jueves 16 de marzo, faltando aún dos deportes por cerrar.