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Turista destroza una obra valorada en 850 mil euros por un selfie (+ Fotos)

“Infinity Mirrored Room — All the Eternal Love I have for the Pumpkins”, obra de la artista japonesa Yayoi Kusama. Foto: Instagram.

“Infinity Mirrored Room — All the Eternal Love I have for the Pumpkins”, obra de la artista japonesa Yayoi Kusama. Foto: Hyperallergic.

Hay lugares en los que parece imposible no hacerse un selfie. Uno de ellos es la instalación “Infinity Mirrored Room — All the Eternal Love I have for the Pumpkins” (La habitación de los espejos infinitos – Todo el amor eterno que tengo por las calabazas), obra de la artista japonesa Yayoi Kusama y que ha montado en el museo Hirshhorn de Washington D.C. (Estados Unidos).

En esta sala repleta de espejos y de unas carísimas esculturas con forma de calabaza, los visitantes pueden sacar su teléfono móvil y guardar un recuerdo para la posteridad. Y por qué no, llevarse un buen puñado de “me gusta” y de corazones en Facebook o en Instagram. En la habitación de Yayoi Kusama solo pueden entrar tres personas a la vez durante apenas 30 segundos. Tiempo suficiente para hacer una pifia. Y de las gordas.

Pero la experiencia está tan lograda, que es muy fácil perder el sentido del equilibrio: la gran cantidad de reflejos hacen que los que allí se encuentran estén flotando sobre una estancia que parece infinita. Y por eso mismo es fácil marearse y tropezar.

Y eso es lo que le ha ocurrido a un turista que, tras sacar el móvil e intentar fotografiarse en uno de los espejos, ha terminado cayendo al suelo y destrozando una de las calabazas psicodélicas de Yayoi Kusama. El visitante espachurró la obra, valorada en nada más y nada menos que 850 mil euros. Ese fue el precio que pagó un coleccionista por una de estas hortalizas hace unos meses en una subasta.

En declaraciones concedidas a la web Hyperallergic, Allison Peck, portavoz del museo, ha confirmado el incidente, que hasta hace unas horas era tan solo un rumor que había corrido por Twitter. De momento, la sala de los espejos sigue cerrada, pero en breve esperan poder reabrirla al público, pero esta vez, con varios agentes de seguridad que velen por la integridad de la instalación.

Yayoi Kusama, “Infinity Mirrored Room — All the Eternal Love I Have for the Pumpkins” (2016).

Yayoi Kusama, “Infinity Mirrored Room — All the Eternal Love I Have for the Pumpkins” (2016). Foto: Hyperallergic.

Yayoi Kusama, “Infinity Mirrored Room — All the Eternal Love I Have for the Pumpkins” (2016).

Yayoi Kusama, “Infinity Mirrored Room — All the Eternal Love I Have for the Pumpkins” (2016). Foto: Hyperallergic.

(Con información de Hyperallergic)