Orestes Pérez Pérez
Fueron más de tres años lo que tuvieron que esperar los parciales del legendario club de fútbol argentino Boca Juniors para ganar un campeonato. Sin embargo, en una semana llegaron a lo más alto del podio en dos ocasiones: el campeonato de Primera División y la Copa Argentina.
El elenco de la Ribera, como también se le conoce, no lograba obtener el título local desde el Apertura 2011, cuando se consagró campeón invicto de la mano del técnico Julio César Falcioni. Ese mismo año, coincidentemente, también ganó la Copa Argentina.
Con estas dos sonrisas, parecen quedar atrás los malos momentos de este club que hace solo algunos meses parecía no encontrar el rumbo, tras ser sancionado en un partido de octavos de final de la Copa Libertadores contra su archirrival histórico River Plate, por incidentes que protagonizaron sus hinchas en las gradas de La Bombonera, su cuartel general, inaugurado oficialmente el 25 de mayo de 1940.
Fundado un 3 de abril de 1905 en el barrio porteño de La Boca por seis vecinos adolescentes, hijos de italianos, los millones de hinchas y seguidores que tiene hoy este club en Argentina y en todo el mundo están de fiesta. Celebran haber roto el maleficio de más de tres años sin levantar una copa, algo impensado para un club con tanta historia y estirpe.
Desde la llegada del internacional Carlos Tévez, procedente de la Juventus, hace solo cuatro meses, el equipo sufrió una verdadera metamorfosis y comenzó a archivar una victoria tras otra que lo llevó a la cúspide del futbol local.
Junto a Independiente, Racing Club, River Plate y San Lorenzo de Almagro, está entre los cinco clubes más famosos de Argentina y el denominado Superclásico que juega con River, el más importante del país y uno de los más importantes del mundo, paraliza todo el territorio y se convierte en una verdadera fiesta del futbol argentino y mundial, un evento que, según el periódico inglés The Observer “está en el primer puesto entre los 50 espectáculos deportivos que hay que ver antes de morir”, mientras que el también británico The Sun lo describe como la “experiencia deportiva más intensa del mundo”
Boca participa en la Primera División del fútbol argentino desde 1913, y a partir del Torneo Inicial 2013 se convirtió en el único club que disputó todas las temporadas en Primera División desde el comienzo del profesionalismo en 1931.
Un himno, 6 escudos que fueron cambiando en algo su diseño con el paso de los años, emblemas, varios uniformes, un museo y la mítica casa de La Bombonera, forman parte inseparable de este emblemático club que hace vibrar y soñar a casi la mitad de los argentinos.
Su estadio y sus hinchas son parte inseparable de la cultura de este país. Asistir a un juego en La Bombonera es sobrecogedor. El azul y el amarillo inundan las calles circundantes al estadio. Miles de de personas, con atuendos diversos característicos de este club, repletan un recinto que no deja de cantar, gritar y saltar durante los 90 minutos que demora el partido. Una verdadera fiesta de colores, pasiones y pertenencia.
Ser hincha de Boca, River, San Lorenzo, Lanus, Independiente, Racing o cualquier otro equipo argentino es un compromiso que se asume por toda la vida, que va pasando de generación en generación y se convierte, con el paso del tiempo y casi sin percatarse, en una religión que todos defienden y veneran.
