La selección de Venezuela protagonizó el primer gran impacto de la Copa América de fútbol al vencer por 1-0 a la favorita Colombia en el estreno de ambos equipos en el Grupo C, que también integran Brasil y Perú.
El delantero del Zenit ruso Salomón Rondón, con un cabezazo medido a los 62 minutos, anotó el gol del triunfo de la "Vinotinto", que durante muchos pasajes superó a la candidata Colombia y que así allanó su camino hacia la segunda fase en el denominado "Grupo de la Muerte".
A pesar de asumir su condición de favoritos, los colombianos habían dicho que el debut no iba a ser sencillo por el crecimiento de Venezuela y, sobre todo, porque la rivalidad regional siempre potenciaba a su adversario.
Del otro lado, Luis Seijas y Tomás Rincón habían anticipado que sabían cómo contrarrestar a los laureados delanteros rivales y que tenían las armas para complicarlos. Y a partir de la tarea de los dos centrocampistas defensivos se puede empezar a explicar el desarrollo del partido.
Entre ambos se encargaron de neutralizar a un apagado James Rodríguez y le dieron salida limpia a su equipo. Además, tanto Radamel Falcao como Carlos Bacca, finalmente el elegido por José Pekerman para acompañarlo, lucieron demasiado estáticos y facilitaron la tarea del fondo venezolano, que así no pasó grandes sobresaltos.Por el contrario, con la tranquilidad que le iba dando el desarrollo, el conjunto de Noel Sanvicente se fue animando cada vez más y así generó las mejores ocasiones de la primera mitad. A los 18', Ronald Vargas desbordó por la derecha y envió un centro para el ingreso de Juan Arango, pero el arquero David Ospina alcanzó a anticiparlo.
Diez más tarde, el portero del Arsenal se lució al taparle un remate a Vargas, después de una lucida maniobra colectiva que inició Rincón, que continuó Alejandro Guerra y que culminó Vargas tras una magnífica asistencia de Arango.
Y a dos minutos del descanso, otra vez el arquero se lució al sacar al córner una media vuelta de Guerra, tras otra buena jugada de conjunto.
Sin juego creativo y con sus hombres más talentosos controlados, Colombia casi no inquietó a su rival. En toda la primera etapa apenas llegó una vez a través de Falcao, que aprovechó un error de Vizcarrondo y tocó por encima de Baroja, pero el balón se fue por encima del travesaño.
El silencio de los hinchas colombianos, que tiñeron de amarillo y colmaron más del 80 por ciento de las tribunas de el estadio El Teniente de Rancagua, sintetizaba a la perfección lo que había sido el desarrollo del juego.
Con otra determinación salió Colombia a jugar la segunda mitad, con más presión en campo rival y con un James más activo. Así arrinconó a Venezuela contra su arco y provocó varios tiros de esquina. El equipo de Pekerman empezaba a parecerse al que tan buena impresión había dejado en el Mundial de Brasil.
Sin embargo, cuando mejor estaba jugando, la sorpresa se instaló en Rancagua. Guerra apareció libre por la izquierda y habilitó a Rondón, que con un cabezazo medido venció a Ospina.
Los nervios se apoderaron de los nombres de Pekerman, que movió el banco y le dio ingreso a Edwin Cardona y a los goleadores Teófilo Gutiérrez y Jackson Martínez buscando soluciones. El delantero de River Plate tuvo su ocasión en su primera intervención tras un gran pase de James, pero se demoró y perdió la posibilidad.
Los minutos finales mostraron un ataque feroz de Colombia y una defensa casi heroica de Venezuela, encabezada por Baroja, que salvó en dos ocasiones su arco en la misma jugada ante un tiro de James y el rebote de Cardona. También perdieron sus ocasiones Zapata, con un cabezazo, y Cuadrado, con una pirueta, ambos en el área menor.
Así aguantó Venezuela, para llevarse una festejadísima victoria y pasarle todas las preocupaciones a Colombia, que sumó una derrota y una alarmante falta de gol, a pesar de su abundancia de goleadores.
Neymar despeja las dudas de Brasil
Neymar llegó a tiempo para salvar los muebles de Brasil. El azulgrana demostró ante Perú que su equipo son él y diez jugadores más y finalmente, Dunga pudo respirar tranquilo a pesar del gris partido realizado por los suyos. Se esperaba mucho de la Canarinha y con contadas excepciones, decepcionaron al público en el estadio de Temuco.
La defensa se mostró nerviosa en todo momento, la medular apenas fue capaz de mover el balón y el ataque vivió de las jugadas de Neymar y de las apariciones de Willian, quien también dejó una buena imagen mientras le duró la gasolina.
No había una idea clara, no existía un estilo de juego claro. Todo era esperar una maravilla de la estrella culé. Un eslalon, un disparo lejano, una asistencia. Lo que fuese necesario para que Brasil lograra los tres puntos y superara una prueba sin mercerlo demasiado.
Perú fue valiente. No se arrugó por el hecho de jugar ante uno de los favoritos para ganar el torneo y cumplió con creces su papel. Colocó los fantasmas en el banquillo rival y aprovechó las debilidades de una Brasil que no necesitó más para ganar, pero está claro que ante equipos de mayor entidad deberá trabajar mucho más y cambiar su imagen.
Regalo brasileño
Ni en la previa más optimista habían pensado los peruanos la posibilidad de ponerse por delante en el minuto tres de partido. Cuevas terminó aprovechando una cadena de regalos de los brasileños. Primero le faltó contundencia a David Luiz y después, Jefferson le regaló el cuero al atacante peruano que no perdonó. Remate a placer y todas las alarmas encendidas.
Poco duró la alegría en la casa del pobre. Tras sacar del centro del campo, Alves, que pasó en unos días de ser descartado a titular, se sumó al ataque por la derecha y puso un centro que cabeceó Neymar al fondo de la red. Todo volvía a empezar y el punta del Barcelona ya había salvado a su país en una ocasión.
Con las tablas en el marcador, Brasil tuvo el balón, pero no sabía qué hacer con él. Lo movía en defensa o lo llevaba hasta un Neymar que se podía ir un rival, incluso de dos, pero finalmente no podía estar constantemente superando a tres adversarios. Perú vio perfectamente que necesitaba un sistema de ayudas para acabar con una de las favoritas al título final.
No hay duda de que la calidad resuelve partidos. Neymar estuvo cerca de poner el segundo en el marcador con un duro chut que despejó el larguero y cuando todo parecía que el empate iba a ser el resultado final, sacó el conejo que tenía guardado en la chistera convertido en forma de asistencia. Sólo Neymar vio el hueco entre las piernas peruanas para poner el cuero a los pies de un Costa que no falló en el mano a mano con Gallese.
Así, el resultado final acompañó a Brasil, pero cometería un grave error dando por bueno el partido ante un Perú que tuvo en Farfán y Guerrero a sus mejores hombres, pero que a pesar de sus intenciones, está lejos de las mejores selecciones de América.
Brasil venció con apuros. Foto: EFE
Neymar celebra su gol. Foto: EFE
(Tomado de canchallena y Marca)