Cubadebate

Sacando las cuentas, Ingebor Rapoport tenía 25 años cuando defendió su tesis doctoral que no le reconocieron por xenofobia y no por el contenido de lo que mostraba respecto a difteria como dice bien claro la nota.
La noticia hizo que recordara el caso familiar de mi abuelo materno quien a la edad de 82 años en 1930 recibió el título de Doctor en Derecho aquí en Cuba ( como se le denominaba en easa época a lo que hoy es Licenciatura en Derecho). Es decir que él había nacido en 1848 (el 16 de Abril) en San Fernando de los Camarones, término municipal de Palmira. Siguiendo con las cuentas, entonces en ese año de 1930, aquella señora hoy anciana de 102 años, tendría tan solo 17 años y aún estaría, tal vez, en medio de esa etapa juvenil con las ilusiones de llegar a estudiar medicina. Ni sospecharía la charraná que le hicieron finalmente.
La noticia de CD no solo sirvió para rememorar las aptitudes del abuelo octogenario sino hacer patente lo que la voluntad de una mujer con su razón es capaz de lograr sin que la edad lo impida. Es un digno ejemplo. De verdad. Hay gente por ahí perdiendo el tiempo que deberían saber de este caso. Para mí que ya ahora soy también abuelo de mis nietos como aquél octogenario que fue el mío sin que él llegara a saberlo, estas noticias compulsan las energías vitales que uno conserva para seguir andando y creando sin mirar para atrás.

La voluntad... cuántas cosas se pueden lograr teniendo voluntad.

Supongo que la anciana se sienta la mujer mas feliz del mundo, al menos podrá morir después de haber cumplido un gran sueño. No importa el tiempo cuando se cumple un deseo. !Felicitaciones para ella!.