Cubadebate

Imagen tomada el 2 de febrero que muestra desplazados internos, casi todas mujeres y niños esperando alimentos en el campo de Dikwa. Foto: Stringer / AFP.

Al menos 58 personas murieron y otras 78 resultaron heridas en un doble atentado suicida perpetrado por chicas jóvenes de Boko Haram en un campo de desplazados en Dikwa, en el estado de Borno, al noreste de Nigeria. Una tercera niña destinada también a inmolarse se arrepintió al reconocer a su familia entre los refugiados.

Según The New York Times, tres chicas aparecieron el lunes el campamento. Fueron bienvenidas y se las ofreció un lugar donde dormir. Pero el martes a primera hora, dos de las jóvenes se volaron con unos explosivos que habían ocultado hasta entonces, matando a 58 personas e hiriendo a 78.

Las víctimas de este atentado se encontraban entre las más de 50.000 personas que han sido expulsadas de sus hogares debido la devastación de Boko Haram, y ahora se han enfrentado al mismo horror en el lugar en el que habían buscado refugio.

Sin embargo, el ataque podría haber sido peor. Una de las chicas reconoció a sus padres y a sus hermanos en el campamento y decidió no detonar su explosivo, según cuenta Sani Datti, de la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias de Nigeria. La pequeña se entregó a las autoridades y advirtió que se habían planeado ataques futuros en el mismo lugar.

Desde que asumió su cargo, el presidente Muhammadu Buhari ha hecho de la destrucción de Boko Haram su bandera. Se ha reorganizado para cooperar con los países vecinos en materia militar y la nueva ofensiva ha dispersado a combatientes que una vez dominaron numerosos pueblos del país. Pero a pesar de ello, en los últimos meses el grupo terrorista ha llevado a cabo ataques en todo el norte del país que han dejado cientos de muertos. A principios de mes, en el pueblo de Dalori, quemaron casas, masacraron a civiles y secuestraron a los niños.

Aumenta el uso de niñas y mujeres

Los extremistas llevan mucho tiempo realizando atentados suicidas, pero el uso de niñas y mujeres ha incrementado. Los explosivos a menudo están escondidos bajo las prendas religiosas que llevan. También tienden a atacar campamentos de personas que huyen de su violencia. El otoño pasado, una bomba mató a siete personas en otro campamento de un estado vecino.

El ataque del martes fue, aparentemente, por venganza. Pues, según fuentes locales, los soldados nigerianos interrumpieron en un mercado en el que Boko Haram estaba operando en el pueblo de Boboshe, mataron a 100 miembros del grupo, y liberaron al menos a 1.000 mujeres y niñas que estaban retenidas como esclavas sexuales. Estas fueron trasladadas al campamento de Dikwa. La policía ha trasladado a los supervivientes a los pueblos que han sido declarados a salvo de Boko Haram.

Captura de imagen de un video de Boko Haram.

Condena de la ONU

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó hoy el doble ataque suicida.

En un comunicado, el diplomático envió sus condolencias a los familiares de las víctimas fatales y sus deseos de una pronta recuperación a las decenas de heridos por el sabotaje de la milicia islamista en Dikwa.

Ban exigió el cese de los ataques terroristas y de la violencia sectaria en Nigeria, país africano azotado en los últimos años por los extremistas, al igual que sus vecinos Camerún y Chad.

Asimismo, reiteró el apoyo de Naciones Unidas a las autoridades locales y su llamado a combatir el flagelo desde las causas raigales y con pleno respeto a las leyes internacionales humanitarias y los derechos humanos.

(Con información de El Huffington Post)