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El canciller ecuatoriano Ricardo Patiño calificó el llamado de los contrarios al gobierno de la Revolución Ciudadana de total fracaso, cuando se cumple hoy la segunda jornada de paro nacional opositor.
El proyecto gubernamental enfrenta la arremetida de la derecha con una izquierda extraviada y confundida ideológicamente, declaró el jefe de la diplomacia de Ecuador.
El diplomático -de licencia por dos meses para apoyar el fortalecimiento de las bases del movimiento Alianza PAIS- dijo que el paro convocado por indígenas opositores la víspera no tuvo respaldo por parte de la ciudadanía.
Por el contrario, puntualizó Patiño en el espacio Ecuador No Para, con el proceso de Diálogo Nacional está demostrado que el presidente Rafael Correa es un hombre que acepta las críticas.
Manifestó que existe un intento de generar desprestigio contra el gobierno de parte de grupos de la derecha que quieren aprovechar a los movimientos sociales para desestabilizar al régimen.
Una muestra de la falta de apoyo a las movilizaciones es el levantamiento promovido por una facción de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, que llegó hasta Quito con cerca de 300 personas tras 10 días de desplazamiento hacia la capital.
El nivel de apoyo ha sido mínimo, dijo, sin embargo en las anteriores dos semanas vivimos manifestaciones gigantescas en coliseos, plazas repletas de población, transportistas, jóvenes, campesinos y trabajadores que han demostrado su adhesión a la Revolución Ciudadana.
Patiño aclaró que el poco impacto de las marchas opositoras se debe a que el gobierno escucha a todos, siempre y cuando no usen la violencia; en tanto el diálogo es abierto para que la ciudadanía se exprese.
Por su parte, el jefe de Estado -que también consideró un fracaso el paro opositor- exhortó al pueblo a repeler la violencia de un viejo país de piedras y abusos.
Sobre el primer día de convocatoria al paro, Correa afirmó que pasó en normalidad, pero lamentablemente sigue el viejo país utilizando a indígenas que bloquearon la Panamericana Sur -con la complicidad de alcaldes- y la vía Loja.
El mandatario instó a la población ecuatoriana a rechazar a estos politiqueros que le hacen daño al país no al Gobierno.
No podemos someternos a los abusos de una absoluta minoría, reclamó Correa, por eso a trabajar con más ahínco por la Patria nueva y a rechazar el viejo país de palos, piedras y abusos.
La noche del 13 de agosto cerró con el Festival de la Juventud y la Alegría en la capitalina Plaza de la Independencia, donde unas cinco mil personas manifestaron su apoyo al gobierno y a Correa.
Pero algunos disturbios se registraron en el centro histórico de la capital cuando manifestantes violentos enfrentaron a la Policía con piedras, imágenes ampliamente difundidas en las redes sociales.
(Con información de las agencias)