El reptil permanece en el parque zoológico espirituano. Foto: Lisandra Gómez.
Por Lisandra Gómez Guerra
El joven espirituano Mario Ernesto Suárez Molina asegura que no olvidará jamás la tarde del miércoles 26 de octubre de 2016 cuando capturó, junto a su amigo y vecino Jorge Félix, un cocodrilo de 89 centímetros que apareció misteriosamente en la cañada que cruza cerca del Recinto Ferial Delio Luna Echemendía y la Bolera en la ciudad del Yayabo.
“Eran cerca de las 5 de la tarde. Íbamos a hacer un trabajo cuando escuchamos que un niño gritó parado delante de la cañada porque veía el animal. No lo creímos hasta que nos acercamos y entonces decidimos capturarlo”, dijo en exclusiva para el programa El show de las tres, de Radio Sancti Spíritus.
El reptil, por supuesto, actuando por instintos intentó escapar de sus perseguidores, quienes debieron explotar todo su ingenio. Con escasos recursos confeccionaron una herramienta rústica para detener al animal.
“Estuvimos más de una hora cayéndole atrás. Sentimos miedo pero no nos detuvimos. Al atraparlo le amarramos la boca con una precinta y me lo llevé a mi casa, desde donde llamé al zoológico, pero ya habían cerrado. Algún vecino localizó a la policía y ellos fueron los que se lo llevaron”, explicó.
Tras la entrega a los combatientes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), se localizó a Nancy Paz Muñoz, directora del parque zoológico, quien recibió al animal cerca de las 10 de la noche y lo trasladó, inmediatamente, al centro.
“Como está estipulado se mantiene en cuarentena, aislado del resto de los de su especie. Hasta este momento mantiene buen apetito y se ha adaptado bien al lugar”, alega, quien alertó a las fuerzas de la PNR su preocupación por la aparición en más de un año de varios de esos reptiles en espacios inadecuados.
“Resulta evidente que este animalito estaba bajo los cuidados de alguien porque tiene las uñas cortadas, presenta buen peso y su piel no está carrasposa. Debe tener unos cuatro o cinco meses de edad. Nos preocupa mucho que existan personas que apuesten por la crianza de cocodrilos como mascotas. Ya nos habían llamado porque lo habían visto en la zona donde lo capturaron, pero nos fue imposible atraparlo”, añadió.
A todas luces, ya suman varios ejemplos en Sancti Spíritus de la necesidad de controlar y hacer regir con fuerza lo establecido por la Resolución No. 160 del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, la cual deja bien claro que es una violación la tenencia de esos reptiles como mascota o hobby. Urge enfrentar cualquier hecho que propicie su cría fuera de las instalaciones autorizadas y, de esa forma, evitar que prolifere la peligrosa especie de los cocodrilos citadinos.
El reptil mantiene buen apetito y se ha adaptado bien al lugar, señala Nancy Paz Muñoz, directora del parque zoológico. Foto: Lisandra Gómez.
(Tomado de Escambray)