El tunecino Anis Amri, sospechoso de atentar contra un mercadito de navidad en Berlín, murió en un tiroteo con la Policía en Milán. Foto: AP.
Dos policías de una patrulla italiana se tirotearon y mataron a las tres de la madrugada de hoy (hora local) a Anis Amri, el terrorista el prófugo que causó 12 muertos y un tendal de heridos en el centro de Berlín al arrollar con un gran camión secuestrado a la gente que compraba regalos de fin de año en un mercadito de Navidad.
La noticia se difundió esta mañana por los medios de comunicación, después que la policía italiana lo identificó a través de sus huellas digitales. El tunecino había entrado como prófugo en una barcaza en 2011 y fue encarcelado cuatro años por haber incendiado un centro de refugiados.
Mientras lo buscaban en la Alemania septentrional e incluso se afirmaba que lo habían visto en Dinamarca, el terrorista había viajado de Alemania a Francia y de una estación ferroviaria de la zona de Saboya a la estación central de Milán. En la madrugada abordó un tren a Sesto San Giovanni y al parecer proyectaba tomar otro tren que lo llevara al sur de Italia.
Minniti y la policía italiana aseguraron que se trató de un simple control sobre el territorio en una situación de seguridad excepcional. Miles de policías, carabineros y otras fuerzas de seguridad, incluidos soldados de las tres fuerzas armadas, están desplegadas ante el temor de que grupos terroristas realicen atentados en coincidencia con las fiestas.
Un patrullero de la policía guiado por el agente especial Luca Scattá, acompañado por el atente Christian Morio, controlaba en la madrugada la zona de la estación ferroviaria de Sesto San Giovanni, un suburbio de Milán. Al ver a un hombre joven de aspecto nordafricano que había abandonado la estación y caminaba mirando en manera sospecho, Christian Morio descendió del patrullero y se dirigió a Anis Amri, pidiéndole documentos de identificación.
El terrorista tunecino reaccionó extrayendo una pistola y disparando contra el policía, que cayó herido al suelo con un balazo en el hombro. El otro policía, el agente a prueba de 29 años Luca Scattá, disparó con su pistola contra Amri, que se había refugiado detrás de un auto.
El breve tiroteo, durante el cual el terrorista gritó “Alá es grande”, concluyó cuando un balazo mató al tunecino.
Con el pasar de las horas los cronistas que acudieron al lugar se dieron cuenta que el tiroteo escondía un hecho excepcional al observar que arribaban grupos de la Dirección Antiterrorismo y los mejores especialistas de la policía científica.
La policía alemana, que buscaba por todos lados del norte germano a Anis Amri, envió todos los datos de identificación del terrorista a los italianos y también datos sobre la pistola calibre 22 con la que el tunecino asesinó al camionero polaco del gigantesco camión con remolque con el que Amri atropelló a la gente en el mercadito de Navidad.
Todo coincidió, incluso se constató que la pistola del asesinato del camionero polaco y del tiroteo con los policías en Sesto Sangiovanni era la misma.
La noticia de la muerte del terorista se propagó como un fúlmine por todo el mundo, con gran impacto especialmente en Alemania e Italia. Los alemanes se mostraron agradecidos por la eficacia de los controles italianos, mientras que en el país germano hay muchas críticas a las fallas de los sistemas de seguridad.
Una joven italiana murió en la masacre que causó Amri mientras compraba con amigas también italianas regalos de Navidad para llevarlos a sus familiares en la ciudad abruzesa de Sulmona.
(Con información de Clarín)