Cubadebate

Foto: E.M.

José María Vitier nació en La Habana en 1954 y ha dedicado toda su vida a una de las grandes pasiones de Cuba, la música. Se define como un producto neto de la formación musical cubana. Es compositor y pianista. Ha musicado para la tele, la radio, la poesía, el cine. Y califica sus composiciones de "diálogos entre la música clásica y la popular". A continuación Cubadebate reproduce una entrevista realizada por El Mundo a este espectacular músico cubano.

¿De qué trata Tarde en La Habana?

Es un concierto de piano con un repertorio muy variado. Es un conjunto de las diferentes facetas de mi trabajo como compositor y referencias a clásicos de la música popular cubana. Piezas de danza, contradanza y danzones. Música compuesta en diálogos entre la música clásica y la popular, en la que se integran en un único lenguaje las influencias culturas y cultas. Tocaré algunas canciones de las bandas sonoras que compuse como por ejemplo Fresa y Chocolate o El siglo de las luces. Está parte del concierto contará con la proyección de unos cuantos fragmentos de dichas películas. Y mostraré mi trabajo más vinculado al jazz latino, para el que también utilizaré un apoyo audiovisual.

Es hijo de poetas y creció en un ambiente cultural, ¿cómo le influyó ese entorno?

Fui muy afortunado de nacer en Cuba, un país bendecido por la música. Y afortunado de nacer en una familia muy ligada a todas las artes. Mi padre fue poeta, ensayista e investigador y también violinista, aunque no se dedicó a ello. Por la vía materna mi abuela era pianista profesional. En la familia también hubo otros músicos. Dos de mis tíos y mi hermano mayor. Cuando empecé a demostrar mi interés por la música ese entorno me favoreció muchísimo. También la familia de mi mujer está muy ligada a la cultura. Ella es pintora. Además, no hay que olvidar que en Cuba el sistema de enseñanza musical ha funcionado y sigue funcionando muy bien.

¿Qué tienen la música y el baile que son tan característicos de Cuba y un estilo de vida?

Es una pregunta difícil de responder. Hay lugares en el mundo en los que esto ocurre. Cuba es uno, España otro, también Estados Unidos. Hay lugares que son auténticas fuentes de las que emana la música. En el caso de Cuba, hay que tener presente que es una mezcla cultural explosiva. Por un lado están las fuentes españolas y por el otro la inyección de sangre africana que nos viene por partida doble. Por los primero esclavos que llevan y por los españoles que ya se habían mezclado con los africanos. Estas cualidades sintetizan lo cubano, que es un fenómeno muy distintivo. Tiene ese algo, que si supiese lo que es me habría hecho famoso por descubrirlo.

¿Qué significa ser músico en su tierra?

Cuba es un país extraordinario para esta profesión. Es una fuente inagotable de inspiración. Hay un precedente muy importante, pero no es sólo la tradición. Los artistas que están saliendo ahora son muy inspiradores y agradezco haber podido formar parte de este movimiento que los músicos cubanos sentimos como algo esencial.

¿Siempre lleva a Cuba consigo?

Siempre. No importa lo mucho que viajes o el lugar en el que te establezcas. Uno siempre siente que Cuba está con él.

¿Qué sería de su música sin los ritmos cubanos?

Nunca me había hecho esa pregunta. Si no fuese músico, sin duda habría sido un gran amante de la música. Son tan importantes los que la componen, como los que la disfrutan. La música es un lenguaje, una forma de comunicarnos. Es algo a lo que nadie debería renunciar. El placer y la energía que transmite es patrimonio.

Ha compuesto para orquesta, televisión, cine, teatro, radio, la poesía. ¿Qué es lo siguiente que va a musicar?

Creo que aún me quedan muchas cosas. La música es una profesión de la que nunca te retiras, en la que nunca se termina de crecer y aprender. Me queda mucha música por escribir. Tengo pendientes obras que quiero acabar antes de irme de este mundo. En los últimos años he compuesto muchas canciones y quiero escribir muchas más. Es algo muy íntimo y biográfico. Puede que haga más música coral para orquesta o música religiosa. Y como siempre, la fuente de inspiración es muy variada. No sólo la música, es la propia vida, los sentimientos, las emociones. Recientemente me he vinculado a la pintura. Mi esposa es pintora y me influye mucho. Me interesa como dialogan las artes entre sí. Desde la pintura hasta el cine. También el movimiento y la danza. Mientras esté vivo, no perderé ese ritmo de atención a la vida. Mientras respire, seguiré componiendo.

¿De qué forma han influido las décadas del gobierno de los Castro en su música?

Soy un producto neto de la formación musical cubana. En Cuba, el sistema educativo ha garantizado que se aproveche la mayor cantidad de talento posible, a pesar de las carencias y de las crisis. Y no hablo sólo de la capital. Es un sistema muy eficaz con un gran nivel. Los músicos nos sentimos parte de un movimiento muy profundo y propio de Cuba. No me imagino la vida de otra forma y como músico no imagino un mejor escenario que Cuba.

¿Qué opina del aperturismo que vive su país?

Creo que hay un momento especialmente promisorio en muchas esferas del ámbito nacional. Otra cosa es si los ritmos a los que avanza son rápidos o lentos. Los cambios en una sociedad son laboriosos y deseamos que estos sean para mejor. Sobre todo en la vida social, que sea una sociedad más inclusiva. Que tenga una mayor participación. Pero también queremos que las cosas que han funcionado bien se mantengan. Sin duda, este es un camino irreversible y que está en pleno desarrollo.

(Tomado de El Mundo)