Santos recibe el Nobel de la Paz: Colombia logró lo que parecía imposible, acabar la guerra
Al recibir hoy el Premio Nobel de la Paz, el presidente Juan Manuel Santos afirmó que el pueblo colombiano hace posible lo que parecía imposible: terminar un conflicto de más de medio siglo.
Durante la ceremonia de premiación en esta capital el mandatario recordó que hace sólo seis años ni él ni sus coterráneos se atrevían a imaginar el final de la guerra que habían padecido, la única y más prolongada del continente.
Luego de serias y, a menudo, intensas, difíciles negociaciones puedo anunciar con profundad humildad y gratitud que el pueblo colombiano con el apoyo de nuestros amigos está haciendo posible lo que creyó imposible, insistió el gobernante en un extenso discurso.
El pasado 24 de noviembre el jefe de Estado y el líder de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Timoleón Jiménez, suscribieron el acuerdo final con el que se comprometieron a terminar la larga confrontación entre ambas partes.
Luego el Congreso validó ese segundo pacto, derivado del inicial oficializado en Cartagena de Indias y rechazado posteriormente en el plebiscito de octubre por la mayoría de los votantes.
En sus palabras de agradecimiento, Santos detalló la ruta seguida para reajustar el texto con propuestas de los simpatizantes del voto negativo hasta conseguir el actual documento.
Además mencionó algunos de los beneficios derivados del consenso conclusivo, entre ellos la posibilidad de declarar al territorio nacional libre de minas antipersonales en 2021 y el nuevo enfoque de la lucha contra el narcotráfico, centrada en estrategias como la sustitución progresiva de los cultivos de uso ilícito por otros plantíos.
Recibo este premio en nombre de cerca de 50 millones de colombianos, mis compatriotas, que ven por fin terminar una pesadilla (...) la cual sólo trajo sufrimiento, miseria y atraso a nuestra nación, subrayó el ocupante de la Casa de Nariño.
Santos dedicó también el lauro a los más de ocho millones de víctimas directas dejadas por la contienda.
Esta distinción -añadió- pertenece igualmente a los hombres y mujeres que con enorme paciencia y fortaleza negociaron en La Habana (garante del proceso pacificador junto a Noruega) durante varios años, tanto a los del Gobierno como a los de las FARC-EP, mayor guerrilla del país.
Según el mandatario, el reciente acuerdo es un rayo de esperanza en un mundo castigado por conflictos y por la intolerancia.
En un planeta en que las guerras se alimentan con el odio y los prejuicios, tenemos que encontrar el camino del perdón y la reconciliación; en un planeta en que se cierran las fronteras a los inmigrantes, atacan a las minorías y excluyen a los diferentes, tenemos que ser capaces de convivir con la diversidad, manifestó.
Finalmente aseguró que el proceso pacificador bebió de las experiencias de gestiones similares acontecidas en otras regiones como Sudáfrica, Oriente Medio e Irlanda del Norte, cuyos artífices resultaron galardonados con igual reconocimiento.
En 1982 comenzaron los esfuerzos para terminar la conflagración en Colombia, ese mismo año Gabriel García Márquez, quien fue mi aliado en la búsqueda de la paz, recibió el Premio Nobel de Literatura y habló de una nueva utopía de la vida donde las estirpes condenadas a 100 años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra, expresó Santos.
Hay una guerra menos en el mundo -enfatizó- y es la de Colombia.
(Con información de Prensa Latina)
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Se lo merece es el unico presidente de Colombia que ha tenido el valor de enfrentar una decisión dificil para las fuerzas colombianas. Que se logre la paz en ese hermano pais.
El Presidente Santos ha hecho más por la paz que Míster Obama, pero resulta un eufemismo, sino un espejismo de que en Colombia exista paz. Aun sin firmarse los acuerdos y sin recibir en Oslo el Premio ya han sucedido y continuaran muriendo líderes sociales de todas las esferas de esa sociedad. Ya el para militarismo Uribista y narco se apodera de los territorios otrora de la FARC-EP. La experiencia de Polo Patriótico se repetirá desafortunadamente y los Uribista irán cazando uno a uno de los dirigentes de las FARC-EP, solo acabando desde raíz con la macula del Uribismo y lo que representa y logrando la justicia social habrá paz, hasta ahora solo la paz está en papeles y estos como se dice en ocasiones se los lleva el viento. Ese pueblo se merece la paz.
Decía nuestro José Martí: “Los pueblos han de tener dos picotas: una para los que los azuzan a odios inútiles y otra para los que no le dicen a tiempo la verdad”
Juan Manuel Santos, debe luchar porque no se unan en un mismo cuerpo la manipulación mediática que no dice a tiempo la verdad y los que necesitan la guerra como negocio para dividir y triunfar.
Se ha logrado el cese al fuego, consolidar la paz dependerá del respeto al derecho del pueblo para construir sus sueños.
Podrán deponerse las armas, pero si no se cumplen lo anhelos de libertad del pueblo, si se les despoja de sus derechos, resurgirá como aves fénix la resistencia, porque ello va en el espíritu de los revolucionarios que no claudican ante el engaño y la manipulación.
No sin razón en su libro La Paz en Colombia Fidel prologa a modo de sentencia contra el engaño y la traición, cuando en su epílogo dice:
“La idea de rendirse nunca pasó por la mente de ninguno de los
que desarrollamos la lucha guerrillera en nuestra patria. Por eso
declaré en una Reflexión que jamás un luchador verdaderamente
revolucionario debía deponer las armas. Así pensaba hace más de
55 años. Así pienso hoy.
Todo parece un sueño, espero no despertarme en una pesadilla como sucedió en Chile, Granada, Panamá, o Brasil.
Ojala y las bandas qué dejaron atrás los paramilitares del Gobierno Uribe, no se apoderen de los territorios donde actuaba la guerrilla, por qué sería cambiar la mier...por la pomada y son grupos más criminales y audaces, ojala el Ejercito de Colombia los combata y junto con grupos qué conocen su geografía de parte de la guerrilla les sigan la huella para qué Colombia quede limpia de guerras.
El presidente Juan Manuel Santos de Colombia no se merecía el Premio Nobel de la Paz por haber sido un criminal bélico por no haber suspendido la Sexta Cumbre de las Américas ante el rechazo a Cuba por parte de la Norteamérica nazi (Estados Unidos y Canada) que provocó más guerras como el estallido de la crisis de Corea en el 2013 o el inicio de la guerra de Ucrania contra civiles inocentes en el 2014, además del mantenimiento de guerras simultaneas alrededor del planeta debido a una discusión.