El 5 de noviembre pasado la rotura de un dique de contención de la minera Samarco dejó 15 muertos, 12 desaparecidos y millares de desamparados en el municipio de Mariana, en el estado de Minas Gerais. La riada de lodo y escombros llegó a la playa de Regencia, en el estado de Espírito Santo, una importante área de corales.
El lodo tóxico del peor desastre ambiental de la historia de Brasil se condujo río abajo hasta desembcar en el Océano Atlántico, después de recorrer 650 kilómetros, destruyendo la vida a las orillas del río Doce y matando todos los peces y planatas que estaban en su camino.
El desastre causó además la suspensión del suministro de agua potable a cerca de 250 mil personas, como consecuencia de la cantidad de barro y de la presencia de metales como arsenio, cadmio, plomo, cromo, níquel, cobre y mercurio por sobre el límite legalmente permitido, según informó el Instituto Minero de Gestión de Aguas.
La riada fue consecuencia de la ruptura de un dique que contenía 62 millones de metros cúbicos en depósitos de agua y de residuos minerales, ubicado al sudeste de Brasil.
"La situación puede resumirse en dos palabras: río muerto", definió Luciano Magalhães, director de análisis del Servicio de Agua y Desague de la región. Para el investigador Marcos Freitas, de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), territorios cubiertos por el barro se volverán "cementerios biológicos".
El gobierno brasileño calificó el accidente como una "catástrofe ambiental" y le cobró a la empresa una multa equivalente a casi 110 millones de dólares e impuso el bloqueo de unos 320 millones de dólares.
La minera, que ha negado la existencia de sustancias nocivas en las aguas del río Doce, se comprometió a sanear los daños ambientales con un valor equivalente a más de 260 millones de dólares. Ambientalistas, sin embargo, estiman que las pérdidas son mucho mayores, en verdad, incalculables, por el número de muertes humanas y el riesgo de desaparición de especies vegetales y animales, en una cuenca que baña cerca de 83 mil kilómetros cuadrados, equivalente a Austria.
Comunidad fantasma
Un mes después, debajo de todo el lodo que devastó el distrito de Bento Rodrigues, vagan historias.
Ya no existe un solo morador en lo que hoy se ha tornado una comunidad fantasma. Ropa, muebles, fotografías, documentos, pertenencias, recuerdos… todo debió ser dejado atrás para sobrevivir al lodo tóxico de las represas de Samarco (Vale / BHP Billiton).
La mayoría de los sobrevivientes viven con las donaciones de varias regiones del país que, infelizmente, no consiguen suplir las memorias, fotografías y pertenencias pasados por generaciones entre los habitantes y que yacen sepultadas ahora y para siempre.
Distante, cerca de 35 km del centro de Mariana y a 124 km de la capital minera, Belo Horizonte; el distrito de Bento Rodrigues fue borrado del mapa luego del rompimiento de las represas de la minera Samarco (Vale/ BHP Billiton), el día 5 de noviembre.
De vuelta a casa
Retornar y ver qué quedó del pequeño distrito de Mariana fue tarea difícil para Gleison Alexandria Souza, de 31 años, y Renato José Martins, de 29. Nacidos y criados en el barrio, ambos tenían generaciones de familia en la localidad devastada por la ruptura de las represas de Samarco.
Con mirada desolada, parecían buscar el lugar que dejaron, además de respuestas a por qué todo aquello tuvo que ocurrirles.
La tradición de pesca y la unión de los moradores del extinto poblado fueron los recuerdos de Gleisson al ver su antigua casa destruida, un mes después del desastre.
“Aquí éramos una sola familia”, dice. Con una tercera hija cerca de nacer, lamentó no poder verla crecer en su ciudad y como él fue criado.
La demanda por los derechos continúa. Renato cuestionó la eficiencia de Samarco en el auxilio a los moradores perjudicados por sus represas. De Samarco, dice, lo único que se concretó fue el alojamiento de las familias, distribuidas en casas y hoteles en el centro de Mariana.
“Sobre el auxilio, los fondos para ayudar a las familias, algunas recibieron algo, otras no. Sobre la localidad que será construida para los habitantes de Bento Rodrigues, todavía no se habló”, dice.
(Con información de Brasil de Fato / Agencias )