A la prensa italiana se le ha borrado de pronto la sonrisa que venía exhibiendo tras el buen inicio de la azzurra en la Eurocopa. Fiel a su sorna, la Gazzetta dello Sport titula: "¡Mamá, España!". El diario Tutto Sport, turinés, se lo toma más como algo personal y tras el anuncio de recompra por el Real Madrid, le dice a Morata: "Apártate".
Más afectuosa es la crónica del enviado especial de la Gazzeta a Burdeos, que comienza con un "siempre ellos, nuestros queridos hermanos españoles". Para después recordar que España e Italia se han enfrentado en los tres últimos europeos y el resultado ha sido siempre el mismo. "Escuece todavía la final de Kiev, con un 4-0 y encantado de conocernos", recuerda el periodista italiano.
Aún tiene tiempo para recordarle a sus colegas más impetuosos que antes de decir que Croacia le hubiera creado más problemas a la nazionale cuenten primero hasta diez. Porque esa es la otra reacción, la de la Italia más orgullosa. "Será difícil, pero con Croacia hubiera sido aún peor. Deberíamos darle las gracias a los croatas porque han dejado evidencia no pocos defectos de los vigentes campeones", escribe un histórico como Gianni Mura en el diario generalista La Repubblica.
A la caza de las imperfecciones del combinado de Del Bosque se han lanzado ansiosos los italianos. La Gazzetta lo fía todo a sorprender a España en velocidad. "Vista la actuación de ayer, demuestran menos furia que de costumbre", se lee en el Corriere della Sera, cuyo titular es "Italia, a domar a España". Sostienen que cuando el seleccionador italiano, Antonio Conte, tiene tiempo para preparar un partido, difícilmente falla.
Aunque tampoco escasean los elogios para clase de Silva o Iniesta -"a nivel de Balón de Oro", se dice también en Italia-, la consistencia de Busquets o la amenaza de Morata. Al todavía juventino es a quien más líneas le dedican, sorprendidos en Italia de la "puntería" que está mostrando en el Europeo.
En una nación que se define a sí misma como el Bel Paese (el país bello) no hay lugar para los complejos. O al menos no para mostrarlos en público. Pero la brava Italia sí que se encomienda a la mala suerte ya antes de jugar. "Es el adversario más difícil", reconocen todos en cuanto se indaga un poco más. "Los peores octavos", titulaba La Stampa -mismo titular que leíamos en España- nada más finalizar el choque ante Croacia.
Para los más optimistas, la mala suerte viene de antes y continúa más tarde. El de Italia es, junto con el flojo grupo F, el único en el que cuyo vencedor no se enfrenta a un tercero. Al que venza, le esperan Alemania y Francia en la misma parte del cuadro. Y para colmo de la mala suerte, Bélgica -a la que Italia ganó en el primer partido- podría llegar a la final encontrándose a Croacia, Gales o Portugal como los rivales hipotéticamente más fuertes.
Será un partido al menos de semifinales que se anticipa a los octavos, señalan los cronistas italianos. Los hay quienes opinan que quien se imponga saldrá reforzado hacia París. Italia no gana a España en partido oficial desde el Mundial del 1994, con aquel gol en contraataque de Roberto Baggio, aquel fallo de Julio Salinas y aquel codazo de Tassotti. Eran otros tiempos. El balance ofrece ahora 10 victorias para cada uno y 14 empates. El lunes será el día de desequilibrar la balanza.
(Con información de El Mundo)