El burkini sigue siendo motivo de polémicas
Si alguien cree que la polémica del burkini se acaba con la decisión del Consejo de Estado de anular la normativa en Villeneuve-Loubet, se equivoca. La prensa francesa ha hecho balance de la situación que, por lo que parece, no ha hecho más que empezar. A la derecha, numerosos alcaldes y diputados reclaman una ley que ampare el veto de la prenda de baño. En el Gobierno, Manuel Valls promete medidas en este sentido, que podrían costarle un nuevo disgusto en las filas de los socialistas.
Sociólogos y analistas lo avisan desde hace meses pero la precampaña política de ciertos candidatos, ocho meses antes de las elecciones presidenciales, hace evidente que la cuestión de la identidad, la laicidad y el lugar del islam en la sociedad francesa serán primordiales en la carrera al Elíseo.
Precisamente este punto es el que inquieta ahora a la prensa gala que habla de una polémica "explotada con intenciones electorales", según Le Monde, o que tenía por objeto "consolidar las tensiones", en palabras de L'OBS.
Le Monde, el periódico con más proyección internacional del país, acepta la "incomprensión" y "estupefacción" que la medida ha tenido en el extranjero rozando en ocasiones el "absurdo".
"Podemos desaprobar el uso del burkini o del velo y estar impactados por el atentado que supone para la dignidad de las mujeres, pero la prohibición no es una solución mágica", recuerda el diario de carácter progresista.Un debate "legítimo en el contexto actual" en el que resulta llamativo, siempre según Le Monde, que hayan sido dos mujeres del Gobierno -Najat Vallaud-Belkacem y Marisol Touraine- las que han mostrado su oposición radical a la prohibición frente a Valls.
El periódico, consciente de que el debate no acaba aquí, exige finalmente que la clase política aborde la cuestión de forma "racional, serena y honesta", en un momento en el que la ciudadanía ha mostrado más "dignidad y responsabilidad" que sus diputados. "El mayor servicio que éstos pueden ofrecer a su país es dejar de echar leña al fuego", sentencia.
Le Figaro aprovecha para hacer balance de las reacciones en la derecha, mayoritariamente a favor de crear una legislación que impida el uso de la prenda. "Bajo el velo se esconde el odio de lo que somos, de lo que en su opinión representamos", asegura Yves Thréard.
El periódico de derechas habla de futuro y de la necesidad de una ley para salir del "impasse jurídico" que supone la decisión del Consejo de Estado.La versión digital de la revista semanal L'Obs ve en el debate político que se ha creado este mes una "réplica" del "fracaso" que supuso el fallido proyecto de ley sobre la retirada de la nacionalidad.
El presidente François Hollande renunció a él a finales de marzo tras un debate parlamentario y social que no veía la luz. En ese momento, las críticas a una potencial diferenciación entre franceses y los ecos de un atentado contra la Constitución se escuchaban tanto o más ahora.El editorial, firmado por la periodista Sara Daniel, lamenta que la situación haya generado "abusos inaceptables que consolidan la crispación" y crea "posiciones políticas nauseabundas".
Daniel se pregunta, siguiendo las cuestiones abiertas por la prensa anglosajona, si el veto no respondió más bien al "odio al islam" que "ciega" a muchos diputados o si, en cambio, se trata de un "intento desesperado" de "contener los signos de un comunitarismo que ha vencido en nuestro modelo de integración".
Finalmente, el debate irreconciliable entre la izquierda y la derecha sobre el burkini es otra prueba más de que, de momento, la lucha contra el yihadismo no encuentra puntos comunes en Francia. Para el diario de izquierdas Libération la decisión sirve para acallar la propaganda islamista, que ha aprovechado la polémica para mostrar una "persecución del islam en Francia", demostrando que las leyes francesas protegen a los musulmanes "como al resto de ciudadanos".
Valls, prácticamente el único miembro del Gobierno que se ha mostrado a favor de la prohibición, dijo tras conocer la sentencia que las medidas continuarán en aras de alcanzar ese "islam de Francia", dentro de los cada vez más exigentes esquemas la laicidad que reclama un sector del país. El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, explicará este lunes en qué consisten dichas medidas. El resultado promete ser igualmente polémico.
(Con información de El Mundo)
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Es indignante que prohiban eso, a esa cultura milenaria se le debe un respeto
Henry que le pasaría a una francesa que se equivoque y en vez de burquine se ponga un biquine en un pais de cultura musulman milenaria. Respetarían la cultura francesa en ese pais?. Y el consejo de estado de ese pais saldría a apoyar el uso de biquine?.
Ramón, no es solamente la cultura sino las leyes. En países musulmanes no-laicos es ley que las mujeres usen toda una parafernalia de cosas en la playa. A veces ni siquiera el burkini está permitido. Yo no estoy de acuerdo con esas leyes. Pero hay que reconocer que cuando los gobiernos musulmanes no-laicos prohíben el bikini están siendo coherentes con sus propias leyes.
Sin embargo, Francia es un país laico, para el agrado de los amantes de la libertad. Allí la ley es que puedes usar lo que quieras sin que nadie, mucho menos la policía, te interpele por ello. Cuando autoridades francesas prohíben el burkini están yendo, por paradójico que parezca, en contra de su cultura laica y de sus propias leyes. Lo que anima estas prohibiciones no es el republicanismo sino el racismo y la islamofobia. No en balde es la derecha la que más réditos obtiene con todo esto. Pero es que ese espíritu segregacionista es precisamente la negación del republicanismo. De ahí la polémica y las críticas provenientes de todo el mundo.
Si estimulamos a Francia a establecer leyes que segregan a un grupo de sus ciudadanos, entonces los estamos animando a que se conviertan en lo mismo que critican. Sería una contradicción, y como mínimo una hipocresía de mal gusto
Yo vivo en los meses del verano en Turkia un país musulman y en la playa hay mujeres con burkini pero no es la mayoría y hay otras con bikinis como yo por ejemplo y en los 15 años que visitó este país nadie me ha dicho que no puedo ponerme mi bikinis bueno hablo en el caso de Turkia no se otros países árabes es un tema muy complejo
espero que el la moda del burkini no llegue a cuba nunca, claro aca el Islam no tiene tantas seguidoras.
Ni tampoco todas las seguidoras del Islam usan burkini. Existen muchas interpretaciones, al igual que en otras religiones. Dentro del cristianismo tampoco es lo mismo un católico que un metodista o un mormón.
Creo que cada cual es libre de decidir qué se pone o no como si no se pone nada lo que sí veo que las que se ponen el burkini si llegan blancas a la playa y se van como llegaron no se pueden broncear