Un grupo de guatemaltecos deportados por Estados Unidos llega al país centroamericano, 6 de enero de 2016. Foto: AP
Honduras, Guatemala y El Salvador instan a EE.UU. a respetar a los originarios de sus naciones, que son deportados tras el endurecimiento de la política antiinmigratoria de Washington.
"El personal consular tiene la misión de velar por que los derechos humanos de los connacionales sean respetados en todo momento, garantizando el debido proceso, así como un trato digno y humano", declararon el jueves los tres países que se conocen como "triángulo norte centroamericano".
En un comunicado conjunto publicado por la Cancillería hondureña, los Gobiernos de los tres países expresaron que una reforma migratoria "contribuiría a la solución estructural de esta problemática", y destacaron que "la migración debe ser abordada de manera integral, corresponsable y humana".
A finales de pasado diciembre, el diario estadounidense The Washington Post reveló que el Departamento de Seguridad Interna (DHS, en inglés) norteamericano preparaba un plan de redadas para la deportar a "centenares" de familias inmigrantes indocumentadas centroamericanas en enero de 2016.
Dicha medida ha provocado la indignación tanto de los migrantes como de algunos países centroamericanos, entre ellos Honduras, cuyo presidente, Juan Orlando Hernández, mandó el pasado lunes a Washington un mensaje de "respeto y consideración" a los migrantes hondureños residentes en EE.UU.
En la misma jornada del jueves, el Parlamento Centroamericano (Parlacen) expresó su profunda preocupación por las capturas de centenares de migrantes realizadas por el Gobierno de Barack Obama en su territorio, y pidió al país norteamericano que cese en su intento.
"(Instamos) al Gobierno de los Estados Unidos de América (a) que detenga las redadas y que los niños, niñas y adolescentes centroamericanos migrantes no acompañados no sean deportados a sus países de origen, pues sus vidas corren peligro por la acción de las maras", manifestó la entidad en alusión a las pandillas criminales.
Asimismo, prevé que de seguir lo que califica de "ola masiva de detenciones", la cifra de personas repatriadas pudieran llegar a 3000 individuos, mientras remarcó que el elevado flujo de personas desde Centroamérica hacia norte está asociado a la crisis económica, la violencia de las pandillas, el crimen organizado, el narcotráfico y los desastres naturales que afectan a esta zona geográfica.
(Con información de agencias)