Es madrugada en la Loma de los Santos Reyes. Convocados a la diana, todos los que aman la bandera. Un canto profundo, como ancestral, nace de la garganta prodigiosa de Danny Rivera. Lo siguen otros virtuosos acompasados en el ritmo.
La insignia, es portada por todas las manos que la ofrecen, primero a la tierra. Desde esta casa abierta, la patchamama, los mismos que la alzan, entonces la enarbolan al viento, justo al alba.
Los tres Reyes Magos, símbolos navideños de la cultura popular boricua, presentes con un clamor de paz y libertad por Oscar López Rivera, el Prisionero político más antiguo del Hemisferio, con 34 años de encierro en cárceles norteamericanas.
Hasta allí llega Melissa Mark-Viverito, Presidenta del Consejo Municipal de Nueva York, quien ha sido consistente en sus visitas a la prisión y en el reclamo por su liberación. Hoy se conecta con sus raíces y aprecia la pasión con que la líder estudiantil, Alicia Petrus Gerena, alza su voz por el mundo.
Precisamente en Nueva York, nace un día como hoy, hace 122 años, la bandera mono estrellada. El diseño se atribuye al periodista y político independentista puertorriqueño Antonio Vélez Alvarado (1864-1948), durante el exilio del Gobierno español. Con la comunión que nos asiste, invierte los colores de la bandera cubana. Hasta hoy, unidas por un poema de Lola Rodriguez de Tió y en el amor de sus mejores hijos.