Lisandra Guerra. Foto de archivo.
Río de Janeiro.- Cuando Lisandra Guerra debutó en Beijing 2008 todos pensaron que podía ganar una medalla, pero meses antes quitaron su especialidad favorita: los 500 metros contrarreloj; en Londres 2012 se quedó a las puertas con el sexto lugar en la velocidad y ahora está consciente que puede lograrlo, pues confianza y madurez le sobra.
La matancera ha entrenado por estos días en el velódromo de la competencia y vaticina que desde el jueves 11 de agosto (inicio del ciclismo de pista) los tiempos no serán muy sobresalientes porque “no está rápido, incluso las primeras veces que corrí lo sentí lento y algo extraño, aunque ya este lunes me sentí muchos mejor”.
Acostumbrada a los grandes retos, la velocista de mejores resultados en la historia del ciclismo cubano – archiva cinco medallas mundiales: un oro, plata y tres bronces- coincidió que “sus mayores opciones vuelven a estar en la velocidad, pero no descartó la faena que pueda rendir en el keirin, modalidad en la que conquistó su última presea del orbe en febrero del 2015.
“Si logro ubicarme bien en el sprint del keirin cualquier cosa puede pasar. Lo difícil ahí es que son muchos heats y solo la ganadora pasa a la siguiente ronda hasta la semifinal, cuando avanzan a las semifinales las tres primeras”, explicó tras haber estudiado la lista de participantes.
Consciente de que lo pasado es historia que quedó atrás, Lisandra considera que en la cita británica hace cuatro años fue cuando más cerca estuvo de subir al podio. “Después de haberle ganado una serie a la china solo tenía que imponerme en otro para ir a discutir medallas”.
“Hubo un poco de inexperiencia y tal vez faltó el apoyo de alguien que me trasmitiera esa confianza necesaria y le diga a uno: “tú sí puedes. Hoy es distinto porque sé que puedo y mi principal rival soy yo misma”, expresó la pedalista de 28 años.
“Hoy me creo el sueño y lo vivo y me imagino con esa medalla tan anhelada que falta en la sala de mi casa”, aseguró la carismática ciclista, multicampeona panamericana y una de las alumnas del Centro Mundial de Ciclismo en Aigle, Suiza, por muchos años.
Sobre la posibilidad de llegar hasta Tokío 2020, abrió los ojos como si tratara de un último remate y soltó una frase muy ocurrente y humorística para cerrar el diálogo: “la medalla tiene que llegar ahora porque entonces me veré obligada a ir a Tokio 2020 aunque sea con un bastón”.
El ciclismo cubano ya tuvo su primera concursante, Arlenis Sierra, lugar 28 en la ruta olímpica; en tanto Marlies Mejías lo hará en la prueba del ómnium desde el 15 de agosto.
La mejor actuación de una representante de la Isla en Juegos Olímpicos se remonta al 2008 en la capital china, cuando Yoanka González conquistó una plata histórica en la carrera por puntos.