La intensificación del conflicto en Yemen desde finales de marzo causó la muerte de 365 niños y heridas a otros 484, según los últimos datos de Unicef, cuyo director regional Peter Salama acaba de concluir una misión de tres días en ese país.
Además de las consecuencias de la guerra, Unicef señaló que millones de niños deben afrontar un mayor riesgo de contraer enfermedades infecciosas que podrían ser prevenidas y curadas, pero que son potencialmente mortales, como el sarampión, la diarrea, la malaria y la neumonía.
Además de más de un millón de niños está en riesgo de desnutrición aguda.
Salama habló antes del fin de una tregua de cinco días fijada por la coalición para permitir la distribución de ayudas humanitarias en el país.
"Estos datos muestran hasta qué punto los niños de Yemen siguen siendo víctimas inocentes de espantosas violencias. Es totalmente inaceptable. Dado que el fin del conflicto no parece cercano, la seguridad y el bienestar de los niños deberían estar primero e ir más allá de cualquier reflexión militar y política", dijo.
(Con información de ANSA)