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Academia Naval de Cuba cumple cien años

Academia Naval. Loma Vigía, Mariel.

Academia Naval. Loma Vigía, Mariel.

Por Contralmirante (R) José Luis Cuza Téllez de Girón*

La Academia Naval de la República de Cuba fue creada el 28 de enero de 1916 en ocasión del 63 aniversario del nacimiento del Héroe Nacional de Cuba, José Martí y Pérez, y se instaló en el Castillo de Rubens, en lo alto de la colina La Vigía, en la Bahía del Mariel, provincia de Pinar del Río.

El Castillo de Rubens fue construido por el abogado norteamericano Horacio Rubens, entre 1905 y 1908, con la idea de dedicarlo al juego y la recreación, pero este proyecto fue desaprobado por el gobierno cubano.

Por recomendación del entonces jefe de la Marina de Guerra, Capitán de Navío, Julio Morales Coello, el gobierno del presidente Mario García Menocal confiscó el edificio, indemnizó al Dr. Rubens y se constituyó en él la Academia Naval con la misión de capacitar oficiales para la Marina de Guerra y la Marina Mercante Nacional, creada ya en 1909.

No fue hasta el 10 de octubre de 1916, que la institución docente quedaría inaugurada con la presencia del Secretario de Gobernación, Aureliano Hevia Alcalde, coronel del Ejercito Libertador. Ese día inició sus estudios la primera promoción de la Marina de Guerra con dos especialidades: Cubierta y Máquinas.

Desde esa fecha hasta el triunfo de la Revolución, el 1ro de Enero de 1959, en la Academia Naval, independientemente de ser un centro de estudios de prestigio en el país y aspiración de buena parte de la juventud cubana, su dirigencia se esmeraba en formar oficiales que respondieran a los intereses de los gobiernos capitalistas de turno. Los cursos de especialidades, como artillería, comunicaciones, lucha antisubmarina, aseguramientos, aviación naval y otros, eran recibidos en las academias navales de los Estados Unidos de América.

Durante esos años, la Marina Mercante Nacional no tuvo gran desarrollo, por lo que sus promociones fueron más reducidas que las de Guerra.

Graduados de la Academia Naval fueron los oficiales de los buques mercantes cubanos “Manzanillo”, “Santiago de Cuba”, “Mambí”, “Libertad”, “24 de febrero” y “Mínima” hundidos por los submarinos nazis en el Mar Caribe; 78 marinos cubanos y tres norteamericanos perdieron sus valiosas vidas como consecuencia de esas acciones.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el Alférez de Fragata, Mario Ramírez Delgado, comandante del Cazasubmarinos 13, cuando realizaba un servicio de escolta a buques mercantes cubanos al Norte de Las Villas hundió al submarino alemán U 176 al Norte de la Bahía de Cádiz. La tripulación del Cazasubmarinos 13 fue condecorada por el Congreso de los Estados Unidos. Su sonarista, Norberto Collado Abreu, luego sería el timonel del yate “Granma”, en 1956.

A pesar de las intenciones de los gobiernos neocoloniales, muchos fueron los graduados de la Academia Naval que se solidarizarían con las justas aspiraciones de libertad y soberanía del pueblo cubano. Ahí están los ejemplos de Jorge Agostini Villasaña, Dionisio San Román Toledo, Dimas Martínez Padilla, Otto Barroso de la Cruz, Andrés González Lines y otros más, quienes se sumaron a la lucha contra la dictadura de Batista, sufrieron prisión y fueron fieles durante toda su vida a la causa revolucionaria, como lo fue el Contralmirante Emigdio Báez Vigo.

Egresados de la Academia Naval fueron el Capitán y el navegante del yate “Granma”, Onelio Pino Izquierdo y Roberto Roque Núñez, así como los oficiales que organizaron el Levantamiento del 5 de Septiembre de 1957, los que aniquilaron en combate frontal a las organizaciones navales contrarrevolucionarias de los “Comandos L”, del “Johnny y Layla Express” y los que, al frente de buques mercantes, transportaron las tropas y medios en el cumplimiento de las misiones internacionalistas cubanas al triunfo de la Revolución.

Uno de los puntos del Programa del Moncada fue el desarrollo de las flotas del Archipiélago Cubano. Por ello, en los años iniciales del período revolucionario, el Comandante Fidel Castro Ruz se dirigió a los becados de estudios universitarios en busca de jóvenes con nivel de bachillerato para ingresar en la Academia Naval y así desarrollar una Marina Mercante, denominada Flota Mambisa.

Academia Naval, Playa Baracoa.

Academia Naval, Playa Baracoa.

El 16 de octubre de 1959, al crearse el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, se crea también la Academia Naval de la Marina de Guerra Revolucionaria.

Para constituir una MGR ágil y poderosa se enviaron jóvenes a la Unión Soviética para preparase en el empleo de los buques antisubmarinos, torpederos y coheteriles que se adquirieron para la defensa de la patria en revolución, amenazada por el gobierno imperialista de los Estados Unidos.

Ya en 1963, la MGR contó con oficiales, clases, marineros y trabajadores civiles con preparación suficiente para recibir la moderna técnica naval soviética y garantizar la seguridad de las costas del Archipiélago Cubano. El 3 de agosto de 1963, en la revista naval efectuada al efecto en la hermosa Bahía de Cabañas, el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, pudo proclamar en emotivo discurso: “Que sea esta siempre una Marina de Patria o Muerte”.

Con esa divisa, la primera promoción de oficiales para la Marina Mercante de la Revolución se graduó en la AN de la MGR, en 1965, la de Comandantes de Buques, en enero de 1967 y el primer Curso Superior en junio de 1970. A partir de ahí, no se ha detenido la preparación y superación de los marinos cubanos.

La necesidad de fortalecer la capacidad defensiva del país, así como la creación de los Ministerios de la Pesca y de la Marina Mercante y Puertos, y propiciar el desarrollo de las flotas de guerra, mercante, de la pesca y de las tropas de guardafronteras, motivaron la necesidad de crear una Academia Naval de mayores dimensiones, con capacidad para un número mayor de alumnos y todas las especialidades de los buques, por lo que en 1976, se inició la construcción de una nueva sede en las orillas del Río Santa Ana, Municipio de Bauta, al Oeste de La Habana, con una capacidad para 3 000 alumnos.

En 1978, el Consejo de Estado promulgó el Decreto Ley Núm. 14 de 1978 en el que se declaró a la Academia Naval como Centro de Enseñanza Superior Militar para la formación de ingenieros de las distintas especialidades para la Marina de Guerra, Marina Mercante, Marina de Pesca nacionales y las Tropas Guarda Fronteras. Esto originó un intenso trabajo científico del claustro de profesores de la institución docente-educativa, así como de sus capaces asesores soviéticos, para elaborar los programas de estudio y textos necesarios para impartir la enseñanza de nivel superior.

Durante 2 años, los profesores de la AN dejaron de asistir a postgrados y maestrías para poder escribir los textos necesarios para la docencia de los alumnos graduados de Pre Universitario y Bachillerato. Esta fue una tarea en la que se demostró la estrecha relación del mando con el Sindicato de Trabajadores civiles de las FAR. Los libros fueron impresos en las poligráficas nacionales, “Juan Marinelo”, en Guantánamo y “Haydee Santamaría”, en Palma Soriano, así como en la imprenta de la AN, a la que se le confirieron modernos equipos digitales.

Raúl coloca orden Antonio Maceo en bandera de la Academia Naval. Foto: Estudios Revolución

Raúl coloca orden Antonio Maceo en bandera de la Academia Naval. Foto: Estudios Revolución

La última promoción de graduados de Nivel Medio se realizó en 1980 y la primera promoción de ingenieros se graduó en junio de 1981 (103 ingenieros: 52 de la Marina Mercante y 51 de la Marina de Guerra Revolucionaria).

Los años de la primera parte de la década del 80 fueron años muy difíciles para la AN de la MGR, pues al tiempo que se impartía docencia superior por unos 500 profesores militares y civiles a más de 2 500 alumnos, se construía la institución naval por las Empresas del Ministerio de la Construcción, incluyendo el canal de entrada de 1 500 m de largo, 80 de ancho y 5 de profundidad.

De 1959 a 1979, solo se había entregado a la AN de la MGR cuatro apartamentos para su plantilla, lo cual originó una gran inestabilidad, sobre todo en el claustro de profesores. De inmediato, Mando y Sindicato se dieron a la tarea de formar una microbrigada para construir un edificio de 20 apartamentos en el cercano pueblo de Santa Fe. En el transcurso de tan solo 25 meses se hizo entrega, en asamblea de militares y civiles, de 60 apartamentos y se continuó la construcción de edificios del tipo Girón y Sandino en Santa Fe y en la aledaña comunidad de Baracoa.

En la plena identificación con el Sindicato, integrada su Sección sindical por trabajadores de todas las especialidades y dirigido por los profesores ing. Pablo Prieto González, ing. Rosa Capote y la Lic. Nurys González se estableció por el mando de la AN el Horario por Actividades para los profesores. Esto permitió que además de sus actividades docentes y metodológicas pudieran prepararse científicamente utilizando los centros de información y bibliotecas de otras instituciones en horario laboral, así como participar junto a sus alumnos en actividades científicas, culturales, deportivas y recreativas incluidas en el proceso docente-educativo del Plan de Estudio de la AN de la MGR.

Así los dirigentes, profesores, trabajadores y alumnos participaban juntos de forma planificada tanto en eventos científicos de otros CEM y CES del país, en Festivales culturales, deportivos y en las actividades recreativas, lo que motivó en aquellos años el desarrollo de un estado educativo, político, moral y social muy favorable, que mucho contribuyera a la identificación afectiva con la Institución.

En el entusiasta movimiento emulatívo sindical de la CTC, la AN participó en él con mucha seriedad y motivación. La mayoría de los trabajadores civiles eran mujeres, por lo que constantemente se creaban condiciones para ellas y así el ausentismo nunca fue más allá de 1,25 %.

Se dio prioridad a la fuerza de trabajo de los pueblos y repartos cercanos como eran Santa Fe, Baracoa, Punta Brava, Bauta, Caimito y Guanajay. Además de los ómnibus asignados por plantilla, en los talleres se construían ómnibus con la ayuda de la Dirección Transporte del MINFAR y en cooperación con la fábrica de ómnibus de Guanajay. Fue muy importante la coordinación con la Empresa de Ómnibus de La Habana, pues cada tres ómnibus que llegaban a Santa Fe el cuarto llegaba hasta la AN garantizando así la entrada y salida de los profesores de acuerdo con los turnos de clases.

Algo que venía afectando a la eficiencia de la AN era la falta de motivación de los alumnos que en ella ingresaban. En agosto de 1980 hubo que ir a las universidades e institutos a buscar jóvenes para ingresar a la AN. Ese año se confeccionó un Plan de Propaganda para llegar a los jóvenes de los pre universitarios, tecnológicos y Escuelas de Camilitos y darles a conocer la AN. Muy importante papel desempeñaron las revistas Verde Olivo, Transporte, Mar y Pesca y Moncada, así como los periódicos Trabajadores y Avante.

Marcha en revista durante el acto por el Aniversario 55 de la fundación de la Academia Naval “Granma”, en La Habana, el 16 de octubre de 2014. AIN FOTO/Marcelino VAZQUEZ HERNANDEZ / Cubadebate

Marcha en revista durante el acto por el Aniversario 55 de la fundación de la Academia Naval “Granma”, en La Habana, el 16 de octubre de 2014.
AIN FOTO/Marcelino VAZQUEZ HERNANDEZ / Cubadebate

La primera medida fue reforzar la Comisión de Captación del MINFAR con oficiales de Nivel Superior de la AN, quienes con sus valiosas explicaciones ilustraban a los jóvenes, y les proporcionaban orientación vocacional. Se confeccionaron plegables con fotos e información de las especialidades a aprender en la Institución naval y se realizaban visitas a la AN de los jóvenes interesados.

Ya en 1982, 2 700 jóvenes optaron por las 400 plazas para el ingreso a la AN, lo que permitió una mejor selección del alumnado. El 100 % con vocación marinera y aptitudes náuticas.

La AN se nutrió de embarcaciones de todo tipo, clase y tamaño: veleros, catamaranes, canoas de remos, kayaks, buques-escuelas de ferrocemento y buques-escuelas mercantes. Con todos ellos se realizaban viajes de instrucción y festivales náuticos en puertos nacionales y extranjeros, y muy especialmente frente al litoral habanero. Con el empleo de la TV esas atractivas actividades náuticas de todo el colectivo de la AN llegaban nacionalmente a la juventud cubana. Uno de los festivales más conocidos y de mayor participación de la población habanera fue la Copa Bohemia, que se celebraba cada año en la primera semana del mes de mayo en la Bahía de La Habana en estrecha colaboración con el INDER, la Asamblea Provincial del Poder Popular de La Habana, la FMC, los CDR y la Marina Mercante y la Pesca.

Los domingos y días festivos, las familias de los oficiales, trabajadores civiles y guardiamarinas organizados por Facultades, salían a navegar en los veleros frente al litoral de la AN. En los meses de verano, se llevaban los veleros para la dársena de Varadero y allí coordinado con Comercio Militar de las FAR, tanto militares como civiles, disfrutaban de 6 días en la modalidad de Vida a Bordo.

En el parqueo de la Casa de Oficiales de la AN en la Playa Baracoa se instalaron ocho trailers- viviendas construidos en los talleres de la AN, los que se alquilaban por Comercio Militar durante 6 días a los trabajadores civiles, quienes disfrutaban vacaciones en la playa con sus familias.

De acuerdo con el Plan de Emulación de las FAR cada mes la AN tenía algo más de 400 vanguardias. En la Casa de Oficiales, en Baracoa, se les organizaban homenajes en los que participaban también alumnas de las universidades. El baile lo amenizaban los combos musicales integrados por los guardiamarinas de la AN. Entre estos jóvenes universitarios hubo varios matrimonios.

El Centro de Estudio Militar instrumentó un sistema de información de sus alumnos para las familias, mediante el cual ellas recibían periódicamente los resultados académicos de sus hijos, así como información sobre el desarrollo de la AN. Esto motivó una importante identificación de los familiares de los estudiantes con el CEM.

A los profesores, que cursaban maestrías o doctorados en el extranjero, se les informaba semestralmente de la marcha de la AN, para mantener la relación y vinculo con su CEM.

El nivel científico y metodológico de esta Institución la hizo merecedora de que, en la primera mitad de la década del 80, la Organización Marítima Internacional (IMO) de las Naciones Unidas le propusiera a Cuba que la Academia Naval de la MGR fuera filial de la Universidad Marítima Mundial, radicada en Suecia, para titular a los marinos de países de habla hispana. En esos años, la Academia Naval integró el Consejo Científico Superior del país para impartir las maestrías y doctorados sobre la Técnica Naval.

Fue en estos años que se introdujo la computación en el desarrollo del proceso docente educativo, primero con el empleo de las computadoras cubanas Cid 201 y luego las microcomputadoras japonesas (NEC), así como se creó el departamento de medios audiovisuales.

La AN poseyó una magnifica Banda de Música, dirigida magistralmente por el Profesor Milanés, que no solo garantizaba los desfiles y actos de la AN, sino también de los demás CEM de las FAR, así como eventos culturales, deportivos y recreativos de las instituciones del país que lo solicitaran. Conciertos ofrecidos, no solo en la Plaza de la Catedral, el Anfiteatro de la Avenida del Puerto, el Parque Almendares, el Pabellón Cuba, sino también en los países visitados por los buques escuelas, fueron importantes exponentes musicales. El Sitio de Zaragoza era una de sus más admirables interpretaciones.

Todas estas actividades realizadas en esos años en la AN hicieron posible que su colectivo recibiera la Bandera de la Emulación Socialista, organizada por la Central de Trabajadores de Cuba, la “Héroes del Moncada” y durante los años de 1981 a 1984, fuera Colectivo Vanguardia Nacional. Por ello, la AN de la MGR abría los desfiles del 1ro. de Mayo junto a los más prestigiosos centros laborales del país.

En la década del 90, las flotas cubanas se redujeron, por lo que no fue necesario tener una Academia Naval tan grande y numerosa y la Institución fue trasladada para la Academia de las FAR “General Máximo Gómez Báez” en el litoral Este de La Habana.

La calidad y alto nivel académico del claustro de profesores, así como el personal de aseguramiento y apoyo al sistema docente-educativo que ha tenido siempre la Academia Naval le ha permitido ser merecedora de reconocimientos, tanto de los mandos militares como de las instituciones civiles del país. El Ministerio de las FAR le otorgó el 16 de octubre de 1987 la denominación “Granma”.

En el Aniversario 55 de la creación de la Academia Naval de la Marina de Guerra Revolucionaria, el 16 de octubre del 2014, la Institución recibió del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, la Orden “Antonio Maceo”, reconocimiento que solo poseen las más prestigiosas instituciones militares de la República de Cuba.

Saludamos a la Academia Naval “Granma”, insigne Institución náutica del Archipiélago cubano, que cumple 100 años de haber comenzado su primer curso un día como hoy, 10 de octubre, fecha escogida en homenaje al grito libertario de Carlos Manuel de Céspedes en 1868, con el que se iniciarían las luchas independentista de nuestra Patria.

La Habana. 10 de octubre 2016.

* Capitán del ER, jefe de la Compañía B “Pedro Sotto Alba”, Columna 19 “José Tey”, Segundo Frente Oriental “Frank País”. Jefe de la Academia Naval de la MGR (1979-1984).