Mr. Holmes, de Bill Condon, 2015.
Por Reynaldo Lastre
Me gustaría comenzar el comentario sobre las mejores películas de la semana, con una semblanza de uno de los realizadores más interesantes (en este caso, dos, porque son hermanos) de la contemporaneidad, insoslayables a la hora de revisar los nuevos giros del lenguaje cinematográfico de hoy mismo: Jean Pierre y Luc Dardenne.
Estos señores belgas, lectores empedernidos de filosofía, han demostrado que, utilizando las capacidades persuasivas de la cámara y un método óptimo de actuación, es posible revitalizar el llamado “cine social”, que había entrado un poco en descrédito en el círculo de “directores selectos” que rondan los festivales de primera categoría. En sus películas no hay nada fortuito.
Cuando un espectador se somete a alguno de sus trabajos, sea del gusto fílmico que sea, no puede evitar someterse a un paseo en primer plano por la angustia de la miseria y la desigualdad de la Europa actual. El desfile de naturalezas humanas, vistas desde una interioridad pasmosa, nos hace cómplices de vidas que preferiríamos no haber conocido nunca, porque nos deshace la perspectiva que “nos hemos construido” del primer mundo.
Es justo comentar el trabajo de esto hermanos, porque esta semana podrá verse, en la mañana del jueves (9:15 am) por Cubavisión (Cine del recuerdo), una de sus cintas más extraordinarias: La promesa (La Promesse, 1996). El filme cuenta una historia de padre e hijo, donde el amor filial, los consejos paternos y el ansia de prosperidad conviven con una oposición demasiado marcada entre las maneras de ver el mundo de ambos familiares.
Tras un accidente de trabajo en un edificio de emigrantes, violando una serie de prerrogativas legales, el padre del joven decide esconder el cadáver para evitarse complicaciones, lo que detona una interesante relación de amistad entre su hijo y la viuda del fallecido. Es entonces que mediará la promesa que pondrá en solfa el cariño filial, frente a decisiones de naturaleza demasiado humana. El filme cuenta con las excelentes actuaciones de Jérémie Renier como el joven Igor, y de Olivier Gourmet como el cínico padre, dos actores habituales en el cine de los Dardenne.
Casualmente, el sábado en Espectador crítico (canal educativo, 8:30 pm), se proyectará El ejercicio del poder (L'exercice de l'État, 2011), producción que si bien no está dirigida por los belgas, lleva sus firmas en la producción. Pierre Schöller, director y guionista, desarrolla una mirada profunda y certera al mundo de la política, sin dejar de desarrollar conflictos humanos. Entre un sueño y un accidente de transporte, arranca una historia ministerial que deja ver más de un escollo escandaloso. Actuada por el ya mencionado Olivier Gourmet (encarnando al ministro de transporte del gobierno francés), el filme sigue los mismos métodos observacionales, y giños al género documental, tan caros a los Dardenne.
Por su parte, el espacio que privilegia al cine cubano de todos los tiempos: De cierta manera, que lleva de la mano el crítico Luciano Castillo, repone dos materiales que se inscriben con letra de molde en la historia del cine nacional: La soledad de la jefa del despacho, cortometraje del año 1989 dirigido por Rigoberto López y que cuenta con el lucimiento actoral de Daysi Granados. El filme expone un conflicto ético, bastante ácido para la fecha, que se apodera de una amarga oficinista.
En la cuerda de Techo de vidrio, el controvertido largometraje de Sergio Giral que estuvo engavetado por más de seis años, el corto argumenta los peligros que vive la burocracia frente a un grupo de privilegios. Acompaña la proyección del corto el filme Siete muertes a plazo fijo, de Manolo Alonso (1950), una de las grandes películas cubanas de todos los tiempos. El argumento se ciñe alrededor de una noche de fin de año, cuando un grupo de personas se reúne para el acostumbrado festejo y son víctimas de las predicciones de un astrólogo que vaticina siete muertes, incluyendo la del imprudente perico del lugar de reunión.
Aunque la semana carece de abundantes títulos interesantes, es justo mencionar otro par de filmes, donde incluimos el quinto largometraje del germano-suizo Marc Forster, Más extraño que la ficción (Stranger than fiction, 2006), por ser un raro híbrido entre cine de autor y cine de producción en serie parido por Hollywood. El filme, que se estrena por Multivisión el miércoles en la mañana (10:00 am), pone en práctica en ejercicio de metaficción muy poco usual en la meca del cine, si salvamos las felices incursiones de Charlie Kauffman.
Centrada en el mundo de los escritores, con un elenco encabezado por Will Ferrer y Emma Thompson, el filme explora los conflictos creativos a que se exponen los novelistas en algunas de las fases más intensas de la escritura de ficción. Leve por momentos, esta comedia sale airosa sobre todo por el inteligente guión que le sirvió de base.
Cerramos el inventario con Mr. Holmes (2015), filme inglés de Bill Condon que estrena Letra fílmica el martes en la noche (10:00 pm). La película recurre a la novela homónima de Mitch Cullin, que reconstruye pasajes de un Sherlock Holmes anciano. Retirado en una granja de Sussex, a los 93 años de edad, un Holmes golpeado por la pérdida de la memoria evoca una serie de casos paradigmáticos en el que se viera involucrado en el pasado. Interpretado por Ian McKellen, la cinta sortea además otros periodos interesantes de la “ficticia” vida del notorio investigador británico.
Cartel de película L'exercice de l'État, 2011.
Still de película La Promesse, 1996.
(Tomado de UNEAC)