Los candidatos presidenciales Donald Trump y Hillary Clinton se estrechan la mano al final del debate de este domingo, en la Universidad Washington de St. Louis. Foto: Ap.
Fueron 90 minutos de una tensión que congeló la sonrisa de Hillary Clinton y convirtió a Donald Trump en una nariz esnifando constantemente.
Una hora y media en la que Donald Trump acusó a Bill Clinton de haber sido “el peor abusador de mujeres” y a Hillary Clinton de haberle encubierto.
Sin embargo, tras una hora y media de continuos ataques, el candidato republicano fue incapaz de mandarla a la lona con una acusación que ha intentado contrarrestar los ataques que lo han reducido a un “acusador sexual”, luego del video difundido por The Washington Post el pasado viernes.
En un debate, con formato de cabildo y con la presencia de electores en el estudio, Hillary Clinton consiguió resistir los embates de su contrincante republicano y, además, dejarlo en evidencia como un candidato poco preparado.
A manera de ejemplo, la forma en que Donald Trump insistió en la necesidad de reforzar la seguridad de la frontera con México, para evitar que “ilegales criminales” sigan inundando Estados Unidos.
Trump respondió así a Clinton cuando ésta advirtió sobre el peligro de la retórica islamofóbica que es utilizada por los terroristas para reclutar a su gente.
“Cuando se trata de vigilar y tener más cuidado con la gente que viene de fuera, tenemos que asegurar la frontera con México porque vienen criminales y traficantes de drogas”, aseguró Trump.
En un duelo precedido por una conferencia de prensa, en la que Donald Trump ofreció una pista de sus intenciones, el tema de los presuntos abusos perpetrados por el ex presidente, Bill Clinton, fueron utilizados como pararrayos por el republicano para evitar el hundimiento de su campaña y para distraer el foco de la atención que le ha costado el abandono de más de 150 republicanos.
En la rueda de prensa, Trump salió rodeado de Juanita Broaddrick, Kathleen Willey, Kathy Shelton y Paula Jones. “Como ha dicho el señor Trump. Las palabras cuentan más que las acciones. Y Bill Clinton me violó y Hillary Clinton me amenazó.
“Eso no tiene comparación” con las acusaciones que se han lanzado contra Donald Trump, aseguró Juanita Broaddrick, la mujer que se ha convertido en estandarte y pararrayos de la campaña del magnate para tratar de contrarrestar la oleada de ataques, críticas y abandonos desde la cúpula del partido republicano.
En una primera parte dominada por los insultos, las acusaciones y las continuas interrupciones de Trump, Hillary Clinton consiguió neutralizarlo momentáneamente cuando le soltó: “Donald todos sabemos que lo único que quieres es distraer la atención de su campaña que está explotando”.
Tras el fin de este segundo duelo, no parece claro que Donald Trump conseguirá evitar el abandono de nuevos miembros del partido republicano, en medio de una crisis que pondrá a prueba su campaña en el curso de los próximos días.
Por su parte, Clinton confiaba en mantenerse a la cabeza de las encuestas que a nivel nacional le siguen favoreciendo, mientras también avanza en estados que serán cruciales como Florida, Colorado, Nevada, Virginia y Carolina del Norte, entre otros.
La ronda de hoy
La ronda de hoy es considerada potencialmente decisoria en una campaña que en el último mes mostró a Clinton y Trump prácticamente empatados, con una ventaja mínima para la exsecretaria de Estado.
Este fue el segundo de los tres debates presidenciales que se tienen previstos en esta nación norteamericana antes de los comicios del 8 de noviembre.
(Tomado de La Jornada/ Telesur)