Cubadebate

El reconocido cineasta greco-francés Costa-Gavras estuvo de visita en Cuba el pasado mes. Foto: Archivo.

Por Reynaldo Lastre

En esta semana que comienza, la programación televisiva decidió ponerse a tono con algunos de los sucesos interesantes que sucedieron o sucederán en La Habana en torno al cine. En ese sentido, la reposición de Estado de sitio (État de siége, Konstantinos Costa Gavras, 1973), recuerda la visita que el cineasta greco-francés realizara a Cuba, como parte de la delegación que asistió a la décimo octava edición del Festival de Cine Francés de La Habana.

Estado de sitio es una de sus películas más notorias, y constituye una de sus inmersiones en el mundo político latinoamericano. Relata parte de la historia de los Tupamarus en el Uruguay de los 70, pero los que no estén familiarizados con el cine de este imprescindible del cine mundial y no simpaticen con el cine político, desestimarían un filme que rehúye las retóricas tediosas de cierto audiovisual de denuncia y demuestra magistralmente las potencialidades del género thiller.

La película se exhibirá en el espacio Más allá de cine, que se transmite los lunes, 10: 00 PM, por Cubavisión. De igual manera sucede con Copia certificada (Copie conforme, 2010), una de las últimas películas del iraní Abbas Kiarostami.

La visita de Kiarostami a Cuba a finales del mes de febrero, con vistas a impartir un taller en la EICTV, ha generado un ciclo como iniciativa de la Cinemateca, donde se exhibirá lo más interesante de su obra.

Reconocido como uno de los directores orientales más influyentes de todos los tiempos, es justo festejar esta importante visita. De esa forma, en Grandes éxitos de la séptima puerta, que sale al aire el domingo a las 8: 40 PM por Multivisión, podrá verse el filme interpretado por Juliette Binoche.

Con esta película se abre una nueva fase en la filmografía de este director, siempre interesado en llevar a la pantalla los conflictos humanos que se suscitan al interior de su país de origen. En Copia certificada decide rodar en Toscana el encuentro de un escritor inglés y una galerista francesa. Los recorridos por la hermosa ciudad dan el tono del la primera parte de la narración, hasta que un personaje inesperado de da un vuelco a todo. La magistral actuación de la Binoche le valiera el premio en el Festival de Cannes de ese año.

Sin lugar a dudas, la película más interesante de esta semana en la televisión cubana no es exactamente un largometraje de ficción, sino un documental de tono cínico y aliento escalofriante, que se estrena por Pantalla Documental, a las 10: 00 PM del miércoles por el Canal Educativo. El acto de matar (The act of killing, Joshua Oppenheimer, 2012) es una fría reconstrucción de la matanza de comunistas ocurrida en la década del 60 en Indonesia.

El filme, que tiene a su favor el haber entrevistado tanto a torturadores y asesinos como a torturados, que conviven junto a sus demonios en el lejano país oriental, es la indagación en el hecho de ver la muerte reducida a puro espectáculo, los directores, con Oppenheimer a la cabeza, ya terminaron de filmar su segundo material sobre esa extraña realidad de impugnación y medios olvidos que vive una de las sociedades más desarrolladas del planeta.

Los primeros espectadores del documental, estrenado en Cannes en el año 2012, tomaron la historia como una farsa, luego de ver a personajes pintorescos, que montaban coreografías musicales y reunían presupuesto para rodar un largometraje de ficción para conmemorar “la purga de los comunistas”. Se trata de un documental impactante, que debe ser visto con la misma frialdad con que operan sus directores, con vistas a penetrar en un contexto que de ninguna manera podríamos entender.

Por su parte, el espacio de Telecine del miércoles en la mañana estrena la comedia norteamericana Mientras seamos jóvenes (While We're Young, 2014), del interesante director Noah Baumbach.

Discípulo de Woody Allen en más de un aspecto, Baumbach regresa con otra película de diálogos inteligentes, al situar a una pareja neoyorkina que ya está en el ocaso de la juventud,  a enrolarse en un futuro donde no figura ningún plan para tener hijos. Con una interesante y renovada Naomi Watts y un desmarcado Ben Stiller, la cinta discursa sobre otras formas de la aceptación.

Diferente es la experiencia que propone Cine del ayer en la mañana del martes, cuando repone una siempre bien esperada comedia de situaciones interpretada por Gruocho Marx, Chico Marx, Harpo Marx y Eve Wilson. Los hermanos Max en el Oeste (Go West, Edward Buzzell ,1940), es un filme que no goza del virtuosismo de obras maestras como Sopa de pato (Duck Soup, 1933), pero incurre en ese especial humor que prodigaba el trío mágico, y que esta vez esconde una curiosidad: el guión del filme fue escrito por Buster Keaton.

Otro título que cuanta ya en su haber con unos cuantos años, pero que todavía encierra cierta magia, sin llegar a ser una obra maestra, es El sargento negro (Sergeant Rutledge, 1960) del maestro John Ford. El filme plantea el conflicto de un hombre de raza negra que vive un conflicto de orden militar. Corrosiva e inapropiada en su momento por su tema, el filme no gozó en los EEUU de un éxito de taquilla, pero fue recibida en Europa con aplausos de la crítica y del público. Hoy vive una revalorización internacional.

La última recomendación que me gustaría hacer, es el estreno que propone Cine de medianoche: La cumbre escarlata (Crimson Peak, 2015), de Guillermo del Toro.

El más espectacular de los directores mexicanos radicados en los Estados Unidos, no olviden su anterior filme, Pacific Rim (2013), se adentra en una historia que podría bien ser calificada de neogótica.

Insertada en las postrimerías del XIX, época que conecta inevitablemente con las prosas de Mary Shelley o Brian Stoker, Del Toro presenta un ambiente de aristocracia victoriana (que también recuerda, porqué no, al Scorsese de La edad de la inocencia), la historia transcurre alrededor de una joven aspirante a escritora, interpretada magistralmente (como casi siempre), por Mia Wasikowska, que crece bajo una terrible advertencia de su madre, que se le aparece en forma de siniestro fantasma en su niñez.

Con un guion predecible pero con una puesta en escena brillante, el mexicano se reafirma como uno de los grandes nombres del buen cine de espectáculos hollywodense.