Una vez llega la jornada del atletismo de este jueves en los XVII Juegos Panamericanos, la cubana Yarisley Silva se coloca ante la posibilidad de lograr algo que ninguna de sus predecesoras pudo alcanzar.
Vigente monarca del salto con garrocha en estas citas multideportivas, Silva aparece en la misma oración donde se mencionan a la brasileña Fabiana Murer (marca personal de 4.85), la argentina Alejandra García y la estadounidense Melissa Mueller.
Son, ni más ni menos, las únicas campeonas de la especialidad estrenada en Winnipeg-1999, ninguna de las cuales logró refrendar el título cuatro años después de sus coronaciones.
De manera que Silva (4.90) se colocaría varios escalones arriba de sus predecesoras, si gana hoy en Toronto-2015 y por tanto alcanza lo que ha sido imposible para las otras muchachas.
Eso sí, la atleta de Pinar del Río deberá batallar en una competición que, a priori, parece la de mayor nivel en la justa atlética panamericana.
El duelo de Silva, además del sempiterno contra la altura y otras siete garrochistas, pudiera ser de modo especial versus Murer, reina de Río de Janeiro-2007, y también la norteamericana Jennifer Suhr, campeona olímpica, subtitular mundial y dueña de la segunda mejor marca de todos los tiempos (4.92 metros).
Las tres, integran el grupo de cinco mujeres que mayor altura ha vencido en la historia, junto a las rusas Yelena Isinbayeva (5.06) y Svetlana Feofanova (4.88).
En el listado de 2015, Suhr marcha segunda con dos de los mejores tres saltos de la temporada (4.82 y 4.81), y Murer está en la tercera posición, tras lograr 4.80 en mayo pasado.
¿La cuarta? No, no es Yarisley, quien se ubica en el séptimo puesto de ese ordenamiento, en virtud del 4.73 logrado el 4 de julio, un salto que maquilla su temporada y arma las expectativas del equipo de atletismo cubano, de magra actuación hasta ahora en los XVII Juegos.
Entonces, su rendimiento hoy no solo la colocaría pies y cabeza por encima del resto en Juegos Panamericanos, también podría aupar a la delegación de Cuba en Toronto-2015, uno de los pilares con los cuales contaba la nación para conservar el segundo lugar por países en el medallero general.
Llegado a este punto, vale recordar un dato: de Río de Janeiro-2007 a Guadalajara-2011, la marca ganadora ascendió de 4.60 a 4.75, una que podría mantenerse ahora, aunque quizás con menos centímetros.
Todo esto está al alcance de Yarisley Silva. Esperemos a ver si se queda con todo este pedazo de gloria.