El gasolinazo preocupa a la mayoría de los mexicanos, que acostumbran a trasladarse por carretera. Foto: Luis Humberto González/ La Jornada.
A cinco días del esperado incremento de los precios de las gasolinas y el diésel, adelantado por el gobierno mexicano para el año próximo, el rechazo de partidos políticos y empresarios mexicanos se hace patente.
Los grupos parlamentarios del Partido Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD), Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados definieron como un golpe el llamado gasolinazo gubernamental y dijeron que solo profundizará la desigualdad social por su efecto inflacionario.
A partir del 1 de enero las gasolinas Magna y Premium aumentarán hasta el 20 por ciento en México.
El coordinador del PRD, Francisco Martínez, auguró que se espera un aumento en el precio de la canasta básica y denunció que la política oficial "sigue sigue castigando a la población, lo que es inadmisible".
Recordó que el discurso para impulsar la Reforma Energética, bandera del presidente Enrique Peña Nieto, prometió mejorar la economía familiar al desestimar nuevos aumentos.
El coordinador del PAN, Marko Cortés, expuso que el gobierno federal "se aprovecha de las circunstancias para seguir con su política recaudatoria a costa de los bolsillos de los mexicanos,.mente recaudatoria", señaló.
Al descontento se sumaron también los empresarios, afectados también por el desabasto de combustible en una docena de estados mexicanos.
El presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM), Rafael García, dijo que los incrementos de los precios afectarán el desarrollo de la actividad turística.
La mayoría de los mexicanos se traslada por carretera, en transporte privado o público, y las alzas reducirán los viajes o, en el mejor de los casos, los turistas decidirán no realizar periplos tan largos, agregó en una entrevista telefónica.
(Con información de Prensa Latina)