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Subsidios en Cuba: Muchos beneficiados, pero no todos los que podrían serlo

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Rastro

Del total de personas que recibieron subsidios en los territorios visitados, solo el 44 por ciento (unas 17 307) lograron terminar las acciones constructivas en sus viviendas. El mayor atraso lo tenía Granma, con el 26 por ciento ejecutado.

Por Delia Reyes y las estudiantes de Periodismo Liz Oliva y Silvia Oramas Pérez

El 19 de julio de 2015, en el municipio matancero de Perico, un incendio arrasó con las viviendas de Lidia Castillo Rivero y otras cinco familias, las cuales fueron albergadas en diferentes lugares de ese territorio.

En el caso particular de Lidia, recibió cobija en una de las instalaciones del central España Republicana, donde gracias al apoyo de las autoridades locales y la solidaridad de los vecinos habita junto a su hijo en un cuarto de mampostería, con un pequeño baño.

Mucho antes de que las llamas devoraran su modesto hogar, la sexagenaria había solicitado un subsidio para mejorar constructivamente su casa, pero le fue denegado. Quienes debían dar respuesta a su caso adujeron que con los ingresos del hijo, barrendero de servicios comunales, podía reparar el inmueble por esfuerzo propio. Mas, en esta ocasión, las razones para clasificar eran harto evidentes: perdieron casi todo.

Según Osniel Crespo Bencomo, funcionario de la vicepresidencia de Construcción y Vivienda del Consejo de la Administración Provincial (CAP) en Matanzas, “esas seis familias fueron priorizadas, al autorizárseles 690 mil pesos para la construcción de células básicas habitacionales, es decir, 25 metros cuadrados, como establece el Acuerdo 7387 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros (CECM), del 9 de abril de 2013, y las resoluciones complementarias del Instituto Nacional de la Vivienda (INV) y del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP)”.

A los cuatro meses del incendio, aunque Lidia conocía sobre la ayuda del gobierno y no tenía palabras para expresar su agradecimiento, estaba muy desorientada, “pues no me han informado qué debo hacer, ni a dónde dirigirme”.

Para pulsar la marcha de tan sensible tema, la revista BOHEMIA visitó las provincias de Pinar del Río, Matanzas, Santiago de Cuba, Granma y La Habana, donde en total fueron entregados 39 179 subsidios, por un monto de 988 millones 122 577 pesos, desde que comenzara la entrega en enero de 2012.

En los recorridos dialogamos con más de medio centenar de funcionarios públicos de los consejos de las administraciones provinciales y municipales, directivos de Vivienda, Trabajo, Finanzas y Precios, Comercio Minorista, empresas de materiales de la construcción y de la Contraloría General de la República de Cuba. También compartimos zozobras y alegrías con más de una treintena de personas favorecidas.

Casos y cosas

Maltrecha por el tiempo y la falta de recursos para repararla, la vivienda de Sara Virgen Tamayo Pérez parece que va a derrumbarse de un soplido. En la parte delantera, una nueva construcción se levanta poco a poco desde que el Consejo de la Administración Municipal (CAM) de Bayamo aprobara el Acuerdo No. 239 de 2013, que autorizaba el subsidio para que la anciana viviera en condiciones decorosas.

Sin embargo, el monto aprobado para la construcción de la célula básica habitacional, según el contrato firmado con la dependencia interna del gobierno, es de 61 291 pesos, muy por debajo de los 85 mil pesos que realmente corresponden.

Sara no pudo esclarecer por qué las autoridades le habían aprobado esa suma. Solo adujo: “Pasé mucho trabajo en trasladar los materiales, en carretillas o en vagones, pidiendo favores a los vecinos”. Tampoco Yankiel Hernández Zamora, presidente del Consejo Popular Camilo Cienfuegos, ni Aleida Milanés Tamayo, delegada de la circunscripción 148, en cuyo territorio reside Sara, pudieron explicar lo sucedido.

El contrato con la dependencia interna de los CAM fija deberes y derechos de ambas partes.

El contrato con la dependencia interna de los CAM fija deberes y derechos de ambas partes.

Ante la insistencia de esta reportera, Bárbara Olivera, técnica de la dirección municipal de la vivienda en Bayamo, refirió que “cumplía las orientaciones de mis superiores. El expediente de Sara es de 2012, le fue aprobado el subsidio en 2013, con los cálculos y montos que tenía ya indicados. Todos los casos de 2012 que hoy estamos entregando en el municipio parten de similares estimados”.

¿Cómo es posible que funcionarios y especialistas de la provincia desconocieran las regulaciones aprobadas en los acuerdos 7155 del 13 de diciembre de 2011, y el 7387 del 9 de abril de 2013, emitidas por el CECM, y las indicaciones formuladas en las resoluciones complementarias para el cálculo de las células básicas habitacionales y los montos que debían entregarse?

Evidentemente, les fue más fácil aprobar el caso sin la debida reevaluación, indicada ante expedientes archivados o pendientes por falta de financiamiento. Una práctica muy peligrosa, máxime cuando en las provincias visitadas existen más de 38 700 expedientes esperando el visto bueno de los CAM.

Similar tratamiento recibió la santiaguera Lourdes Ceiro Fuentes, vecina del Consejo Popular Heredia afectada por el ciclón Sandy, con subsidio solicitado desde 2012 para reparar el derrumbe total de techo, y aprobado en 2013, por un monto de 25 400 pesos, sin contemplar el gasto para las transportaciones.

Solventes… no solventes

La habanera Ivonne García Salazar perdió su casa hace más de 15 años. De la vivienda solo quedaron el piso y medio baño de mampostería. Allí trató de levantar con tablas de palma y retazos de la vieja morada algo donde cobijarse.

Las circunstancias hicieron de ella una extraña en su propio domicilio: “Vivo en mi propiedad en condición de albergada y nunca he recibido ni una sola teja para tener techo seguro”.

Cuando comenzó la entrega de los subsidios, Ivonne pensó que había llegado la hora de poner fin a las cuitas de la familia. Pero se frotó las manos por gusto. Al llegar a la oficina de trámites le explicaron que ella era solvente económicamente. En ese entonces se desempeñaba como directora de una escuela de oficios, donde percibía un salario de 900 pesos. Con ella vivían dos hijos, uno menor de edad, y la madre jubilada y enferma.

La respuesta enardeció a la licenciada en Defectología, que al año siguiente pidió la liberación del puesto de trabajo. “No podía permitir que mi madre siguiera viviendo en esas condiciones. Porque si mi salario apenas cubría las necesidades de alimentación, ¿cómo iba a construir nada?”. Pero volvió a la carga y el CAM de La Lisa le aprobó un subsidio para construir una célula básica habitacional, por 85 mil pesos.

El caso de Ivonne y otros encontrados en esta indagación periodística llevan a preguntarse cuándo un núcleo familiar es solvente o no, y qué per cápita se establece en las regulaciones aprobadas. Tales definiciones siguen pendientes, en espera de las nuevas normativas que deben emitirse.

En la evaluación socio-económica que realizan las direcciones municipales de Trabajo se tienen en cuenta los ingresos y gastos de la familia. “Pero un salario alto no implica que automáticamente la persona quede descalificada para optar por el subsidio, porque puede tener una situación constructiva muy crítica, imposible de asumir con esfuerzo propio”, analizó Mirtha Caballero Pérez, directora provincial de Vivienda en Matanzas.

Para evitar injusticias en la entrega, “al detectar que los estudios socio-económicos eran vulnerables, sugerimos establecer un per cápita por territorio, porque los ingresos no son los mismos en La Habana que en Guantánamo. Con las nuevas regulaciones deberá quedar claro”, indicó Alina Vicente Gaínza, vicecontralora general de la República.

Yuneisy Hernández Camaraza, auditora principal de la Contraloría General, precisó: “Debe tenerse en cuenta no solo el salario, porque si solo se fijara ese referente, muchas personas necesitarían el subsidio”.

Talón de Aquiles 

Al santiaguero Jacinto Albear Guilart, el huracán Sandy le arrancó la única ventana de la sala. En enero de 2014, el jubilado del sector de la salud, sin ingresos que le permitieran arreglar el destrozo, se decidió a solicitar un subsidio para dormir tranquilo.

Recibió entonces la buena noticia de que el CAM le aprobó 1 572 pesos para una rehabilitación menor. Ni lento ni perezoso, firmó el contrato con la dependencia interna del gobierno, realizó los trámites en el banco, pero fue por gusto. Cuando llegó al punto de venta de materiales más cercano, las ventanas brillaban por su ausencia.

“No hay quien las pesque en ningún lugar de esta provincia. Con mis problemas de salud, hipertensión y diabetes, a lo mejor me sorprende la muerte antes de que aparezcan”, dijo con sorna.

En el engranaje de la entrega de subsidios aparecen baches organizativos y problemas con la planificación. Así lo valoró Mariana Denis Rojas, directora provincial de Vivienda en Santiago de Cuba, quien agregó que “nunca se ha hecho una conciliación entre Comercio Interior y las necesidades constructivas de los subsidiados”.

Emilio McIntosh Cabrera, subdirector de venta de la Empresa de Comercio de la misma provincia, reconoció que debían cohesionar más los distintos eslabones, al tiempo que señaló: “No tenemos cómo darles respuesta a todos los subsidiados; por ejemplo, en el plan de la economía de 2016 solicitamos a la Universal 55 mil ventanas y aprobó solo el 10 por ciento (5 500). Con las puertas fue peor, pedimos 75 mil y asignaron un cinco por ciento (3 700).

“Esa demanda no se calcula sobre la base de números fríos. Tenemos en cuenta las necesidades de toda la provincia, incluidos subsidios, créditos, obras sociales, plan de viviendas. No puede obviarse que todavía hay damnificados del huracán Sandy”, reflexionó McIntosh.

El directivo agregó que tenían atrasos con la entrada de 720 toneladas de acero, por falta de materia prima según Acinox, el suministrador; y demoras con el cemento, debido a limitaciones en las transportaciones.

Tensa era también la situación en Pinar del Río por la falta de carpintería metálica para terminar unas 800 viviendas, explicó Mariano Cruz Ledesma, vicepresidente del CAP. “Hacemos un esfuerzo extraordinario, muchos rejuegos con el transporte de la provincia, para trasladarla desde Guantánamo y Villa Clara”.

Aunque en Vueltabajo el árido no es un dolor de cabeza, lo planificado también queda por debajo de la demanda. Sin embargo, la provincia posee tres canteras que pudieran duplicar las extracciones, pero el mal estado de buldóceres, cargadores y camiones no permite ese salto productivo.

Al decir de Alejandro Olivera, comercial de la Empresa de Materiales de la Construcción en el territorio, “se le pidió al Ministerio de Economía y Planificación un financiamiento de 170 millones de dólares para adquirir algunos nuevos, o reparar los viejos, pero todavía no hemos recibido respuesta. Esperamos que salga en el plan de 2016”.

Ventanas, puertas, barras corrugadas y cemento no son los únicos materiales que escasean en los puntos de venta. También hay déficit de elementos para techo, áridos, bloques, tuberías hidrosanitarias, mosaicos, losas de piso, luminarias.

Así, mientras más escasean esos recursos, más se prolonga la terminación de las acciones constructivas y menos financiamiento queda disponible para entregar al CAP y distribuir después en los municipios.

Del total de personas que recibieron subsidios en los territorios visitados, solo el 44 por ciento (unas 17 307) lograron terminar las acciones constructivas en sus viviendas. El mayor atraso lo tenía Granma, con el 26 por ciento ejecutado.

¿Liberados?

Afectado por un ciclón, Alberto Martínez González, en Consolación del Sur, Pinar del Río, espera por los materiales que necesita para terminar su casa.

Sentada en el sillón de la salita recién reconstruida, Eloína Francisca Paneque Boza siente mucha gratitud por el subsidio, pero no quiere ni acordarse de los trabajos que pasó para adquirir los materiales.

“Eso acabó conmigo. Estuve casi dos meses para comprar el polvo de piedra y la cabilla en el punto de venta Rosa La Bayamesa. Cuando llegaban los camiones, ya tenían dueños. Por esa razón se habilitó otro punto en Bayamo y se dejó aquel para atender a los subsidiados”, narró Eloína.

La inestabilidad en el arribo de materiales de construcción, los planes por debajo de las necesidades reales y la presencia de especuladores, obligan a las autoridades locales a buscar estrategias que prioricen los casos aprobados.

En la calzada de San Luis, Matanzas, está ubicado el punto de venta El Ladrillo. En el mes de octubre de 2015 el gobierno provincial tomó experimentalmente la medida de vender los productos más demandados solo a los subsidiados.

Aunque el administrador, Andrés Alfaro Rodríguez, no dudó de la noble decisión, manifestó varias inquietudes. “Los planes mercantiles se afectan, porque antes facturábamos alrededor de un millón 500 mil pesos mensuales y de ese dinero, una parte se destinaba a subsidiar más personas. Por otra, quienes viven cerca ahora tienen que ir a comprar más lejos, a La Mocha o La Marina, y eso irrita a la gente que te pregunta: ‘¿por fin, es liberada o no la venta de materiales?’. Y lo más chiva’o, la revendedera no se soluciona, la trasladamos de lugar”.

A su juicio, el problema no está en la competencia con quienes pagan en efectivo o tienen créditos, “sino en la lentitud de los trámites bancarios, pues los subsidios tienen cinco días hábiles, que se les respetan por ley después de facturados. Pero en Matanzas solo atienden cinco o 10 casos diarios”, valoró Alfaro.

“Santiago está al revés”

Afirmaron al unísono Giseilys Ferrer Mariño, subdirectora provincial de Trabajo, y Mariana Denis Rojas, directora provincial de Vivienda. A diferencia del resto de las provincias recorridas, este territorio oriental sí disponía de financiamiento para entregar más subsidios.

Según Mary Leivis Mejías, directora provincial de Finanzas y Precios, “hoy, en los municipios, tenemos en cuentas bancarias 71 millones 700 mil pesos y en la provincia, 66 millones 600 mil pesos, sin distribuir. Es decir, hay 138 millones 300 mil pesos para los casos de subsidios que todavía no se han aprobado”.

Las cifras pudieran alegrar a cualquiera, pero vistas a finales de noviembre de 2015, los santiagueros tendrían que haberse puesto patines para entregar esas cantidades y evitar perder ese dinero, que no pasa de un año para otro.

Con tales holguras monetarias, resultó paradójico que en Songo La Maya, donde cientos de familias esperan por este beneficio, Michel Almeida, vicepresidente de Construcciones, afirmara que “en 2015 entregamos subsidios solamente dos veces, de acuerdo con los financiamientos dispuestos por el CAP”.

Al parecer colocaron la carreta delante de los bueyes, pues aunque el país anunció modificaciones en los principios de la política –como la entrega de subsidios al menos dos veces al año– todavía estas no han visto la luz. Y lo más llamativo, con una cifra en cuentas bancarias a punto de zozobrar.

Socorrer y controlar

Resultados de las comprobaciones a la entrega de subsidios animaron el diálogo con Alina Vicente Gaínza, vicecontralora general de la República

Desde enero de 2012, la Contraloría General de la República de Cuba inició el monitoreo de la entrega de subsidios y las ventas de materiales de la construcción a la población.

Alina Vicente Gaínza sostiene que los resultados de las comprobaciones contribuyen a solucionar deficiencias y perfeccionar las normas. (Crédito: CLAUDIA RODRÍGUEZ).

Alina Vicente Gaínza, vicecontralora general de la República, conversó con BOHEMIA acerca de las principales dificultades detectadas en las comprobaciones realizadas.

En los primeros años, los problemas eran grandes, expuso Gaínza. Así, en 2012 los auditores descubrieron subsidios otorgados a personas que no reunían los requisitos. Las provincias con mayor incidencia en esas anomalías fueron Holguín, Camagüey y Sancti Spíritus. La comprobación partió de lo dispuesto ese mismo año en el Acuerdo 7155 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros sobre la entrega de subsidios a personas naturales con falta de solvencia económica para realizar acciones constructivas en sus viviendas.

Para detectar los subsidios mal otorgados, explicó la también Máster en Ciencias Económicas, tomaron muestras, revisaron los expedientes y, de forma retrospectiva, analizaron cada paso del otorgamiento: desde la aprobación en los Consejos de la Administración Municipal (CAM), las evaluaciones técnico-constructivas de Vivienda, y socio-económicas de Trabajo, y el estado real de las casas de los beneficiados.

Entonces comprobaron que había casos con viviendas en buen estado constructivo y que, obviamente, no necesitaban la ayuda estatal, mientras a otras personas, cuyo inmueble estaba en estado crítico, les fue denegada.

También detectaron falta de actualización y errores en los registros de entrega de subsidios, y otros problemas más complejos, como incumplimientos de los planes de las empresas de materiales de construcción.

El informe de la Contraloría terminó en una discusión con el Ministerio de la Construcción, ante la presencia del Comandante de la Revolución Ramiro Valdés, rememoró la vicecontralora, quien también recordó que de aquella reunión salieron un grupo de medidas, porque había problemas objetivos y subjetivos.

Por ejemplo, algunos desabastecimientos de materiales como el cemento y la arena tenían sus causas en la falta de financiamiento para adquirir materias primas. Pero otros, como la mala calidad de la pintura y los bloques, la insatisfacción del público con los precios de los herrajes y el uso de medios de medición y de pesaje incorrectos en los puntos de venta, dependían del desempeño de los cuadros de dirección y otras causas subjetivas.

Se utilizaban, y aún se emplean, cubos, palas, y no lo establecido, aunque también debe reconocerse –aclaró la entrevistada– que para adquirir los medios adecuados, en la cuantía necesaria, se precisan recursos financieros, lo cual fue valorado con el Ministerio de Comercio Interior.

En 2013 los auditores se concentraron en seguir la recuperación de las provincias de Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín, afectadas por el huracán Sandy, en particular la entrega de donaciones, bonificaciones y venta de materiales de construcción.

Los fiscalizadores descubrieron presuntos hechos de corrupción en La Habana y Granma, al retomar en 2014, con una visión más abarcadora, la verificación de la entrega de subsidios y de las ventas de materiales, precisó la vicecontralora general.

En el punto de venta El Ladrillo, las autoridades locales de Matanzas tratan de priorizar a los subsidiados y poner coto a los especuladores

Por ejemplo, detectaron favoritismo tanto en el estudio socio-económico realizado por Trabajo, en la evaluación técnico-constructiva realizada por la Vivienda, como en las aprobaciones del CAM.

Incluso encontraron un caso que recibió subsidio dos años seguidos, cuando la regulación establece que solo puede ser por una vez, agregó Gaínza, quien aseguró que todos los funcionarios responsables fueron sancionados.

En la reciente X Comprobación Nacional al Control Interno, los auditores y demás especialistas participantes enfilaron nuevamente sus pesquisas a evitar que, en materia de subsidios para construir o reparar viviendas, no queden sin socorrer quienes más lo necesitan, significó la funcionaria.


Leyes por venir

En Cuba no quedará nadie desamparado, ha insistido el presidente de los consejos de Estado y de Ministros, Raúl Castro Ruz. Como prueba, la política de subsidios para favorecer a personas con bajos ingresos comenzó a multiplicar el número de beneficiados desde enero de 2012.

A partir de las experiencias acumuladas en casi tres años, las autoridades anunciaron un grupo de medidas que modificarán el Acuerdo 7387 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, Reglamento para el otorgamiento de subsidios a personas naturales con vistas a realizar acciones constructivas en sus viviendas. Entre los cambios anunciados a las regulaciones se encuentran:

  • Los CAM del Poder Popular efectuarán como mínimo dos convocatorias anuales para recibir las solicitudes de la población, de acuerdo con el financiamiento disponible, y fijan el tiempo en que las direcciones municipales de Vivienda las reciben y procesan.
  • Los CAM deberán elaborar el procedimiento para la divulgación de las convocatorias, y sus resultados serán públicos, lo que garantizará mayor transparencia.
  • Los CAM contarán hasta 70 días hábiles para dar respuesta a las solicitudes.
  • El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social actualizará el procedimiento para analizar la solvencia económica de los solicitantes, fijando los límites máximos para realizar la evaluación.
  • Cuando el subsidio sea otorgado a partir de datos y declaraciones falsas, se cancelará, reintegrándose el monto utilizado al presupuesto del Estado.
  • Cuando por ocurrencia de eventos climatológicos u otros desastres se afecte una vivienda terminada o en ejecución con subsidio, se evaluará el caso para otorgar un nuevo subsidio.
  • El CAMante el fallecimiento del beneficiario, salida definitiva del país u otras causas, procederá a la cancelación del contrato y el reintegro al Presupuesto del Estado del saldo asignado y no utilizado.

(Tomado de la Revista Bohemia)

Se han publicado 18 comentarios



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  • La fusta dijo:

    Muy bien que se reanalice el procedimiento. Por supuesto que el Estado no puede dar más subsidios de los que permite la economía, por lo cual se impone realizar en cada convocatoria un escalafón que tome en cuenta la SITUACIÓN SOCIAL de los demandantes, y otorgar los subsidios posibles de acuerdo con ese escalafón, que se actualizaría dos veces al año de acuerdo con la propia información que se da en el presente artículo.
    Cuando me refiero a la situación social, es que no estoy de acuerdo con el criterio de la solvencia. De todos es conocido que muchas familias tienen ingresos no formales debido a remesas que tienen mayor importancia que los salarios. Además, hay que valorar el comportamiento ciudadano pasado y presente; la importancia social de la labor que realiza; la edad; la independencia y otros criterios. O sea, debe efectuarse para cada solicitante una pequeña investigación por un trabajador social que incluya los criterios del delegado y otros factores locales; en esta investigación debe constatarse no sólo el estado de la vivienda, sino el nivel de vida real del solicitante. Por supuesto, tienen que valorarse los criterios habitacionales de peligrosidad física e higiénica. Esta investigación se valoraría con puntos para cada aspecto; el total de puntos le otorgaría el puesto en el escalafón a cada caso.

    • me pregunto dijo:

      Yo me pregunto si es justo q personas q en algun momento recibieron una vivienda..y la vendieron a veces para tomar Ron y la baciladera y ahora..los pobres" ..en condiciones precarias ahora deban recibir ese beneficio...en cambio muchos otros dignos cubanos trabajadores viven muy apretadamente con sus padres y abuelos ...con una vida austera y no son beneficiados.....habria muchos factores a tener en cuenta....

  • Antonio R Navales-Coll dijo:

    Yo me identifico plenamente con este articulo pues mi hermana que vive en Cienfuegos ha pasado por un verdadero calvario pues el techo de la sala y el primer cuarto se desplomo parcialmente quedando al descubierto gran parte de la casa y con las lluvias pues todo se empeoro, ella espero desde Junio pasado hasta Enero para que un inspector diera el permiso, lo interesante de esto es que ella esta subsidiando los gastos de materiales lo cual no es carga para el Gobierno, ya comenzó los trabajos gracias a Dios, pero la espera por un documento fue inapropiada.

  • Rafael dijo:

    Realmente les voy a decir mi pensamiento, nadie, ningún cubano aunque gane mil pesos mensuales, sino tiene una ayuda del exterior u otro negocio que le de ingresos puede acometer una reparación o construcción de una vivienda, por tanto todos los que trabajamos, con el estado aunque ganemos mil pesos necesitamos subsidio para acometer una construcción, por lo que al que le toca, que son generalmente aquellas personas o familias con una situación paupérrima, es como una lotería, donde de muchos solo se pueden escoger algunos. Pero lo mas lamentable que veo de eso es que nosotros ,los que no podemos construir, aunque trabajamos honradamente, y necesitamos hacer por urgencia una reparación menor o mayor según sea el caso, somos los que pagamos esos subsidios, al acudir a la compra de los materiales de construcción excesivamente caros, o sea hay un grupo bien grande de cubanos que necesitamos subsidio para construir, pero en lugar de recibirlo, financiamos el que se da. Eso lo tiene que ver y razonar alguien con dos dedos de frente.

    • La fusta dijo:

      Rafael: Hay muchas necesidades acumuladas, y hay que comprender que la economía no permite en este momento subsidiar a todos y hay que establecer prioridades, entre las cuáles deben estar la precariedad de la situación de la vivienda, la incapacidad del nucleo, el aporte social de la labor del núcleo y el comportamiento ciudadano. Esto último es muy importante, pues yo conozco casos de ciudadanos a los que se les ha entregado una vivienda nueva debido a problemas sociales y al cabo de un año lo que existe es un chiquero inhabitable porque han vendido las piezas del baño, las puertas y las ventanas. El subsidio no podrá llegar a todos los solicitantes al mismo tiempo, pero las prioridades deben darse con la mayor justicia posible.

  • Rafael dijo:

    Porque la matemática no se equivoca,si se ha reconocido que construir una célula básica de 25 metros cuadrados tiene un costo de 90000 pesos cup, porque hay que hacerle buena cimentación por lo de los sismos, y un salario medio es de 600 cup, dedicándolo todo a esta tarea se requerirían 150 meses . o sea 12.5 años.

  • Mandy de Holguín dijo:

    Mi hermana sufrió los embates del último huracán que azotó al municipio de Banes en la provincia Holguín, la casa que era de madera, construcción antigua de pilotos y piso de madera en alto, quedó inclinada hacia un lado, una comisión que pasó para evaluarla declaró que no era apta para vivir y que había que destruirla, así se hizo, se desarmó pacientemente tabla a tabla, y se construyó una vivienda provisional con esa tabla, al cabo de varios años todavía mi hermana vive en esa casa provisional, no se le entregó ni un clavo y ningún material para reconstruirla, lo único que le ha quedado es arreglarla un poco para que se pueda vivir modestamente, le hizo piso de cemento por medios propios pero el techo que es de zinc y tejas de fibrocemento, cuando el sol está en su apogeo no hay quien esté en esta morada, tienen que salir para debajo de algún árbol y tiene una nieta que es asmática que con frecuencia hace crisis.
    Solo un pasaje y no es, la que mas problemas tiene para que vean que aunque muchas de las autoridades en Cuba se aferran a que no queda persona desamparada queda mucho por escudriñar en este acertijo de dificultades.
    Ella ha seguido adelante, sigue con su trabajo y tratando de mejorar cada vez mas su casa pero ni asomo de una pequeña ayuda, si quiere un mejor testimonio diríjase a REPARTO OBRERO, CALLE SEGUNDA, CASA # 1 ENTRE A Y B, MUNICIPIO DE BANES, PROVINCIA HOLGUIN.

  • Alfredo dijo:

    Soy matancero, a mi familia le fue aprobado un subsidio. Dudo que alguien pueda hacerme un cuento de como funciona el asunto. El robo en el despacho de los materiales es evidente y el cliente no hay forma de protegerse del asunto, es pura mafia.A mayor cantidad de dinero, mayor probabilidad de corrupción, definitivamente es un negocio lucrativo ser el que reparte los subsidios, el que vende los materiales, etc. El banco maneja el asunto de los subsidios con mucha lentitud, como si no fueran cubanos los que hacen las colas desde las 2 de la madrugada, frente al banco. Muchísimas gracias a la persona que se le ocurrió inventar las subsidios para la construcción, si no fuera por eso no hubiéramos podido siquiera empezar.

  • Pioneer dijo:

    sugerencia económica para solucionar estas cosas en cuba;
    1. Incrementar la producción nacional para combatir la escasez y las colas. El sector cuentapropista debe recibir los insumos y las materias primas en forma oportuna y suficiente. El Estado debe garantizar y crear las condiciones para que esto sea posible
    2. Sustituir importaciones públicas y de los cuentapropistas para hacer realidad el “Hecho en Cuba” y favorecer el ahorro de las divisas del país
    3. Revisar la situación real de las empresas estatales y sus niveles de producción
    4. Evaluar medidas y acciones que involucren al Estado y a los cuentapropistas en la atención de la población en materia de seguridad alimentaria
    5. Asegurar un sistema de acceso a las importaciones dinámico, transparente y eficiente que impida la interrupción de la producción
    6. Honrar la deuda en divisas que tiene el Estado para que el este pueda pagarle a los proveedores internacionales y reactivar las líneas de crédito, no sólo para sostener la producción sino además aumentarla
    7. Combatir la inflación y la escasez, consecuencia de una intervención del Estado que se ha traducido en congelamientos de precios, desprecio a la propiedad e inseguridad bancaria por tiempos prolongados que han desestimulado la producción nacional. Es urgente un sistema de formación de precios que estimule la producción, para que las familias cubanas tengan abastecimiento total y a los mejores precios de las marcas que prefieran, como ocurre en la gran mayoría de los países
    8. Analizar las causas macroeconómicas y microeconómicas de la inflación, como el financiamiento del gasto público con dinero inorgánico
    9. Revisar la situación laboral, de manera de acabar con el ausentismo y con la impunidad de personas que asisten a sus puestos de trabajo pero que no cumplen con sus responsabilidades o boicotean el trabajo de sus compañeros. Necesitamos un ambiente laboral productivo que permita generar nuevos empleos y recompensar a quienes hacen bien su trabajo
    10. Considerar la implementación de un programa que conecte a la juventud cubana con el empleo formal y de calidad
    11. Garantizar los derechos de propiedad de todos los cubanos y de los inversores con un aparato legal que no pueda ser cambiado de la noche a la mañana a conveniencia del estado para que quienes inviertan en Cuba puedan hacerlo con confianza.
    12. Crear las condiciones para que los productos hechos en Cuba sean competitivos con el objetivo de estimular las exportaciones no tradicionales y permitirle así al resto del mundo valorar y disfrutar de la calidad de lo “Hecho en Cuba”

    Saludos .

    • Lector dijo:

      Y esas medidas son para mejorar los subsidios?? pues las primeras las veo más encaminadas a seguir enriqueciendo a los cuentapropistas.
      Es verdad que en Cuba se deberías trabajar más en el aspecto de reconocer el trabajo y pagar según lo que haces, pero no pagar por pagar sino controlar lo que se paga para que no pase como los medicos que aumentamos salario y al final la atención sigue igual.
      Un aumento de salario y un mayor control a los revendedores obligaría a los que dirigen este proceso a hacerlos bien, sino se le aplica la medida que lleva.

      Tengo dos preguntas:
      ¿Alguien de la contraloria ha revisado el proceso de construcción de la vivienda de los que manejan los materiales en este país?
      ¿Cómo es posible que no exista transporte ni materiales para los subsidios y en la red minorista si haya de todo, cuando en teoría el distribuidor debe ser el mismo?

  • Iliana dijo:

    Saludos.
    A mi madre hace tres años le asignaron un subsidio, la construcción esta a mitad faltandole de materiales por dar como el juego de baño, la cifa del fregadero, cemento, interruptores y otros materiales más, pues nos hemos quejado varias veces y nos dicen que los materiales que le faltan a la obra por terminar que los compremos en la tiendas recaudadoras de divisa y todavía le queda de subsidio 3000 y algo de pesos pero dicen que ese dinero pasa al presupuesto del estado, yo entiendo como eso y si todavía la construcción le falta mucho. Si dudan de esto repitanse al municipio San Antonio del suer provincia de guantanamo, barrio pan de azucar, mi madre es Ada Caridad velazquez.

  • Alfredo dijo:

    Olvidé comentar que a pesar de existir un proyecto de construcción, documento necesario para solicitar el subsidio, el monto asignado para dicho subsidio es inferior el calculado para el proyecto, bastante inferior.

  • Enriqueta dijo:

    No es solo esto , hace falta que el estado en el caso que asigne una brigada , verifique que las construcciones fueron terminadas y no suceda como en el albergue¨Villa Ensueño que se robaron los materiales y las viviendas no han sido terminadas y se mojan mas adentro que afuera , y ya no se sabe a quien reclamar porque el presupuesto que le tenian que pagar a estas brigadas ya fue cobrado y literalmente lo que hicieron fue una gran basura y retiraron las brigadas y dejaron las viviendas asi .

  • lolivi dijo:

    Sucede que también escasean muchos implementos, resulta q en los Rastros no hay fregaderos hay q comprarlos por tu cuenta y ni hablar de los tanques de agua, cuando caminas por las calles hay muchos revendedores ofertando los tanques plásticos de todos los tamañosy distintos precios que oscilan entre $ 300.00 cuc ( 700. pesos los más baratos), sin embargo en los Rastros no hay tanques para agua, veo por fuera en sus alrededores como los venden un ejemplo en el Rastro de San CArlos y Calzada del Cerro, como el de la Plaza de Cuatro Caminos. ntre otros
    Me pregunto si el Estado no le asigna tanques y fregaderos a estas Entidades??

  • Atila dijo:

    Mi suegra, Elvia Lidia Perez Lastre, lleva años esperando la concreción del subsidio para el cambio de la placa de su vivienda que se encuentra en estado crítico (esta aprobada hace tiempo, pero a la espera), ella vive en Tejar entre 16 y 17, Lawton.

  • Paloma dijo:

    Coincido en un 500% con Rafael, Determinar la solvencia o no para el otorgamiento de un Subsidio es bien complejo, porque con los salarios que devengamos construir se convierte en una odisea, muchas veces por falta de recursos económicos vamos dejando lo que en ese momento es una reparación menor, hasta que se convierte en algo grande y por tanto mucho más lejos de nuestros anoréxicos salarios. Conozco un caso de una jubilada pero recibe del exterior en un mes lo que yo gané en dos años.

  • Taimí González Reyes dijo:

    Como todos sabemos es más que imposible, es algo para toda una vida empezar a construir por esfuerzo propio una vivienda para poder tener una familia. Hoy en día somos miles de parejas en edad reproductiva que nos detenemos ante la posibilidad de tener hijos por el simple hecho que no tener donde vivir. Quisiera que este aspecto fuera uno de tantos que se tienen en cuenta para entregar estos subsidios, ya que se lograría rejuvenecer la población cubana tanto que hoy nos quejamos del envejecimiento poblacional. Además al otorgarlo a personas jóvenes estos podrían pagarlo según el salario que devengan, algo así como con los créditos.

  • claraluna dijo:

    Excelente, como siempre. Saludos Aynel

Se han publicado 18 comentarios



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