Cubadebate

El Real Madrid pugna con el Barcelona por Gabriel Jesús

Ya hay culebrón del verano. El Madrid ha movido ficha a última hora para fichar a Gabriel Jesús, del Palmeiras. El Barça lo tenía casi atado.

4 julio 2016 10:32h CEST

Madrid y Barça se disputan estos días el fichaje de Gabriel Jesús, del Palmeiras, actual pichichi del Brasileirao (9 goles) con sólo 19 años. El Barcelona tenía casi atada su contratación (“es un jugador diferente”, llegó a decir Bartomeu). André Cury, ojeador culé en Brasil, llevaba trabajando en ello varios meses. Incluso Raúl Sanllehí, director de fútbol del Barça, había viajado en los últimos días para cerrar la operación con el jugador y el Palmeiras, al que pagaban la cláusula de 24 millones. Ese es el precio para Barça, Madrid, PSG, United y Bayern, según figura en su contrato. Para cualquier otra entidad (como el Inter, que también le pretende) su cláusula sube a 40 millones.

El Madrid se movió tarde, la pasada semana. Fue Juni Calafat, colaborador del Madrid, quien alertó a la entidad blanca de que podían perder “al jugador del futuro”. Finalmente el encargado de llevar la oferta a los agentes de Gabriel Jesús y al Palmeiras fue Giovanni Branchini, uno de los intermediarios de cabecera de Florentino. El Madrid ofrece más dinero que el Barça al jugador y también paga la cláusula de 24 millones. El Barça había acordado dejarlo cedido en el Palmeiras la próxima temporada, para que pudiera jugar la Libertadores. Ahora, todo está parado...

Los contras de la operación son ya un clásico en Brasil. La propiedad del jugador está muy dividida: el 55% es de sus agentes (el que más tiene, Cristiano Simoes, un 32,5%, pero incluso se habla de DIS, como de su anterior agente, Fabio Caran, que se asoció con Wagner Ribeiro). El 15% es del propio jugador y el 30% restante del Palmeiras. Para cerrar la operación habrá que invertir otros 10 millones, mínimo, en comisiones...
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En Brasil ven en Gabriel Jesús cosas del 'primer Ronaldo'

Es el jugador más querido en Brasil. No se veía salir un delantero como él desde que Ronaldo Nazario encantó al país con el Cruzeiro.

4 julio 2016 14:25h CEST

Gabriel Jesús es un bicho raro en el fútbol. Es un adolescente normal que sólo quiere jugar.

Por eso es el jugador más querido del país. No en popularidad, que en eso Neymar todavía es inalcanzable. Hablamos de afinidad, de simpatía. Todo el mundo en Brasil quiere que le vaya bien a Gabriel Jesús.

Gabriel Jesús nació y se crió en Jardim Peri, un barrio al norte de Sao Paulo. Con 11 años accedió a la cantera del Palmeiras y rápidamente empezó a levantar expectación. Ahora se está saliendo jugando finalmente de delantero centro y no como mediapunta o extremo, como hacía en las categorías inferiores.

En el Mundial Sub-20, disputado el año pasado en Nueva Zelanda, fue el diez de Brasil, responsable de la creación de las jugadas de ataque. Con el antiguo entrenador del Palmeiras jugó también en esta posición, pero fue con la llegada de Cuca al club verde de Sao Paulo cuando Gabriel Jesús encontró su sitio y viene encantando a todo el país con su estilo único: un delantero con mucho desborde y velocidad, pero con una facilidad natural para encontrar el gol.

Su repertorio es amplio. Finaliza bien con las dos piernas, es fuerte y muy veloz. Sabe rematar dentro del área con la cabeza... Pero su mayor virtud es la manera en la que arranca con el balón controlado. Sus carreras fugaces deslumbran ya en todo el mundo. Rogerio Micale, actual técnico de Brasil para los Juegos Olímpicos, llegó a decir que supera incluso a Neymar en este apartado del juego.

No se veía salir de Brasil un delantero como él desde que Ronaldo Nazario, también con 19 años, encantó al país en el Cruzeiro. Los especialistas ven cosas suyas en el estilo de Gabriel Jesús. Hay consenso... más del que hubo con Neymar.

Y éste no brilla sólo dentro del campo. Fuera, es un encanto. Humilde, sencillo, muy cercano a su familia y con los pies en el suelo. Cuando habla, transmite sinceridad y espontaneidad. Es un tipo auténtico, sin ser arrogante.

En Brasil la sensación que tenemos es que estamos viendo ante nuestros ojos el nacimiento de un jugador único. Y no sorprende a nadie que los gigantes de Europa estén peleando como locos por él.

Real Madrid

El galés se ha llevado a Francia a su fisio de confianza, Jaime Benito. Las manos que mecen a Bale en la Euro... son del Madrid

Jaime Benito, mucho más que un fisio para Bale

04/07/2016 09:17 CET

Es su hombre de confianza en el vestuario madridista, el que vela por que su estado físico sea óptimo, mucho más que un fisioterapeuta, un amigo para Bale. Razones de sobra para que Jaime Benito, fisio del Real Madrid, sea uno más en la expedición de Gales en esta Eurocopa de Francia.

Fue el propio Gareth quien solicitó al Real Madrid que Jaime le acompañara en la concentración y durante la estancia en el país galo. Es quien mejor conoce su musculatura y con quien Bale más cómodo se siente. Buena parte de culpa del estado de forma del 'Eleven of Hearts' en esta Euro es por tanto de Benito, que se mantiene en un discreto segundo plano.

Jaime no aparece en las celebraciones de Gales. Ni tan siquiera posó el otro día en la víspera de los cuartos de final cuando toda la expedición se hizo una foto de familia. En los partidos se sienta detrás de banquillo de Gales. Pero a todos los efectos es uno más del staff, vestimenta oficial incluida. De hecho, aparece en las imágenes de la recepción de los empleados en el hotel de concentración de los dragones.

Muy unidos

Bale confía plenamente en Jaime. De hecho, le ha dedicado más de un gol en la ya pasada temporada, primero en Mestalla y después en Anoeta, dos tantos que eran importantes en su momento. Conectaron desde el principio, dado que Jaime habla perfectamente inglés y a Gareth le sigue costando comunicarse de manera natural en castellano.

El Madrid, por tanto, está informado de primera mano y al instante del estado de Bale, lo que es una garantía de tranquilidad, viendo el excepcional momento de forma que vive Gareth, que se ha llevado a la Eurocopa a las manos que mejor y más le conocen, las de Jaime Benito, más que un fisio, un amigo.
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Relaño
Islandia no se entregó ni con el 4-0

4 julio 2016 00:50h CEST

Islandia se queda fuera, no ganará la Eurocopa como el Leicester ganó la Premier, pero se lleva la admiración y la gratitud de todos nosotros. Francia despachó el partido en la primera parte, nos fuimos con un 4-0 al descanso, pero Islandia no se entregó. Verdaderos ‘sportmen’. Jugaron la segunda parte de poder a poder, marcaron dos goles y obligaron a correr para atrás a Francia. Su recuerdo queda. Han hecho feliz a su país, hasta ahora más aficionado al balonmano, y nos dejan entre otros el recuerdo de esos tremendos saques de banda de Gunnarsson, vía rústica y eficaz para llegar al gol.

Al menos se dieron el gusto de ganar 1-2 la segunda parte, después de haber perdido 4-0 la primera. Francia, pues, estará en la semifinal ante Alemania. Francia viene haciendo buen campeonato, con Griezmann en su papel de ardilla astuta (ayer marcó un gol espléndido) y Pogba como émbolo para empujar al equipo hacia arriba. Hace un par de años Del Piero le dijo a Marco Ruiz en entrevista para AS que Pogba será el gran jugador europeo del futuro: “Tiene físico de ‘top player’ de la NBA”. Y, sí, lo tiene y lo usa. Su gol de córner fue arrasador. Tiene más cosas, pero aún ha de aprender algunas.

Vamos, pues, hacia el desenlace de la Euro. Las semifinales son miércoles y jueves, Portugal-Gales y Francia-Alemania. Viendo cómo ha sido la ruta por el lado que teníamos asegurado hasta el gol de Perisic da todavía más rabia lo que pasó. Ahora nos queda el interés de ver estos últimos partidos, en los que tenemos puntos de atención singularizables. Bale, Cristiano, Pepe y André Gomes en una semifinal, Kroos, Mustafi, Griezmann, Rami y Umtiti (si juega) en la otra. No está La Roja, pero está LaLiga, en proporción considerable. Y otro foco singular es Pogba, al que el Madrid vigila con interés singular.

Real Madrid

Hizo historia en el campo y en el banquillo. 15 años con Zidane.El día que el Madrid encontró el centro de la galaxia

En su presentación como entrenador: "Lo daré todo para que el equipo gane algo este año"

04/07/2016 11:20 CET

Un 4 de julio, pero de 2001, Florentino Pérez y Luciano Moggi cerraban en Lugano (Suiza) el traspaso de Zinedine Zidane de la Juventus al Real Madrid. La cifra, 72 millones de euros, era la más alta pagada por un futbolista en toda la historia. Seis días después, Zizou era presentado en el palco de honor del Bernabéu por el propio Florentino y Alfredo di Stéfano. Se convertía en el segundo galáctico del Madrid. El resto es historia, con los siguientes hitos más destacados.
La madre de todas las voleas en Hampden Park

Zidane no tuvo una adaptación sencilla al Real Madrid. Curtido en el tacticismo del fútbol italiano, tardó en acomodarse al rol de libertad absoluta que le dio Del Bosque, que al final decidió colocarlo entre la mediapunta y el costado izquierdo. Poco a poco su calidad acabó imponiéndose, y alcanzó su punto álgido el 15 de mayo de 2002, cuando bajó del cielo de Glasgow un balón llovido para convertir el considerado como mejor gol en la historia de las finales de Champions.

Cinco años de magia blanca en el Bernabéu.

Chamartín aprendió a disfrutar del talento de un futbolista irrepetible, que dejó sobre todo el sello de la elegancia en todas sus acciones. Futbolista ofensivo, el francés siempre reivindicó que la belleza de su juego escondía un trasfondo mucho más prosaico. ZZ pensaba siempre en la forma de hacer el máximo daño posible a sus rivales, y con su futbol de seda consiguió vertebrar durante cinco años el juego de ataque de un Madrid que quedó para siempre en la memoria de los madridistas.

Una notable cosecha de títulos con final abrupto

En los primeros años, todo fueron días de vino y rosas para Zidane. La conquista de la Champions de 2002, la Novena, dio paso a una cosecha de títulos que se amplió con la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, a nivel internacional, y con dos Supercopas de España y una Liga en el ámbito doméstico. Pero todo acabó en 2003. La salida de Vicente del Bosque dio paso a una etapa de desgobierno en el banquillo blanco, que vio pasar a varios inquilinos, de Queiroz a López Caro, sin que llegaron más títulos para engrosar las arcas del Bernabéu.

Títulos como jugador

Supercopa de España 2001-02
Liga 2002-03
Champions League 2001-02
Supercopa de Europa 2002
Copa Intercontinental 2002

Fueron tiempos oscuros, en los que el fútbol de Zidane era uno de los grandes alicientes para que el Bernabéu siguiera llenándose partido tras partido de aficionados deseosos de ver qué novedades ofrecía el inagotable repertorio del genio marsellés. La deriva, que acabó arrastrando incluso al propio Florentino Pérez, tiñó de sombras los últimos años de Zidane como jugador a nivel de clubes. Tampoco llegaron más trofeos individuales. El Balón de Oro de 1998 se quedó sin compañía.
Un mar de lágrimas en su despedida

El 7 de mayo de 2006, Zidane se despide del Bernabéu tras un partido contra el Villarreal. Hubo lágrimas en las gradas y también en el césped, las de un Zidane roto por la emoción en su adiós al club de su vida. El sentimiento era mutuo. Pocas veces el Bernabéu ha dispensado un adiós similar a un futbolista con sólo cinco años de bagaje en la casa. Zidane, además, se marchó como un caballero, perdonando el último año de contrato que aún le restaba con la entidad de Concha Espina: seis millones.

El último partido de Zidane

Adiós por todo lo alto en el Mundial de 2006

Pero la retirada del Madrid no fue su último partido. Hambriento de gloria, decidió volver con Francia y liderar a una selección de veteranos en el Mundial de Alemania 2006. Fueron las últimas gotas de esencia de Zidane, pero posiblemente las más puras. Llevó a Les Bleus a la final, en la que dejó dos acciones para el recuerdo. Primero, un penalti a lo Panenka para adelantar a su equipo. Y, por último, un cabezazo a Materazzi que le costó la expulsión de una final que Francia perdió.

Regresa como asesor de Florentino en 2009

La gloriosa carrera delZidane jugador iba a tener continuidad apenas tres años después de colgar las botas. El francés, el segundo galáctico de la era Florentino, es recuperado por el presidente del Madrid para ejercer de su asesor en su segunda etapa como máximo mandatario. Este nombramiento se hace oficial el 1 de junio de 2009 -se anuncia también la llegada de Jorge Valdano como nuevo director general del Madrid- y es el principio de una carrera meteórica de Zizou, ahora ya con traje y corbata.

Títulos como asistente técnico

Copa del Rey 2013-14
Champions League 2013-14

Enlace entre el equipo y Florentino, en 2010

Apenas un año después de su regreso a Chamartín,Zizou pasa a "hacer de enlace entre el primer equipo y el presidente". Es nombrado por Florentino el 12 de noviembre de 2010 y el Madrid, en la nota que mandó a los medios, explicó así su nuevo cargo: "Zidane tiene como objetivo ayudar a la optimización de las condiciones de trabajo del primer equipo. Estará a disposición del presidente y del entrenador". Su paso no fue largo al no comulgar con ciertas quejas de Mourinho en el terreno arbitral.
Segundo de Ancelotti y la conquista de Lisboa

Si la experiencia con Mourinho no fue del todo satisfactoria, sí se puede definir así su desempeño como segundo entrenador del Madrid junto a Carlo Ancelotti. El francés llega en la temporada 13-14 y en su primera temporada contribuye a que el equipo vuelva a conquistar la Champions. La Décima, el título logrado ante el Atlético en Lisboa, contó con la participación de un Zizou que fue clave para sacar lo mejor de algunos jugadores, en especial de su compatriota Karim Benzema.

Luces y sombras como primero en elCastilla

Zidane, siguiendo la lógica de su evolución en el club, toma el banquillo del Castilla para lograr subir al filial a Segunda.En la primera temporada, la 14-15, Zidane acaricia el ascenso al dejar al equipo sexto. La segunda no la termina, ya que sube al primer equipo cuando el equipo es segundo.

En 2016 coge el primer equipo por Benítez

El 4 de enero de 2016, tras empatar el Madrid en Mestalla, Florentino Pérez decide destituir a Rafa Benítez y dar las riendas del primer equipo a Zinedine Zidane. El galo asume el reto y toma el mando de un coloso como el del Bernabéu sin haber entrenado nunca en Primera o Segunda división. Su llegada provoca ilusión con las primeras goleadas, pero varios pinchazos en Liga, en especial en casa ante el Atlético, complican los primeros meses de Zizou como mandamás del equipo. El francés busca dar con la tecla...

Títulos como entrenador

Champions League 2015-16

Y lo hace. Coloca a Casemiro en la medular, continua su apuesta por la BBC y el Madrid comienza una racha espectacular de victorias en Liga que le lleva a pelear el título con Barcelona y Atlético.Cierto es que los primeros ganan el campeonato, pero también que los blancos pelean hasta la última jornada. Mientras, entre domingo y domingo de Liga, el equipo dirigido por Zidane pasa todas las rondas de la Champions. La ansiada conquista, la deseada Undécima, se va convirtiendo en un sueño con una fecha marcada en el calendario: 28 de mayo, San Siro, Milán.
Zidane y su grito de guerra: "¡Hala Madrid hombre!"
La Undécima, su mayor logro como técnico

El Atlético es, otra vez, el rival del Madrid para conquistar la orejona. Antes, los blancos han ido eliminando a la Roma (victoria en los dos partidos), Wolfsburgo (debacle en Alemania y remontada histórica en casa) y Manchester City (un solitario gol de Bale decide la eliminatoria). El partido, sufrido como pocos, acaba en la tanda de penaltis tras los goles de Ramos y Carrasco. Sólo Juanfran falla y el tanto de Cristiano decide la mayor gesta del Zidane entrenador.

Eurocopa 2016

Se coloca al frente de la Bota de Oro con su cuarta diana. Griezmann, el Príncipe de la Euro

Supera al ganador en 2012 (Torres, con tres goles) e iguala al de 2008 (Villa, 4)

Alemania, que le hizo llorar en Brasil, es su siguiente parada

11 goles de Griezmann en los 32 partidos que suma con la selección francesa
Griezmann ya ejerce de Pichichi de la Eurocopa

04/07/2016 07:24 CET

Francia saca pecho en su casa. Acosada desde el inicio por su juego, el equipo de Deschamps ya está en semifinales y su línea es ascendente. Si Alemania ofrece a Neuer, los galeses a Bale y Portugal a Cristiano, el gallo francés se llama Antoine Griezmann. El jugador del Atlético de Madrid sumó ayer su cuarto gol en la Euro, esta vez con una espléndida pelota picada ante la salida de Halldorsson, para colocarse en solitario al frente de la clasificación de máximos goleadores.

Esta vez no hizo falta que Griezmann, como sucedió ante Irlanda, que el Principito se echara a su equipo a las espaldas para acabar con la resistencia irlandesa. Francia funcionó bien ataque y repartió responsabilidades.
En la cuna del 'principito'

Filtrando juego entre líneas, el líder de la Bota de Oro encontró el gol, que era ya el 4-0, cuando el descanso llegaba. Un pase vertical de Pogba, una maniobra inteligente de Giroud y una autopista para que Griezmann explotara esa velocidad que tiene con la pelota pegada a pie. La resolución de la jugada fue de tanta calidad que Payet se fue a por él para hacerle ese significativo gesto de limpiarle la bota.
Y un pase de gol

En esa pelea por la Bota de Oro, que sólo la han logrado dos franceses en la historia -Platini y Heutte, este último en 1960-, Griezmann añadió ayer un pase de gol, un factor que decide en el caso de que haya empate, como ocurrió en la última Eurocopa.
Griezmann ya tiene su canción en esta Eurocopa

De su bota izquierda salió el pase desde el saque de esquina con el que Pogba rompió el partido a hacer el 2-0. Con ese tanto, el delantero del Atlético de Madrid ya supera los tres goles que dieron a Fernando Torres la Bota de Oro en Kiev. Y empata los cuatro con los que la alcanzó Villa en 2008.
Así fue la celebración más española de Griezmann

Con un partido más ya asegurado, la semifinal con Alemania, Griezmann puede superar la cifra de cinco dianas, algo que sólo Michel Platini ha logrado. Los nueve goles del expresidente de la UEFA hace 32 años, y también en Francia, son una marca tan inalcanzable como la de otro francés en un Mundial: las 13 dianas de Jules Fontaine en Suecia 1958.

En el noveno partido marcando de los 32 que suma con Francia se mantiene que si Antoine marca su selección gana -siete triunfos y dos emaptes-. Ahora le llega el gran desafío, el partido más importante en su corta historia con la selección tricolor.
Las lágrimas de Maracaná

En Marsella, donde abrió su cuenta de goles en esta Euro con un agónico gol a Albania, Griezmann tendrá la oportunidad de olvidar las lágrimas con las que se marchó del Mundial de Brasil. La derrota en cuartos ante Alemania dejaron la imagen del jugador que todavía era de la Real destrozado y apenas consolado por sus compañeros. Ahora puede vengarse.

Portugal y la diferencia entre jugar bien o bonito

Tantas veces a la puerta del éxito, los lusos abrazan el pragmatismo como la llave para lograr su primer título. "Estamos aquí para llegar a la final y ganar", advierte el seleccionador Fernando Santos

Madrid 3 JUL 2016 - 23:36 CEST

Pocos países más futboleros que Portugal, donde el 5% de la población tiene un carné de socio de Benfica, Sporting u Oporto, un entorno que jamás ha disfrutado de un triunfo de su selección y ahora apunta a hacer historia. En ese objetivo surge un debate porque resulta que el fútbol luso apunta a su cima justo cuando no acaba de ser fiel a señas de identidad forjadas durante décadas.

En más de un siglo de trayectoria balompédica pueden distinguirse tres sobresalientes generaciones en el país vecino. La primera asombró en los sesenta, en el Mundial de Inglaterra de hace 50 años con Eusebio como líder, Coluna como arquitecto y José Augusto y Simões de estiletes. Pasaron 18 años hasta que en una Eurocopa y en Francia se mostraron Chalana, Jordão o Sousa, Frasco y Jaime Pacheco, luego armadores en la medular del primer Oporto campeón de Europa. Llegó después el inolvidable grupo conformado por Figo, Rui Costa, Paulo Sousa, Couto o João Pinto, semifinalistas en la Eurocopa del 2000 y el Mundial de 2006, subcampeones continentales en 2004, el punto más cercano al éxito para los lusos, que ya contaban con la agregación de Deco y la de un novel Cristiano Ronaldo.

Todo ese devenir lo une la línea del buen juego, del manejo del balón, de un cierto barroquismo del que apenas queda estela en la actual Eurocopa después de cinco empates en los noventa minutos, de quedar tras Hungría e Islandia en la fase de grupos y dos agónicas eliminatorias ante Croacia y Polonia. Quizás por eso ahora en Portugal, cuando sienten que están en el camino del éxito, se debate desde hace semanas sobre el estilo y si importa más el camino que el destino. Una discusión fútil. "Quem feio ama bonito lhe parece (Quien ama a un feo hermoso le parece)", reza una refrán popular en tierras lusas, una frase hecha que parece a medida para zanjar las discusiones. Y si hay dudas ya las destierran desde el equipo. "No estamos aquí para ser bonitos y feos sino para llegar a la final y ganar", zanja el seleccionador Fernando Santos.

Portugal y la diferencia entre jugar bien o bonito

Hay un momento catártico en el fútbol portugués: la derrota en Lisboa hace doce años en la final de la Eurocopa. Ganó Grecia y la memoria guardó el triunfo de un equipo menor que jamás enamoró por su despliegue.

Bastantes voces comparan en Portugal su actual selección con aquel grupo de esforzados helenos, una afirmación que mezcla lo peyorativo con la cábala y la esperanza. “No tenemos nada que ver”, defiende Nani, que sostiene además que ningún equipo ha deslumbrado en este junio francés. “Somos capaces de jugar bien, pero solo se acordarán de nosotros si ganamos”, explica el delantero luso. Grecia es el ejemplo.

“Prefiero estar aquí jugando mal que jugar bien y estar ya en casa. Hubo veces en las que jugamos muy bien y perdimos”, reflexiona en la misma línea de su técnico el centrocampista Danilo Pereira, que se barrunta titular ante Gales debido a la baja de William Carvalho. Y avisa: “Todavía no hemos mostrado nuestro mejor fútbol. Las críticas solo sirven para motivarnos”

Cristiano, el capitán

Portugal es más prosaica que antaño, pero ha logrado minimizar sus limitaciones y la pasión se despierta si el resultado acompaña. Ayer, aprovechando la fiesta dominical, una multitud se congregó ante la puerta del centro de entrenamiento de Marcoussis, la casa de la selección gala de rugby que acoge la concentración de Portugal. Jaleado, Cristiano Ronaldo acabó con un micrófono ante los labios para dirigirse al gentío. “Aún no hemos ganado nada, pero nos sentimos muy orgullosos y agradecidos”,les dijo.

El rol de Cristiano en el equipo también se discute. No su influencia, enorme, sí su participación, que no es tan activa o continuada como en el Real Madrid. “No se puede comparar, pero en todo caso deben evaluarlo otros, a mí solo me interesa lo que hace con la seleccíón y no me canso de decir que es un ejemplo, un auténtico capitán”, zanja Santos, satisfecho además con la versión que ofrece su equipo: “No creo que el fútbol portugués se esté italianizando sino que atravesamos un periodo muy saludable en el que añadimos un cierto pragmatismo al estilo técnico del fútbol de nuestro país. Hay partidos que no se ganan sólo con talento”.

Portugal es técnica, balón al pie, finta y regate. Todo trufado con esa melancolía tan propia. Tantas veces a las puertas del éxito, en los últimos veinte años siempre entre los ocho mejores de la Eurocopa, el vecino se suma a la moda de un año en el que las sensaciones futbolísticas son el Leicester e Islandia. “No jugamos bonito, pero jugamos bien”, zanja su entrenador.

Eso es bajo de mandato de Dilma o de Temer?