Cubadebate

¿Dónde triunfan las ideas? ¿Dónde triunfan los intereses? ¿Dónde triunfa el Capital?
Estas y mucha interrogantes caben ante las declaraciones de Obama, confesados en los momentos en que se encuentra en el borde de un precipicio del que no podrá retornar.

Nada pudo hacer un premio Novel por la Paz, hubo y habrá guerras,

Nada pudo hacer por la salud, las medicinas son un negocio y los enfermos lo capitalizan.

Nada pudo hacer contra el terrorismo, los radares no captan la frecuencia de las ideas de terror.

Nada pudo hacer por los pobres, ahora los ricos son más ricos.

Nada pudo hacer contra las matanzas en las escuelas, ahora hay más armas en la población civil, matar es una diversión, la violencia una necesidad

No pudo impedir la contaminación ambiental con la explotación de esquistos bituminosos.

Lo poco que pudo hacer Obama fue reconocer el fracaso de intentar matar a Fidel y destruir la revolución cubana, devolver a los cinco héroes, contribuir junto a los cubanos a combatir el Ébola en el África, visitar Cuba y disminuir tensiones, abrir el diálogo y pedir al Congreso un cambio en relación a Cuba. Ese es su mérito histórico.

Muchos se creen entendidos y capacitados para dar los vaticinios, pero viene un Trump que los apabulla. Evidentemente no entienden la propia sociedad en la que viven confiados en el precio del poder, ignoran los mecanismos que lo mueven. Ese es el gran próximo peligro.

No hay nada de qué asombrarse, la lectura la brinda el propio Obama, quien intentó otorgar seguridad médica en un país que los ricos creen en primer lugar que son superiores, que no se van a enferman y si hay problemas todos lo pueden resolver con dinero.

Otro caso es el intento de eliminar las armas en el país de mayor violencia, donde la venta de la muerte es un negocio que da vida a los que detentan el poder, defienden que el uno por ciento controle el noventa por ciento de las riquezas y las escalas de valores están asociados en una pirámide de la que todos tienen dependencia del poder, todos piensan como imperio y en recibir sus migajas, nadie va a cambiar eso sin una revolución social.

Sander fue el primer intento, vendrán otros, quizá Trump acelere ese proceso, pero puede llevar a esa sociedad al éxtasis de la vanagloria y ebrios en el ejercicio del poder, arremeter contra el resto del mundo, donde buscarán presas fáciles de dominar.

Esa es la verdadera idiosincrasia de esa inmensa y rica nación, que exterminó a las razas nativas y declaró la independencia sin libertad para sus esclavos, que dogmatizó a las razas, despojó a las naciones, mató y matará en defensa de sus endemoniados privilegios.

El reto para los que quieran cambiar eso, será mucho mayor que tener que enfrentar las decepciones de Obama.

Fidel se siente, Fidel presente, Fidel por siempre!